Chef Italiano.

7.”Hades.”

7.”Hades.”

Cuando desperté no tuve el mejor sabor de boca. Me sentía muy mal. Había dormido en una de las salas de estar de Septhis, claramente después de llegar a despejarme la mente. 

 

Al salir de su cuarto me fui de la casa. Solamente caminé hasta que la noche llegó. Regresé a la  casa pero no entré. Vi salir a Septhis y regresar. Entré a la casa y me quedé en la sala de estar, con la biblioteca, hasta que me quedé dormida.

 

No creo que sea por eso que me siento mal. Por fin pude dormir tranquila, pero me siento mal. 

 

Me dolía mucho el abdomen. Tal vez con un baño me pueda relajar. Me levanté del sillón y al instante mi estómago se revolvió. Corrí al baño más cercano y vacié mi estómago. 

 

Nonna se acercó a ver el ruido y me miró. Entonces se fue corriendo gritando por la casa.

 

- ¡Septhis, Aris si sente male, aiutami!

 

Y así se fue gritando hasta que entró al cuarto. Mi estómago no dejaba de regresar lo que sea que tuviera, aun, en el lugar. Mi garganta picaba y me dolía. No podía respirar.

 

- Aris, ¿que tienes? ¿Te duele algo?

- No puedo respirar. -dije con la voz ronca y casi llorando de dolor. 

 

Me cargó y me subió al carro. Nonna me trataba de calmar, sobaba mi mano y me abrazaba. Septhis estaciono el carro y me ayudo a bajar. Enfermeras se acercaron y me subieron a una camilla. 

 

- ¿Cómo te llamas?

- Aris. -dije luchando por respirar.

- ¿Que tienes Aris?

- No puedo respirar, me duele el abdomen, la garganta y vomite antes de venir.

- ¿Eres alérgica a algo?

- No.

 

Me empezaron a revisar y conectaron algo a mi cuerpo. 

 

***

 

Ya estaba estable. Nonna me seguía acariciando la mano para controlar mis nervios. Septhis estaba alejado de mí, me quería dar mi espacio y lo agradecí.

 

- Bien, Aris, tuviste una reacción alérgica parece ser que al Atún. Hablamos con tu novio. Ayer comiste pasta con atún…

- No es mi novio. -dije seria, Septhis me miró al instante.- Y no soy alérgica al atún, lo he comido antes.

- Era atún rojo, es diferente al atún blanco que se suele comer. Septhis es chef por lo que le resulta más fácil conseguir comida exótica como lo es el atún rojo. Solo tienes que tener cuidado al comerlo, necesitarás comprar un EpiPen, que es epinefrina, por cualquier tipo de accidentes. O simplemente no comerlo.

- Gracias doctor. -dijo Septhis.- Podemos hablar afuera.

- Si claro. Un enfermero vendrá a desconectarte.

 

Ellos dos salieron y me quedé con nonna.

 

- Grazie nonna. Mi ha salvato la vita.

- Oh ragazza mia, non potrei sopportare di perderti, ho molto affetto per te.

- Anche io, nonna.

 

Ella se echó a llorar y yo la consolé. Un enfermero entró y me desconecto de los aparatos. Me dieron una receta y esperamos a que Septhis regresara para poder irnos.

 

Al llegar a casa me fui a dar un baño. Ya me sentía mucho mejor. Me puse mi ropa interior, unos joggers y una camiseta de manga corta. Agarré unas calcetas y me las puse antes de lavarme los dientes y cepillar mi pelo.

 

Como amaba su baño, tenía un lavamanos enorme ya que era doble, cada quien tenía su lado, igual usaba más su lado.
 

- ¿Qué haces? -dije a Septhis que miraba su laptop.

- Pidiendo tu medicación. No quiero que vaya a pasar lo de hoy.

- Está bien. 

- Me gusta tu pelo, por cierto. -dijo al verme.

 

Cuando me quede con Fiama ella hizo que fuéramos a la peluquería donde me pusieron extensiones naturales, por lo que mi pelo me llegaba hasta media espalda. Lo tenía casi a los hombros antes. 

 

- ¿Puedo preguntar algo?

- Sí. 

- ¿Ya no estás enojada?

- Estaba decepcionada. 

- Lo siento. 

- Lo sé. 

- Te lo compensaré.

- ¿Como?

- ¿Te gustan los tatuajes?

- Sí. Desde siempre he querido tatuarme.

 

Y así fue como 7 horas después terminé con 2 serpientes, un cuchillo con una mirada en el reflejo, un dragón chino, una mandala y unas alas de ángel.

 

Los tenía cubiertos en papel adherible, solo tenía que esperar unos días a que se curaran. Salí del estudio con una sonrisa de oreja a oreja, Septhis me tenía agarrada de la mano. 

 

- Iremos al centro comercial y luego a recoger unas cosas más.

- Está bien.

 

Nos subimos al carro y el manejo hasta el centro comercial, era diferente a los que había ido. Nos bajamos y él me llevó de la mano.

 

Una llamada entró a mi celular.

 

- ¿Hola?

- Der Tod deiner Mutter hat dich anscheinend nicht verletzt. Auch nicht die der kleinen Daniela.

- Bist du die Frau aus der anderen Zeit?

- Bingo.

- Hör mir zu, Abuschaum, hör auf anzurufen oder ich finde dich und…

- Verlasse Septhis. -dijo cortándome.

- Hör auf anzurufen oder du wirst nachschauen und dich dazu bringen, meine Familie nicht mehr anrufen oder erwähnen zu wollen.

 

Colgué la llamada y mire cómo Septhis se paseaba por la tienda de electrónicos. Cuando ya no escuchó mi voz se volteó y se acercó a mí. 




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