Sentimientos.
- Entonces, el pequeño es tu hijo - afirmó mientras metía a su boca un par de papas, Serena asintió.
No había por que mentir, después de todo él ya la había descubierto y deducido por sí solo.
Él miró al niño jugando con un par de autos en la mesa de la sala mientras ellos se encontraban uno frente al otro platicando.
- Eso quiere de decir que su padre...
-Sí- afirmó de mala gana - no es algo que me guste recordar - Se cruzó de brazos para afianzarse en el respaldar del sillón- es una historia demasiado larga para contar.
- Me gustaría saber tu versión
Ella sonrió de lado.
- No existe mi versión - le confesó. Se levantó de su asiento y camino llevando los platos a la cocina.
- ¿Por qué dices eso? - Nathan se encontraba bastante cerca a decir verdad.
Suspiro cansada, porque sí, era digno sobrino de Ryan.
- El juez dictaminó que debía ir a un psiquiatra por decir mentiras, a mi madre casi le quitan la licencia como doctora - Se mordió el labio.
Ashley quería que abortada.
- Todo porque para ellos Justin fue una mentira ocasionada por mi madre.
Nathan se acercó a ella acariciándole el rostro.
- Te lastimaron - Serena quito la mano y sonrió.
- Más de lo que cree profesor.
- Mami y Papi ¿Jugamos?
- Claro.
Tomo a Justin en sus brazos y se dirigió de nuevo a la sala, en el transcurso de la tarde a la noche ella se dedicó a perderse en sus pensamientos mientras observaba a Justin jugar con Nathan.
Necesitaba encontrar una excusa para faltar al dichoso viaje, porque principalmente no tenía con quien dejar a Justin.
Cuando el reloj marco las doce Justin dormía en las piernas de Nathan, este tenía una boba sonrisa en los labios mientras le acariciaba el cabello.
- Has hecho un buen trabajo - dijo de pronto y su mirada se encontró con la de ella - para ser una niña - alargó
- Gracias, las circunstancias me hicieron crecer de golpe cuando tienes uno propio - ella se dedicó a seguir observando.
- ¿Tus padres? ¿Cómo lo tomaron? - ella hizo una mueca.
- Mucha confianza para poco tiempo querido profesor - le dio una leve sonrisa - ya es tarde - Se levantó - es mejor irnos a dormir.
- Tienes razón, lo llevaré a tu habitación - asintió.
Lo siguió observando su espalda y una sonrisa se evidenció por sus labios.
Vaya ironía de la vida, su yo de hace 4 años atrás estaría brincando de la emisión al tener al sobrino de Ryan frente a ella, sólo tal vez si ella no hubiera salido aquella vez que él durmió en su casa o aquellas vez... negó... no era momento de lamentarse, porque a pesar de lo ocurrido no se arrepentía de tener a Justin con ella.
Se tropezó con la espalda de Nathan cuando este se detuvo para abrir la puerta del cuarto, una vez abierta entró colocando al pequeño en el centro de la cama.
- Mami encontré papi - susurro en Japonés a le dio una sonrisa.
- Buenas noches Cardew - asintió y lo vio marcharse.
- Ay Dios mido - suspiro acordándose a un lado del pequeño.
(...)
Cuando despertó su cabeza imagino tantos escenarios pero nunca el que sucedió a continuación.
Estaba solo.
Sí, sólo como al principio.