Primer encuentro.
Mami y papi estaban de viajes por Japón visitando a la familia de mi mami, por lo que quedarme con tío Ryan era normal cuando ellos viajaban.
El tío Ryan siempre era divertido y su amiga Sonia igual.
Al tío Ryan le gustaba Sonia, pero ella estaba casada con un hombre que daba miedo, sólo llegue a verlo una vez pero él era aterrador.
Lo que más me gustaba de estar con tío Ryan era pasar tiempo con Sonia, ella estaba esperando un bebé y a mí me gustaba sentirla a través de su barriga y no esperaba la hora por verla.
Sólo esperaba que se pareciera a su mamá, por Sonia era taaaaaaaaan hermosa que me enamoré de ella también.
Ojala que tío Ryan no se molestara conmigo por querer a Sonia, incluso le había dado un beso la mejilla. Tío Ryan iba a odiarme si lo descubría.
Lo había traicionado.
- ¡Ey! pequeñín por que llorar.
Oh no...
El tío Ryan me había descubierto.
- Me gusta Sonia - espere una rabieta o una reprimenda de su parte así como lo hizo un niño de la escuela cuando se enteró que su mejor amigo había besado a su novia en la mejilla, pero no, el tío Ryan sonrió y acarició mi cabello.
- ¿De verdad campeón?
- Tío Ryan - baje mi rostro avergonzado - También la bese.
Tío Ryan abrió en grande sus ojos verdes pero luego volvió a la normalidad para ampliar su sonrisa.
- Definitivamente Nathan, eres hijo de tu padre – eso no lo entendí, aunque había muuuchas cosas que no entendía.
- Lo siento - lo abrace - prometo enamorarme de una niña más linda que Sonia.
- Está bien.
Pero entre tantas niñas en la escuela, en las clases extras, en la práctica de deporte, ninguna niña me gustaba. Nadie me parecía lo suficiente linda como Sonia.
Tal vez era porque ella era mayor.
Tío Ryan siempre cuidaba de mí y me sentía tan mal porque me gustaba Sonia que deje de molestarlo. Era un traidor.
Un día por la tarde mientras leía un cuento de los que mami me obligaba a leer, siempre era uno diferente, según ella para educar mi forma de hablar y pensar, eso era taaaaaan aburrido, ojala no hubiera aprendido a leer. Volviendo a lo anterior tío Ryan apareció con una sonrisa tan bonita y se notaba que estaba feliz, no, super contento.
- Nathan, nació la bebé de Sonia, ¿Quieres ir a conocerla?
Negué pero luego vi el rostro triste de mi tío y acepté, la vería una última vez y ya, tenía que olvidarme de Sonia para siempre, así me rompiera el corazón en mil pedazos. No sé cuánto es mil, apenas y llegó a 500 pero si sumó 500 más 500 es 1000 y eso es mucho.
El hospital era gigantesco comparado conmigo también daba miedo ver tantas personas por todo el lugar.
Todos nos miraban porque mi tío me había obligado a llevar un peluche más grande que yo, era un oso color fucsia con un gorrito de dormir y una bufanda con lunares blancos. Mientras el llevaba un gran ramos de rosas blancas y rosadas en sus manos.
Al entrar a la habitación Sonia nos sonrió y mi corazón latió rapidísimo que pensé que se me saldría del pecho. Las manos me comenzaron a sudar también.
Se veía algo fea, pero el tío Ryan explicó que traer una bebé al mundo no era para nada fácil y que en realidad Sonia había tenido dos bebés pero una murió al nacer, mientas que la otra estaba bien.
- Ven acércate - Me llamo Sonia y me acerqué rápidamente - Gracias por venir, Sakura la van a traer en cualquier momento.