Chloe Astroy y el secreto de la nova | Saga Chloe Astroy #1

Capítulo 6: La gran biblioteca

Las clases en Newlace duraban todo el día pero podías volver a casa para la hora de almuerzo y eso era justo lo que el trío haría.

—Debemos ir a nuestras casas para el almuerzo y luego regresar a clases. Esta mañana mamá me dijo que llegara rápido a casa así que no podré acompañarlos está vez —Lucy besó la mejilla de sus dos amigos—. Los veo después chicos.

Lucy se fue alejando moviendo su bonita cola castaña en un vaivén. Nick y Chloe se quedaron solitarios sin saber que hacer con Chloe.

—Si deseas puedes quedarte aquí a esperarnos o... ¡Ya sé! Puedes venir a casa conmigo, a mamá le encantará verte.

—¿Seguro que no molestaré?

—Para nada, a mamá le encantan las visitas.

—¡Excelente! Entonces sí iré contigo.

Salieron de Newlace, a fuera se dirigieron a una estación parecida a la de buses con la diferencia de que ahí no pasaba ningún bus.

—Eh... Nick, ¿qué estamos esperando?

—A que venga la alfombra voladora.

—¿La alfombra voladora?

—Sí, esas te llevan a cualquier parte de la ciudad.

—Pero yo no veo a nadie en... —Chloe fue interrumpida por una alfombra voladora parecida a un bus que pasó por su cabeza—. ¿¡Qué es eso!?

—La alfombra voladora, está es exclusiva de Newlace, ven subamos.

Ambos subieron a la alfombra voladora parecida a un bus. El piso era el de una alfombra gigante pero tenía una especie de carpa cuadrada encima de la alfombra; cuando subieron se dieron cuenta que era más grande por dentro que por fuera.

—¿¡Pero cómo!? —exclama Chloe.

—Es un conjuro de ilusión, si tu mente cree que es un espacio pequeño entonces no entrarás ahí pero si cree que es muy extenso el espacio será más fácil entrar.

—Vaya, sí que es muy poderosa nuestra mente.

—Los skriitas tenemos la mente más amplia e imaginativa de todas las especies.

—¿Hasta dónde? —preguntó el guía de la alfombra.

Survives Horrow, noroeste de la ciudad.

Se sentaron en una esquina de la alfombra; había pocos alumnos que viajaban en la alfombra, Chloe pensaba que tardaría mucho como un viaje en autobús.

La alfombra voló súper rápido, ni siquiera pasaron diez segundos y llegaron al destino de uno de los pasajeros.

Tardaron 30 segundos después para llegar a la calle donde vivía Nick.

—¿Ves esa casa de color azul? —señaló una de las últimas casas de la calle, tenía cuanto pisos y su ancho era pequeño—, es mi casa.

Caminaron la calle hasta aquella casa. Entraron y lo primero que Chloe vio fue a una señora alta, castaña igual que Nick, se veía muy jovial para ser señora, era como una copia exacta de Nick pero en versión mujer; se encontraba lavando lo que parecía ser una lechuga.

—Nick, cielo, ¿Eres tú? —preguntó desde la cocina donde lavaba aquella verdura

—Sí mamá.

—¡¿Por qué esta mañana los zapatos de tu padre estaban en tu habitación?! ¿Otra vez quisiste imitar a tu padre como cuando eras pequeño? Porque si es así...

—¡Mamá! Traigo una invitada.

—¿Qué?

La madre de Nick dejó de lavar la lechuga y se volteó para ver a su hijo. Vio que su pequeño estaba acompañado de una jovencita muy linda a su parecer, inmediatamente la reconoció.

—Vaya hijo mío, veo que vienes acompañado de una jovencita preciosa y creo saber quién es.

—Mucho gusto señora Lavander, soy Chloe Astroy —le da un beso en la mejilla.

—Que linda, soy Roshell Lavander, la madre de Nick, mucho gusto en conocerte.

—Sí mamá, ya no la atormentes por favor.

—¿Qué te hizo venir a nuestra humilde casa?

—Vine a hacerle compañía a su hijo durante el receso para no quedarme sola en Newlace.

—¡Pero mírate! ¡Estás muy delgada! ¿Quieres que te prepare algo? ¡¿Qué digo?! ¡Te voy a preparar algo, debes tener hambre!

—No es molestia solo que...

—¡Tonterías! Necesitas comer con urgencia —se volteó para seguir lavando la lechuga—, ¿Cuándo fue la última vez que comiste por peso?

—¿Qué? —Chloe se asustó.

La señora Lavander sacó tres platos hondos y en ellos echó lo que parecía ser un jugo rojo y espeso, luego sacó un tazón y en él echó la lechuga junto con otras verduras, puso sobre la mesa tres platos llanos y echó ahí una crema blanca, encima colocó comida de una olla.

Chloe observaba todo eso y se acordó de su mamá, cuando ella cocinaba siempre sacaba los platos de sopa, de segundo, algunas veces de postre y siempre había un tazón de ensalada.

—Listo Chloe, el almuerzo está servido así que es todo tuyo. Preparé en un santiamén todo lo que vez especialmente para ti así que siéntete libre de comer hasta vaciar los platos.

—Gracias señora Lavander.

Los tres se sentaron en la mesa y comenzaron a devorar todo a su paso.

Iban por la mitad del almuerzo cuando suena un sonido extraño, al parecer era el ruido de un teléfono, la señora Lavander se apresuró a levantarse de la mesa a contestar la llamada.

—Residencia Lavander ¿Quién habla?... —se escuchan murmullos del teléfono—. Lucy, querida, que sorpresa que llames, ¿Cuándo vienes de visita? Aquí te extrañamos un montón... —más murmullos suenan—. Claro, los chicos están aquí, ¿Deseas hablar con mi Nick? Ahí te lo paso.

Nick escuchó su nombre y se levantó de la mesa, agarró el teléfono y comenzó a hablar con Lucy.

—¿Lucy? ¿Qué sucede? —murmullos que Chloe no entendía pero por el rostro de su amigo podría imaginar lo que hablaban—. ¿Para eso llamas? —Se oye cómo Lucy grita al otro lado de la línea—. Sé que es importante pero... —vuelve a gritarle—. De acuerdo, ahí vamos.

Colgó el teléfono, dio una mirada de arrepentimiento, temor e inocencia a su madre.

—Mamá, debemos irnos. Lucy nos necesita con urgencia.

—¡¿Pero hijo...?! Chloe aún no ha acabado de comer y tú tampoco.

—Es de suma importancia que nos retiremos señora Lavander.



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En el texto hay: misterio, amor, magia

Editado: 21.04.2020

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