Preludio

El efecto de la droga fue un exito, para las chicas la sensacion de todo el viaje  fue de una simple noche cualquiera, cuando las desperte en los limites del pueblo mas cercano, no me fue tan dificil aprovechar la confusion para decirles que habiamos logrado escapar de Alemania, Por criterio propio desperte primero a la niña, a pesar de su tierna edad sabia que reaccionaria bien y asi fue, apenas deperto me miro algo somnolienta mientras me preguntaba ¿Donde estamos?, le respondi con una sonrisa « Estamos en Polonia», me miro sorprendida y empezo a mirar a su al rededor, se levanto y me abrazo diciendo «¡Gracias!», pense en lo inocente que era, de verdad creia ciegamente en mis palabras, pensaba que era incapaz de hacerle daño y no se equivocaba, no era capaz de hacerlo, no recuerdo en mis anteriores personificaciones que un simple «gracias» fuese tan gratificante, me inspiraba su afecto genuino, que encantadora pequeña, ese simple gesto de agradecimiento me fue de gran valor y satisfaccion, luego de varios minutos conversando con ella me pregunta si  iba a despertar a Eden. 

Minutos despues... 

Coloque un pequeño franco en la nariz de Eden y al hacerla inhalar un par de veces, desperto, al verme me pregunto «¿que hora es?» yo le respondi «posiblemente las diez de la mañana», ella contrariada se levanto diciendo ¿donde estamos? le respondi «estamos en Polonia», miro a su alrededor asustada, empezo a gritarme ¿donde estamos, que me hiciste?, su furia repentina hizo que la niña intercediera, solo al verla se calmo, intento cargar a la niña, desesperada por llevarla a un sitio seguro, la pequeña le insistia diciendo «Tranquila, todo esta bien, Alger nos trajo a Polonia, ¿donde vive la tia Aleska?». Eden logro calmarse y despues de respirar profundo varias veces, se dejo convencer por la niña y con incredulidad dio la calle, la direccion estaba a muchos kilometros. El caminar es algo que hago con regularidad, por lo que largas distancias me eran ridiculas en esfuerzo pero ese pequeño trayecto estuvo colmado de berriches y momentos de tension con Eden, fue extenuante, la chica estaba muy desconfiada y no era para menos, de la noche a la mañana aparecio en otro pais, algunas veces olvido esos detalles emocionales,  aunque esa justificacion  no hacia menos pesados sus estupidos reclamos, durante todo el camino hacia su familia me atormento con sus dudas, despues de caminar y ser tranportados por algunos campesinos logramos llegar,  al estar cerca de la casa, Eden sale corriendo a tocar la puerta y con desespero grita el nombre de su tia: 

Tia Aleska, soy Eden, ¡por favor abre la puerta! 

Estuvo gritando por unos minutos, hasta que la puerta se abrio, entonces salio un hombre corpulento y uniformado, Eden retrocede pero luego le reconoce y abraza, este impresionado la separa y le dice: 

¿Como llegaste aqui?, ¿donde esta tu papa? 

La chica no puede evitar que las lagrimas le salieran cuando le menciona el fallecimiento de su padre, el hombre entristecido la abraza de nuevo y dice: 

Tu tia esta en el mercado, estara pronto aqui, estara feliz de verte, por favor entren les servire algo para que beban y coman 

El individuo era bastante amable, recuerdo bien el fuerte apreton de mano que me dio, era un destacado oficial de la caballeria polaca, su nombre era Gerik. Entramos a la casa y el hombre nos sirvio cafe y sopa, durante ese momento Eden relato lo sucedido a excepcion de como logro llegar, ella no sabia como explicarle por lo que tome la palabra en ese instante y explique sin muchos detalles lo sucedido,el hombre quedo dudoso por mi explicacion pero no se molesto en profundizar, se levanto y volvio a servirnos, una media hora despues llego la tia Aleska, otra vez los correspondientes abrazos, besos y lagrimas, los protocolos emocionales duraron horas, terminaron solo por el cansancio, por lo que nos fuimos a dormir, para mi suerte se me dio un habitacion a parte de las chicas por lo que no tuve que simular dormir, eso fue lo mas relajante de ese dia, me recoste y repase en mis adentros todo lo sucedido, medite la razon de mi tranquilidad y deduje que era posible que lo del codex no fuese mas que un mecanismo de mi subconciente para evitar mi colapso, aunque en realidad no entendia que habia pasado, la curiosidad me hizo preguntarme si Polonia tenia las mismas desapariciones como en Alemania, por lo que en la madrugada decidi salir a explorar. Camine con cautela por la casa escuchando sus ronquidos, estaban en profundo sueño, el dia de grandes emociones habian hecho mella a mi favor, cerre la puerta con una tela en medio de la cerradura para facilitar mi retorno y sali. Recuerdo que era una noche hermosa, la luna se asomaba lo suficiente para dar una tenue luz, perfecta para los cazadores, sobre todo par los vampiros. Visite los lugares mas sombrios  y apartados, los tipicos bares o establecimintos de mala muerte, buscando a los mios, no logre nada, aunque no podia confirma la ausencia de vampiros, necesitaria minimo una semana de busqueda para confirmalo, a pesar de la influctuosa noche volvi estusiasmado por repetir la salida.

A la mañana siguiente escuche ruidos metalicos de utensilios de cocina, pense que los tios preparaban un gran desayuno para el recibimiento de su sobrina,  preferi no salir para no inmiscuirme en los molestos preparativos, era mejor esperar a ser llamado, lo cual sucedio a la media hora, el toque de la puerta fue suave, respondi al segundo golpe con  " voy en un momento" , volvio a tocar y escuche entonces  una voz femenina que decia " El desayuno esta listo Alger", era Eden, ella se habia levantado y preparado el desayuno, su tono de voz era sereno, hasta me llamo por mi nombre, eso desperto mi atencion, algo raro pasaba, coloque mi oido a la puerta para intentar detectar algun ruido extraño, aun con mi paranoia decidi tomarlo todo como un presagio de un buen dia. Me vesti y sali, en la entrada estaba la niña junto a Eden ambas estaban con bellos vestidos celestes, la niña me tomo de la mano derecha y Eden de la izquierda, sonreian mientras me guiaban al comedor, donde una mesa con ornamentos exhibia un gran banquete, los tios ya estaban sentados esperando al invitado principal, yo.