Ciencia Vampirica

Murmullos en Wewelsburg

Karl apretó mi mano con alegría, me dio sorpresa al ver en su otra mano al Codex, que fastidioso se habia convertido ese libro, el hombre abrió el codex frente a mi y me preguntó "¿Entiendes esto?", acarició con devoción una ilustración de círculos concéntricos mientras me preguntaba "¿sabes que significa este plano?". el brillo en sus ojos y su forma de expresión me demostraba que era mas lunático que todos los demás, no necesite responderle, el mismo lo hizo, me ahorró el tener que inventar algún argumento acorde a sus delirios, identificó el dibujo como Thule una antigua isla producto de leyendas y mitos no comprobables, sueños de viajero y fantasías de ingenuos que buscan enaltecer sus patéticas existencias. Cerro el libro y lo entregó a un oficial de la SS que llego en ese momento, puso sus manos en mis hombros mientras me decía: "puedo ver en ti rasgos de Baldur-Chrestos, tienes sus mismas habilidades, su capacidad de ver a través de las runas...es necesario avisar al führer, el debe conocerte", Himmler lo tocó en un brazo mientras tomaba el codex de las manos del oficial a su lado y le dice a Karl: "aun no , amigo mio, es necesario purificarlo, recuerda...", Karl Maria se apacigua y su rostro cambió como si las palabras de Himmler le hubieran caído como un balde de agua fría, da unas palmadas en mi rostro y responde: "el tiene razón, debemos llevarte, al centro de poder, para que la energía te devuelva la vitalidad y puedas recordar".

Himmler manda al oficial a retirarse junto con Karl y se quedó a solas conmigo, me observó con una mirada extraña como intentando escudriñar en mis pensamientos o tan solo aceptar la idea hilarante que Karl le había expuesto; guardo en mi bolso de cuero el codex y me lo entregó mientras me decía: "siempre he tenido buen ojo, sabia que eras especial, aunque, no pensé que lo fueras tanto, ve a descansar mañana sera un largo día". Me iba retirando pero me detuvo mientras se quitaba el guante de cuero derecho, suspirando toca el bolso, murmuró reverencias y luego se volvió a colocar el guante mientras se despide diciendo: "espero que entiendas que todo lo ocurrido aquí, no ha sucedido, tuviste suerte de hacer esa práctica con pocos personas, pero no lo vuelva a hacer, hasta luego"

Se retiro dejandome perplejo ante la agobiante fogata, esta de repente fue  sacudida por una leve brisa que me reconfortó, puedo recordarlo bien, apreté el bolso de cuero con fuerza añorando lo perdido, estuve un rato con mis pensamientos pensando en lo ocurrido y que debia hacer, luego decidí ir al campamento de mi grupo, al llegar Berit y Edwin me esperaban, me observaron con sorpresa y se me acercaron, el primero en hablarme fue Berit, "Que hablaste con ellos, que te paso, ¿de donde aprendiste a hacer esas cosas?, Patricia piensa que eres un loco"Edwin solo me miró con algo de desprecio al decirme "así no debe comportarse un hombre, me ridiculizaste". En realidad no me importaba lo que opinaran los niños, su consejos solo escondían estupidez y anhelos infantiles, los aparte sin mediar palabras y me dirigí al lugar de dormir que me correspondía, simule dormirme hasta que sus molestas voces se acallaron. Hace mucho tiempo que no contemplaba las estrellas, que nostálgico me había vuelvo en ese momento, no me había fijaba de esas banalidades desde hacia mucho tiempo, no tenia sed de sangre por lo quede recostado boca arriba repasando las experiencias de ese alocado día, pense que habia exagerado con mi actuacion, y culpe a la extraña  influencia de esos himnos, aunque estaba débil eso era un atenuante que explicara mi debilidad y  sin apoyo de mi valiosa biblioteca era mas facil influenciarme, quizas por eso mi actua era algo infantil, estaba adaptandome de forma inadecuada a la estupidez circundante, tanto que actuaba y pensaba como un chico estúpido, hasta escribiendo esto puedo notar lo infantil que fueron esos sucesos, necesitaba mis anotaciones, me urgía volver a reunir mis conejillos de indias y levantar de nuevo mi laboratorio. Mi propósito no había desaparecido, sin embargo, mi ansiedad estaba calmada, esa sensación de insatisfacción había mermado, me era inexplicable en ese momento, después de siglos buscando, escudriñando y teorizando todas las incógnitas, estas seguían latentes pero la preocupación por ellas estaba desvanecida, ¿que me había pasado ese día?, ¿porque escuche a Pandora?, ¿era realmente ella? o solo era la locura de un anima ¿sera que lo soy sin haberme dado cuenta?, es logico pensar ello con todas esas extrañas fantasias que presencie en aquella  playa, volverse un anima es romper con el umbral entre la genialidad y la locura,  los genios son tan egocentricos como los locos, tanto uno como el otro no dudan de si mismos, ¿que genio admite su error o que desquisiado admite que esta loco?, ninguno... La duda  me reconfortó, porque los mas sanos son aquellos que dudan de su propia cordura, si hubiese pasado ese umbral no dudaria de mis convicciones. Que ingenuo fui allí, mas que la fuerza o el tiempo solo el conocimiento propociona poder, no me daba cuenta de lo sucedido, del cambio que se producía, el proceso de la naturaleza era y es innalterable e implacable y los vampiros no escapamos de ello.




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