Ciencia Vampirica

Un simple nazi

En la mañana partí de inmediato del castillo Wewelburg, debia acompañar a Wiligut en su peregrinar por Alemania a los sitios de energia aria que ayudarian a despertar los recuerdos de mis supuesta vida pasadas, es tedioso lo que hay que soportar para seguir con las apariencias,en el pasado las cosas eran mas faciles, mas secillo el cambiar de personalidad; pero ahora con las nuevas tecnologias hacia mas dificil el anonimato, con estas nuevas complicaciones solo me quedaba mantener mi identidad el mayor tiempo posible hasta conseguir una mejor.

Durante el viaje  mi fastidioso acompañante estuvo silencioso durante gran parte del tiempo, cuestión que agradecí en mis adentros ante tantas estupideces oídas en el castillo. El trayecto fue lento pero ameno, recorrimos densos bosques, zonas que fueron testigos de incontables batallas y matanzas, la tierra nunca olvida la sangre derramada, ni los embates de las guerras, todo está recordado en la fragancia húmeda de los viejos árboles, que nostalgia de aquellos tiempos, el existir era mas facil...

Despues de ingresar por un estrecho sendero de arboles secos senti algo familiar, un olor que no olvidaria, aquel tenue aroma de la madera envegecida, aquella que me acompaño durante mi ultimo sueño, ¡si!, transitabamos el mismo bosque que habia resguardó mi sueño durante el periodo interbelico de mi Alemania, el hermoso Wuppertal,  este inesperado viaje en circulo me fue curioso, no lo se con exactitud, pero fue inspirador, un atenuente que me hizo soportar la carga, un momento que me hizo olvidar la efímera obsesión con la torre sur de Wewelburg, quizás solo era una droga corriente contenida en esa copa de oro, ya tendré tiempo de averiguar esa incógnita al volver al castillo. Tardamos unos días en llegar a la primera parada, el conductor se lo tomo con mucha calma y nos detuvimos en muchas ocasiones, Karl me explicó su afección de la vejiga, según él, tenía algún problema que le hacía tener que ir al menos cinco veces al excusado, ya sabía cuando necesitaba ir por el temblor de sus manos y el sudor frío que le brotaba, aunque en realidad el mal del que padecía estaba más relacionado con la botella de alcohol que escondía en su bolsillo, el pobre estaba siempre con la nariz roja y  con pútrido aliento, cosa que debía soportarle cada vez que tenía un ataque de megalomanía sobre su origen divino.

Nos detuvimos en varios poblados donde se pensaba que habían reliquias o zonas de poderes energéticos, el penúltimo de estos  viajes con Wiligut fue hacia finales de junio de 1938, en  Renania del norte, cerca de la ciudad de Detmold, allí en un bosque se levantan cinco enormes rocas de arenisca, llamadas Externsteine, no era la primera vez que observaba esas extrañas formaciones rocosas, fue donde tuve mi primer invernaje. Wiligut había logrado con su influencia convertir esas  extrañas formaciones rocosas en un lugar de adoración, era el solsticio de verano y los nazis usaban ese hermoso paraje para sus adoraciones paganas, en todos esos meses logre conocer las actividades de los Ahnenerbe, su pseudociencia y la búsqueda de explicación o pruebas físicas del delirio de sus líderes, pero incluso con sus mentes abiertas ya consideraban al benefactor de mis viajes como un maniático enfermo, mientras Karl observaba con emocion el ritual que hacían los jóvenes en torno a las rocas  pude escuchar un comentario, un balbuceo lejano de su superior de apellido Wolff conversando con uno de sus colegas  acerca  de que estaba cansado del loco borracho y que iría a investigar los antecedentes médicos para comprobar la salud mental del susodicho,  no me cupo duda interpretar de quien se trataba y sentí alivio, no porque le fuera a suceder nada a Wiligut sino por darme cuenta que  no tardarían en quitármelo de encima, antes que perdiera la paciencia y lo matase. Al fin termino el espectáculo, los vampiros no nos cansamos pero si nos aburrimos y ese día con tanta elocuencia y rituales pomposos  estaba agobiado, al entrar al vehículo Karl me preguntaba "¿que tal te parecido el evento?", mi fría mirada le respondió  y con tono jocoso me entrego un sobre diciéndome: "espero te prepares, porque vienen muchos otros maravillosos eventos...". aguante mi rabia, sabia que el borracho no intentaba irritarme con su sarcasmo, solo se sentía superior demostrandome su burdo conocimiento mitico, que patético, tome el sobre y dentro había un  calendario, al recorrerer por todas hojas una sonrisa de burla se me escapo, era  insólito, forzaban la adoración de  creencias paganas sustituyendo a otras del catolicismo, así el 6 de enero, Día de los Reyes Magos, lo sustituían por el "Día de los Tres Asires" El 22 de febrero, día de la fiesta del Trono de San Pedro, ahora era la "Fiesta del Trono de Tor." El miércoles de ceniza lo reemplazaron por el  "Día de Cenizas de Voden." El jueves santo, día de la institución del Santísimo Sacramento, se convertía en  el "Día de Consagración del Aceite de la Luz Nocturna." El día de Pascua de Resurrección se suplantaría con  el "Día de la diosa de la primavera Ostara"), el día de la Ascensión seria el "Día del Rescate del Martillo de Tor"y  la vigilia de Navidad lo sustituyeron por el "Cumpleaños de Baldur, dios de la Luz". Siendo yo  un antiguo representante de la inquisición me resultaba irónico como retornaban esas viejas creencias que ayude a exterminar. Los nazis  querían imponer una doctrina religiosa basada en fragmentos de otra fabricadas por los vampiros hace mucho tiempo atrás, no era la primera vez que ocurría algo así, después de todo los católicos impusieron por la fuerza su religión, pero en el caso nazi era tan burdas que daban risa.




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