Cimientos de guerra

Capitulo 7. Bajo amenaza

Ha estado lloviendo cerca de tres días, siento que la atmósfera intenta darme una advertencia o un mensaje, pero con los exámenes en mente no puedo concentrarme. Ayer una mujer salió del bosque, no pude verle el rostro debido al paraguas por lo que no sé quien podría haber sido, pero de algo estoy segura sé que no pertenece a la institución ya que no portaba el uniforme de estudiante ni de ningún empleado.

 Cuando llegó de inmediato se escuchó por los parlantes que requerían la presencia de Kevin en la dirección, quizás es algún familiar aunque lo dudo, nadie puede entrar así desde fuera sin un permiso; al menos que sea ¿Un gobernante? Es seguro ¿De dónde será? Pues no es de él de eso estoy convencida, el gobernante de Afriz ya está muerto y es conocido que aun no se ha elegido un reemplazo ni se harán elecciones por el momento, al igual ocurre en los territorios de Antirda e Irop. Solo queda entonces que debe ser el gobernante de Ocania o Esia, ya que el de Amira norte es un hombre.

—*Suspiro* Debería estar más atenta a los noticieros. Todo va tan rápido que no puedo procesar mucha información.

Al salir de mi habitación encuentro una nota clavada en la puerta que dice “Espero que estés preparada, iré por ti”; estoy más que segura que esta nota pertenece a Norilex. Sin apuro bajo y me encuentro con Esteban cuando un chico se le acerca dándole una nota dirigida hacia mí, al abrirlo se puede leer “Te estoy observando”.

— ¿Qué es esto? — Esteban me mira mostrándome el contenido de la nota.

—No le prestes atención, la loca compañera de cuarto que tengo anda detrás de mí como una cucaracha voladora. Aun no entiendo como no me ha atacado en la habitación. Debería buscar un repelente.

—Es seguro para no crear un gran alboroto. ¿No crees que esto sea muy obsesivo? Claramente te está amenazando.

—Ya no seguiré huyendo de ella, si quiere pelear que venga. Me tiene cansada con lo mismo de siempre.

—Si tu lo dices, es mejor que tengas cuidado.

***

Esteban se encuentra caminando rumbo a la sala de videojuegos luego de dejar a Marinep para cambiarse después de la clase de deportes y en su camino ve a Norilex, este se coloca detrás de ella y toca su hombro derecho ocasionando que ella de un pequeño brinco exclamando en sorpresa por el susto.

— ¿Qué? ¿Quién eres? No, ya sé quién eres, el amigo de la líder de Amira sur.

—Eres de primer año, por como estas molestando a mi amiga pensé que estarías en años superiores, pero solo eres una mocosa estúpida y codiciosa.

—No soy una mocosa tengo 13 años, además ¿No sabes quién soy? Asumo que no lo sabes por la forma en la que me estás hablando— Esteban no puede ver si está hablando en serio pues su rostro sin emociones no va para nada con el tono bullicioso con la que habla.

—…No me digas que tú también…

—Así que ya te distes cuenta, yo soy una…

—Una fan de Marinep— responde antes de que la chica termine la oración.

— ¿Disculpa?

—Claro, debí verlo antes.

—No, no estás entendiendo.

—Por supuesto que sí, aunque si eres una fan de ella no deberías ser tan tóxica.

—Yo no soy su fan ¡escúchame!

—Claro, claro, déjame decirte algo también soy fan de Marinep así que enorgullezcámonos con ella sin lastimarla.

—Eres un idiota.

—Le contaré a Marinep de inmediato ¡nos vemos!

Ignorándola se retira con una gran sonrisa pero que al voltear desaparece por completo dejando solo un rostro serio y con una gran ira reprimida. Conteniéndose para no lastimar a una niña tonta que juega con fuego sin saber que puede quemarse.

***

Una semana entera Norilex estuvo tras los paso de Marinep, aun así no pudo acercarse con éxito ya que Esteban no se desprendía de ella en ningún momento, salvo está que si quería acercarse a ella debía ser en los únicos lugares a los que este no podría acceder, como el vestidor de damas en el área de la cancha, los dormitorios femeninos y el baño de mujeres.

Marinep disfrutaba con Esteban de la deliciosa comida en el cafetín pero se excusa con él para ir al baño más cercano, el de sus dormitorios, es evidente que habrá gente en ella, lo que no se percató fue el tipo de gente. Norilex ya estaba dentro con otras cinco chicas, estas portaban bates del área de deportes para luchar  y una de ellas al ver entrar a Marinep le da un golpe en la espalda tirándola al suelo con un inmenso dolor.

— ¡Norilex! ¿Te has vuelto completamente loca?

—Te dije que iría tras de ti, que te estaba observando.

—…Has perdido la razón.

—Como no sabes lo grave que ha sido tu poca claridad de estar alerta te enseñaré para que aprendas el verdadero trabajo de un líder, bien chicas… a ella.

Las chicas se abalanzan contra Marinep, esta se levanta y comienza a esquivar los ataques, pero uno de las chicas golpea con éxito uno de sus costados esto ocasiona que Marinep comience a toser y su rostro se distorsiona de dolor. Al ver que las chicas se dirigen contra ella de nuevo como puede activa su poder, el campo de fuerza; con el poder de repulsión de esta las atacantes salen volando chocando contra las paredes y puertas del baño creando un gran escándalo. Una profesora que iba pasando toca a la puerta sin entrar y diciendo que no deben hacer alboroto.



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En el texto hay: fantasia urbana, conflictos, escolar

Editado: 11.03.2021

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