Cimientos de guerra

Capitulo 17. Proteger

El representante del territorio de Antirda intentó por todos los medios legales entrar en el territorio de Amira Sur pero el gobernante de esa tierra no le permitía el acceso, ya que, según él su presencia era considerada altamente peligrosa para su pueblo.

Por un sendero diferente en el bosque la madre de Marinep intenta llegar a Antirda sin mucha suerte, pues siempre es retenida por los seguidores que le habían dado la espalda a su líder y que ahora le mantenían constantemente vigilada bajo órdenes directas del gobernante. Así que sin más que hacer regresa a casa procurando no ser seguida ni vista por nadie.

Al entrar ve a su esposo esperándola al cual abraza con fuerza, pasado un rato enfocan su mirada en el niño de solo trece años que no deja de mirar al suelo. La mujer esboza para él una sonrisa que pueda reconfortarle, sin éxito el niño le devuelve una fría mirada y sin decir nada se limita a sentarse en el suelo. Los adultos van a la cocina, donde la mujer busca un botiquín de primeros auxilios y comienza a curar la herida en el hombro del hombre.

—Debe volver con su padre— dice en voz suave esperando que nadie pueda escucharlos.

— ¿Cómo quieres que haga eso? — responde el hombre dejando entreoír un enojo y dolor reprimido. —Esos imbéciles en el gobierno saben que el niño está aquí, solo están esperando que el líder de Antirda tome medidas ofensivas para excusarse en realizar una guerra sin sentido, eliminarnos de una vez por todas y ellos poder escoger los candidatos a líder en base a sus preferencias o ambiciones.

— ¿No puedes juntarte con los otros líderes y crear un plan para ello?

—No… ellos ya no están con vida, sus existencias eran demasiado peligrosa para seguir manteniéndolos cerca, por lo que los suprimieron.

Quedan en silencio un buen rato, sin saber que pensar o decir con respecto a lo que sucede. La atmósfera se vuelve mucho más pesada cuando ven al niño frente a ellos parado mirándoles fijamente antes de hablar.

—Inscríbanme en el instituto que están construyendo en el territorio neutral— dice el niño con su pequeña voz.

—No podemos hacer eso— se exalta la mujer. —Es demasiado peligroso, estarías en la mira enemiga y pondrías en aprieto más a tu padre.

—Mi padre morirá, no hay nada que se pueda hacer al respecto.

— ¿Por qué dices eso? — pregunta el líder. —Tu padre no se rendirá tan fácilmente.

—Mi padre está enfermo y yo en algún momento también lo estaré. Ha usado demasiado sus poderes a través de los años y solo se ha agravado mas su condición— su pequeño cuerpo comienza a temblar. —Quería verlo aunque sea solo un momento, poder hablarle… pero eso es imposible… no se podrá, si lo llamo por teléfono interceptaran la llamada y crearan una coartada en su contra.  Si es la única opción por favor adóptenme… solo espero que mi padre sepa cuanto los quise a ambos y ser un buen hijo para ustedes.

Al terminar de hablar el niño rompe a llorar, intentan consolarlo pero lo mejor que pueden hacer es dejar que llore tanto como quiera. El llanto trae de la cama a una niña de solo tres (3) años de edad con ojos  y cabello castaño oscuro, de tez un poco bronceada, que se acerca al niño y lo abraza.

—No llores, mira te presto mi muñeca o si quieres podemos dormir juntos con mamá y papá si tienes miedo— dice la niña tratando de ver el rostro del niño que se encuentra entre sus manos.

—Marinep cariño, vuelve a dormir, él estará bien es solo que  se siente un poco mal. Mira ¿Qué te parece si mañana vamos todos juntos a la prefectura para presentar al que será tu hermano mayor?

La niña salta de felicidad porque tendrá un hermano, lo abraza y se va a su dormitorio. El niño se muestra perplejo ante la decisión de la mujer pero al ver a su rostro la ve feliz y al hombre también.

La felicidad del niño duro hasta dos (2) años después cuando en las noticias hablan de la muerte del líder de Antirda quien murió de ahogamiento por una tos con sangre repentina durante una conferencia en su territorio que hablaba acerca de las políticas en ellas. Con su nueva familia se recupero rápidamente y al día del suceso el niño escucha el llamado de su territorio para ser el nuevo líder obteniendo con eso los poderes de la helada tierra, por lo que debía mantenerse aun mas alerta mientras estudiaba en el instituto.

Su vida fue armoniosa, compartiendo momentos familiares y momentos políticos con ellos. Hasta que un día a la edad de dieciséis años (16) comienza a presentar los síntomas de la enfermedad de su padre. Tras haber luchado contra los seguidores del gobernante de Amira Sur, para proteger a su líder que se encontraba tratando de sacar al gobernante del poder se vio indispuesto aun mas al utilizar los poderes de los canales que representan al territorio neutral, notando esto el Líder intenta la retirada pero el gobernante aprovecha la oportunidad suprime sus poderes y le dispara a quemarropa tomando así su vida.

—No veas mal esto joven— dice el hombre quien tenía salpicaduras de sangre en su cara. —Esto era algo que debió pasar hace mucho tiempo, los siguientes serán tu madre y tu hermanita por lo que te recomiendo que te quedes fuera de todo esto y dejes hacer mi trabajo en santa paz.

—Guardare tus palabras para el futuro… espero que te arrepientas hasta entonces— susurra el joven ante sus palabras.



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En el texto hay: fantasia urbana, conflictos, escolar

Editado: 11.03.2021

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