Cinderella Story ~ El joven mosquetero

~15~

Un día llegó el día temido por Klaus, llegando el hombre que los vio a ambos esa vez y dibujo a Dastan. Causando que el chico se deprimiera, no quería ni imaginarse tener algo como lo de su nuevo amigo.
-Gustave- saludo el hombre al vizconde.
-Pasa, te estábamos esperando- sonrió Gustave dejando pasar al hombre y este paso.
-Tarde porque quería que todo quedará perfecto. Ahora donde están los chicos- sonrió el hombre buscando a los antes mencionados.
-Llegaste justo cuando Pierre está limpiando la sala y Dastan leyendo- respondio y ambos fueron a la sala. Encontrando a los chicos como Gustave había prometido.
-Perfecto ahora necesito ver el rostro de Pierre impecable. Limpio y el de Dastan tambien- sonrió el hombre abriendo su maletín, para sacar parte de su contenido.
-Ya oyeron- dijo Gustave y ambos se fueron mientras los hombres conversaban.
•Tengo miedo• admitió Klaus con la mirada baja.
•Dudo que te lastime y si lo hace no será algo feo• contesto Dastan. El cual con el tiempo empezó a soltar poco a poco más palabras.
•Deberia ser valiente. Todos creen que nacer como danés te hace fuerte. Pero yo no me siento así• bajo la mirada Klaus.
•Sigues con mi padrastro. Eso ya te hace valiente y más porque no das señales de que hablas.
•¿Qué otra tengo? Los esclavos no valen nada. Hasta el puede hacer que me maten si lo desea y nadie diría nada.
•Puedes huir.
•¿Porque tú no huyes y le dices al mundo quien eres? Fácilmente puedes hacer que tú padrastro pierda hasta su titulo• preguntó Klaus y Dastan dejo de caminar.
•No me siento capaz de eso• ahora quién tenía la mirada baja era el.
•Conozco mucho ti. Quieren que sea tu, que tome tu lugar. Podrás hasta matarlo sin problemas. Yo lo haría, están llendo contra tu honor...• Y así iría contra mis principios. Mi padre me decía que tus principios son de las cosas mas importantes de las personas• lo interrumpió cuando llegaron donde iban a limpiar sus caras.
•Se me olvida que este país se rige diferente al mío. Y que no te enseñaron a qué la venganza puede ser buena.
•¿Porque tú no te defiendes? Están convirtiéndote en otra persona.
•No se. Sinceramente no lo sé• admitió Klaus pensando en una buena respuesta, para después empezar a limpiarse.
•Aun no encuentras algo que te haga pelear y sientas que valga la pena. Aquí eres tratado como un príncipe, pero tienes que cumplir con el precio. Que es tomar mi nombre. En mi caso, este es mi hogar. No soy capaz de dejarlo• remato Dastan y en silencio siguieron con lo que hacían y regresaban con el vizconde. Mientras Klaus pensaba en lo que dijo el francés y Dastan en lo del danés. 
-Que bueno que llegaron. Estaba hablando con el vizconde y creo que ya podemos empezar. Primero necesito dibujar las cicatrices- sonrió el hombre y empezó a trabajar.
Basándose en el rostro del dibujo y real para plasmar todas las cicatrices.
-Que raro. Ambos tienen una cicatriz parecida. Solo que Dastan la tiene un poco más marcada- dijo viendo una pequeña cicatriz horizontal que ambos tenían en el cachete.
-Imposible- dijo Gustave. Tomo al chico porque estaba sin marcas.
-Mire- las señalo mientras Gustave seguía intrigado.
-Mi señor, creo saber el motivo- contesto Dastan sintiendo la incomodidad de que Gustave checara su rostro.
-¿En serio Pierre?- preguntó Gustave aún descubriendo el motivo.
-Si mi señor. La cicatriz yo la tengo porque hace mucho me enseñaron algo de arquería- contesto viendo hacia otro lado.
-Arqueria- repitió como si esa respuesta valiera mucho.
-Si mi señor. Puede que ese sea el motivo- siguió Dastan mientras el hombre se seguía sorprendiendo. Cuanto más sabía del chico más lo intrigaba y más por el punto en cómo hablo con respeto, propiedad y sin emociones.
-Puede que sea el motivo, pensándolo bien- dijo para evitar mostrar su sorpresa.
-Continua. Ya te ahorraste una cicatriz- dijo Gustave como si no fuera la más pequeña y discreta de todas.
-Sera mejor que continúe con mi trabajo- dijo el hombre y sin más termino de dibujar todas las cicatrices.
-Estas son todas- dijo viendo su trabajo. Quedó muy bien.
-Se ven muy rectas- dijo Gustave serio.
-Es que también las del otro chico son muy rectas. Y por lo que le pregunté fueron hechas con una daga. Y el que las hizo tuvo una muy buena precisión… 
~Pero bueno, siento que a usted no le interesa mi descubrimiento. Así que ahora sigue lo de usar la tintura especial que durará en el rostro del chico un buen tiempo y que será de base para futuros retoques- dijo el hombre sacando un recipiente de madera. Sacar polvo de el y mezclarlo con algo de agua. Hasta formar una pasta que después aplicó en el chico.
-Necesitamos esperar a que se seque la tintura- dijo cuando terminó.
-Se me hace algo rara la tintura- dijo Gustave viendo sorprendido el recipiente el cual podía pasar como una decoración más. Aunque Dastan sabía que era porque su padre le había dicho.
-Se llama henna y es del oriente. Dura en la piel mucho tiempo el color y ahí lo usan con fines decorativos y ceremoniales- contesto el hombre y Gustave preguntó más de ella.

-Bueno creo que ya se seco esto. Será mejor retirarla- cambio el tema el hombre y empezó a quitar la pasta ya seca. Para dejar en su lugar marcas de café algo claro en su lugar.
-Por más que quieran no se podrá quitar más que con el tiempo- advirtió el hombre mostrando que no se quitaba pasando su mano.
-¿Bueno que sigue?- preguntó Gustave aún intrigado por la tintura.
-Ahora queda mostrarle como poner las cicatrices falsas- dijo el hombre y empezó a ponerlas mientras explicaba como lo hacía.
-Y quedaría así- dijo el hombre cuando terminó. Aunque se veía que eran falsas comparándolas con las reales, podían pasar si no se les pretaba tanta atención.
-Se ven muy reales- sonrio Gustave admirando el trabajo.
-Gracias vizconde. Ahora vendré cada cierto tiempo para ver cómo la cosa progresa. Avisare cuando vendré y también vendré por si se requiere hacer retoques o cambiar piezas. O por si puedo mejorar algo. Y si avisaré también mi motivo al que vendre- dijo el hombre respondiendo todas las dudas que sentía que el vizconde podría tener.
-Perfecto. Ahora como se quita todo- preguntó Gustave y el hombre quito todo explicando cada paso.
-Perfecto. Gracias de nuevo por venir- se despidió Gustave mientras el hombre guardaba sus cosas.
-No hay de que- sonrió el hombre y al poco tiempo ya estaba saliendo de la propiedad.
-Dastan puede que pronto salgas… Pierre has tu trabajo. Estás más que atrasado y tuve que correr a una que se encargaba de limpiar la casa, Ágata creo. Tomarás sus obligaciones- dijo y se marcho Gustave. Y empezando ahora sí a distanciar sin querer más a los chicos. Y haciendo que Dastan trabajará más y durmiera menos.



#18410 en Otros

En el texto hay: cenicienta, mosquetero

Editado: 19.04.2022

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