Jonathan, Anton y Cisne salieron de la enfermería para juntarse en el cuartel general junto a Marco con el fin de planear el ataque a las torres de Mendoza para declarar oficialmente la batalla final – Muy bien, escucho propuestas – dijo Anton – Opino que debemos atacar por dos blancos, de sorpresa a la torre derecha e izquierda con dos tanques creados por Cisne de cada lado, sin duda eso será impecable – propuso Marco – Tiene demasiadas fallas, deben tener sistemas de defensa en cada torre lo que no nos favorecerá dividirnos de esa forma, consolidar un ataque unido seria lo mejor para debilitar poco a poco sus fuerzas – trato de corregir Jonathan – Pero tienen más tropas y con los libros y libreros quienes cederían con el paso del tiempo seriamos nosotros, debemos hallar una forma de separar sus tropas – Refuto ambas ideas Anton - ¡Tres divisiones! - Gritó cisne - ¿Tres? ¿Cómo sería eso? – Dijo Marco – Si, uno principal que distraerá gran parte del ejercito como decía Jonathan, mientras dos grupos más pequeños emboscaran cada Torre – propuso Cisne - ¡Es perfecto! Cada subgrupo ira acompañado de uno de los helicópteros para comenzar a debilitar la torre mientras nuestros soldados entran – Dijo Anton – Muy bien, pero ¿Cómo nos dividiremos los puestos? – Lo más prudente es que yo me encargue de retener al ejército del libro, Anton y Jonathan vayan cada uno por una torre – dijo Marco - ¿Estás seguro? – preguntó sorprendido Anton - Claro, me encargare de la defensa junto a Zahra, no se preocupen - Afirmo Marco – perfecto, y tu Cisne te necesito en la parte de atrás para que con tu magia puedas encargarte de los peligros inesperados – dijo Anton para dar finalizada la planeación del ataque, no obstante faltaba la preparación de todo el armamento que utilizarían.
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Editado: 15.08.2024