Cita con un Desconocido

Prologo

Carolina del Norte 2020

Verano

Observé detenidamente el papel que mi esposo había lanzado como frisby a mi rostro, y leí con sumo cuidado las letras que estaban escrita. Levanté la vista con asombró al ver que después de seis tormentosos años decidió darle fin al calvario que ambos estábamos viviendo.

— ¿Es enserio lo que está escrito aquí o es un truco de tú parte? — pregunté con miedo de alterarlo o que lanzará mi nuevo jarrón que mi amiga Dayana me había regalado de su viaje con su esposo Max. Antonio suspiro como si se aburriera de oír mi voz y tragó saliva. — ¿Y bien?

— Eres libre Heather. — respondió con felicidad fingida. — Quiero que lo firmes lo antes posible, ya quede con mi prometida de casarme el próximo mes y no quiero que nada nos detenga para cuando nos mudemos a Canadá. Realmente quiero ser feliz.

Tomé la pluma que estaba en la mesa y la firme una por una deseando que fuera jueves y acabar de una buena vez toda esta basura que ambos nos empeñamos por mantener. Antonio tomó el papel y reviso hoja por hoja y sonrió con alegría luego de seis años.

— Nos vemos este jueves Heather.

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El jueves llego más rápido de lo que habia deseado, me puse un saco de color azul, unos tacones bajo y deje mi cabello suelto queria que bailará por mi al son del viento. Azucena palmeo mi espalda al verme, sonreí de lado. Azucena quiso mantener una expresión fría al ver a su ex-cuñado pero estaba fallando en el intento y se maldijo por lo bajo por ser una mala abogada y dejar que sus emociones hablarán por ella. Me encongi de hombros y entre a la sala.

El juez abrio los ojos al ver que ambos hablamos con normalidad como si estuvieramos hablando del clima, no hubo gritos, reclamos o llanto de por medio solo dijimos nuestros acuerdos y esperamos que el juez diera su falló.

— La propiedad que se encuentra en el centro de la ciudad se vendera en un termino de treinta días y se le dara el treinta por ciento de la venta a la señora Heather. Caso cerrado.

No vi la espalda de Antonio y lo agradeci en mis adentros no queria ver como el estaba empezando una nueva historia y yo seguía atada al pasado, mi hermana me abrazó y me dijo que fueramos a comer pero no tenia ánimo de nada ni siquiera lo estaba para poder vivir. Llegué a mi apartamento y un frió estremecio todo mi cuerpo, me sente en el sofá y vi la foto que estaba en la mesa; en eso vi la foto de nuestra boda. ¿Cómo habia cambiado todo en un abrir y cerrar de ojos?. 

¿En que momento el me habia dejado de amar?, ¿Qué habia hecho mal para merecer sus malas palabras, sus desprecios y su odio? 

Porque una cosa es algo que te desagrada y no te gusta: Yo por ejemplo odio el café pero asi el intento de tomar aunque sea media taza para tener algo de energía en la oficina, pero llegar a odiar porque asi era estar con Antonio era ver todos los dias el odio en sus ojos, ver como dos veces habia intentado golpearme porque me detestaba. ¿Cuándo el dejo de decir mi amor para decirme eres una maldita?

Limpie mis lagrimas y me levante del sofa no podia dejar que el tiempo bailara encima de mi cuerpo mientras maldecia mi mala suerte. Tiré las pocas camisas que el habia dejado, quemé nuestras fotos, todo lo que me ataba a el lo tiré a la basura, tenia que empezar desde cero y lo iba a conseguir. Y si esta vez no habia tenido suerte en el amor sabia que pronto lo encontraria.

— Yo también merezco ser amada.

 

 

 




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