Seis meses después.
Hubo un momento que pensé que me iba a quebrar al no sentir la presencia de Antonio, pero fue todo lo contrario es cuando más feliz me senti, casi de vez en cuando salia a caminar a tomar algo de aire después del trabajo y no es que amara estar en mi casa pero necesitaba algo de libertad. después de tener mi parte de la venta decidí mudarme y también empezar algo nuevo. Pero sentia algo más me faltaba pero no sabia que era exactamente.
— Necesitas un amante. — habló Dayana con picardía mientras le sacaba copias a unos documentos que tenia que haber entregado hace unas horas atras. — Heather aún estas joven, ¿Cuál es tú edad que se me fue el avión?
— Y asi te hace llamar mi mejor amiga de todo el mundo mundial. — respondí con diversión en la voz, y más rei en voz baja al ver la pena en su rostro. — tengo 35, y si me siento joven pero no creo que este preparada para estar en una nueva relación y más con la porquería de matrimonio que tuve.
Tomé mis papeles siendo seguida por Dayana quién sonaba sus grandes tacones en la oficina, algunos compañeros se asombraba de la extraña amistad que teniamos ya que ambas eramos tan distinta que el sol y la luna. Dayana De Robinson era una mujer de piel trigueña, de una hermosa cabellera negra y unos ojos cafés más claro que sus dientes; Su personalidad era más refrescante que un enjuague bucal despues de cepillarte los dientes, coqueta y atrevida como nadie, pero alguien de un gran corazón. Quién un tímido y torpe ingeniero se enamoró perdidamente en una fiesta de año nuevo que mágicamente ella se habia colado gracias a sus dotes para hacer amigos, y luego de tres años casado estaban esperando a su primer bebé quién ella sin importar el lugar mostraba su pancita de tres meses con orgullo. Todo lo contrario, a mi. Era pálida como una hoja de papel, de estatura promedio, cabello rizado o Dayana (rebelde sin causa) y ojos verdes como mi madre. Si pudiera describirme seria; Responsable, buena cocinera y pésima para hacer amigos. Pero ahi estaba Dayana mi mejor amiga de la universidad para darme un empujón en todo, excepto para presentarme al estúpido de su primo que más tarde fue mi esposo o más bien ex-esposo.
Algo que agradecía de Dayana enormemente es que desde que habia acabado mi matrimonio no volvió a mencionar su nombre. Le entregue mis hojas a mi superior y me sente en mi silla cuando Dayana miro ambos lados mientras sonreia como una niña que estaba a punto de hacer una travesura y realmente temi por mi vida.
— Cuando salgamos de esta prisión vamos hacer algo muy emocionante.
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Miré a Dayana con incredulidad en los ojos mientras buscaba una foto de mi ordenador, ni siquiera habia abierto mi boca y ya me estaba registrando en una página de cita, la empuje de mi silla giratoria mientras esta chillaba con emoción como una niña.
— ¿Acaso has perdido la razón? — pregunté asustada al ver como habia elegido una foto de un baile que habiamos tenido en navidad, tenia que admitir que me miraba linda con ese vestido rojo, pero esa foto me traia malos recuerdo porque fue ese dia que descubri que Antonio tenia una amante. Esa fue la peor navidad que pude haber tenido en mi vida. — Day te agradezco que no quieres verme hablando con las paredes o con el gato de mi vecina Polly, pero no estoy segura de que esto vaya a funcionar además no me da tanta confianza hablar con un desconocido.
— ¿Y si esa persona que esta al otro lado del ordenador es el amor de tu vida? — sonrió con alegría. — He visto varios programas de personas que se conocen en linea y encuentra su principe azul, y quizás esta vez te toque a ti vivir tu propia historia de cuento de hadas. — Dayana tomó mis manos. — Dejame darle click y deja que la magia del internet lo haga por si solo.
Suspiré rendida ademas que me emocionaba la idea de hacer algo nuevo.
— Esta bien Daya dale click pero si me sale un viejo pervertido me invitas a los mejores restaurantes de la ciudad.
— ¡Te lo prometo!
Dayana le dio click y cuando vi ya estaba en esa pagina de citas, senti vergüenza al ver como en menos de tres minutos tenia dos solicitudes para querer conocerme; Dayana y yo nos vimos con una sonrisa pero dejamos que las horas siguieran haciendo lo suyo. Conversamos como dos horas hasta que su esposo llego y se unió a la conversación. Despedi al matrimonio para darme un baño, cuando sali vi mi computadora encendida y con la página de citas abierta en menos de tres horas tenia veinte solicitudes, quise apagar el ordenador pero pudo más mi curiosidad y empecé a ver los posibles galanes pero ninguno llamó mi atención, hasta que vi uno que me gusto quise ver su perfil pero en lugar de eso le di me gusta a la imagen y automáticamente dio "Match". Me cubri la boca cuando vi que tenia un mensaje de él.
— Gracias por haberme aceptado la solicitud
Observé que estaba en verde el chat y mis manos temblaron.
— Perdón, la verdad no queria hacerlo. Fue sin querer
Me golpeé la frente al decir eso y pensé que el me iba a eliminar por lo que habia dicho, este dejo de escribir pero al cabo de dos minutos respondió.
— Me gustan las personas sinceras, y debo de confensarte que estoy en esta página por mis padres creo que ellos me quieren fuera de su casa. :( . Descuida podemos empezar desde cero, ¿Qué te parece?