Capítulo -26-

-Se acerca el final de la historia-

POV Jordán

— ¿Estás casi lista?.-Llame desde el fondo de las escaleras-.

— Sí, sí. Sólo un segundo.-Gritó ella-.

Me encogí de hombros y regrese al sofá, dejándome caer en él. ¿Por qué tardaba tanto?
Después de esperar otros diez minutos, decidí que era hora de ir allí y ver cómo estaba. Subí las escaleras rápidamente, y la llamé.

— Amber? ¿Te encuentras bien?.-Le pregunté, tratando de evitar pensar que ella tal vez estuviera detrás de la puerta solo en sujetador y jeans. No había respuesta-.Amber?

No había sonido, así que abrí la puerta. El cuarto de Amber estaba vacío. ¿Estaba escondida o algo así? Busqué en los armarios y debajo de la cama pero ella no estaba en ningún lugar.

—Mierda.-Dije empezando a sentir pánico-.

Saqué mi teléfono y marqué su número. Una canción llenó la habitación, haciéndome saltar. Su teléfono estaba recostado en su cama. ¿Dónde podría haber ido? Era como si se hubiera desvanecido en el aire, pero eso no era posible.

Entonces vi la ventana abierta con las cortinas hacia fuera, tal vez ella había vuelto a la casa de Carlos, pero no quería que yo supiera que se escapó. Me fui corriendo hacia las escaleras, ella me pudo haber dicho en lugar de preocuparme. Me metí a mi coche y comencé a conducir hacia la casa de Carlos, yo sólo tenía que ver si se encontraba bien, si quería hablar con él, ella podía pero había un asesino suelto que iba detrás de Amber, sentía como si ella fuera mi responsabilidad.

POV Amber

Después de que ató el pañuelo alrededor de mi boca, se apoderó de mis brazos y me arrastró por los pies. Lo ataqué, le di puñetazos y arañé su cara tratando de escapar, pero él ni siquiera retrocedió, él me dio la vuelta y comenzó a atar fácilmente mis brazos a mi espalda.

— Tonta..... Sí que eres tonta.-Él río. Traté de gritar para pedir ayuda, pero salió como un murmullo. Nadie me oiría de todos modos, no había nadie aquí. Todavía trate de luchar, pero él era demasiado fuerte-.
Él me empujó de nuevo a la tierra. Me dolió más de lo que normalmente lo haría por el hecho de que no podía usar mis brazos. Después, se arrodilló delante de mí, y quito el cabello de mi cara. Mi cuerpo estaba temblando y no podía decir si era por el miedo o el frío.

— Oh, Amber.-Susurró, acariciando mi rostro. Me estremecí y me aleje, no quería que me tocar-. Si no quieres que te pase nada, no te alejes.-Se rió-.¿Quieres oír la historia?.-Se acercó a mi cara-.Quieres saber cómo fue que maté a tu mejor amigo?.- Él entonces comenzó a gritar como un loco-.DIME, QUIERES SABER COMO LE ROMPÍ LAS PIERNAS? COMO LA APUÑALE? COMO LO PATEE? COMO LO GOLPEE? DIME, QUIERES SABER COMO.-Guardo silencio un momento y luego hablo-COMO LE QUITE LA VIDA?.-Sonrió de una forma macabra-. 
Puse mi frente en el suelo, mi cabello caía sobre mi cara y se extendía alrededor sobre la hierba, con los brazos atados a la espalda, yo estaba sola con un asesino. Si me levantaba y corría me iba a atrapar y probablemente me mataría pero, si me quedaba aquí, también me iba a matar. No tenía más remedio. Yo iba a morir.
Pronto me arrepentí de salir de la casa sin decirle a Jordán. Yo debería de haberlo pensado antes de salir, debí de saber que tal vez era un truco.

Moví mis labios y poco a poco fui quitando el pañuelo de mi boca. Lo primero que hice fue gritar, pero era inútil y estúpido.

— Steven, por favor.-Le rogué viéndolo hacia arriba-.Por favor, no hagas esto.

— Pero si tu amabas a tu pequeño amigo Alex, no te gustaría estar con él de nuevo, no te gustaría verlo?.-Se rió, sin darse cuenta de que el pañuelo estaba alrededor de mi cuello y no de mi boca.

— Por favor.-Dije una vez más-.

— No te preocupes.-Dijo en voz baja-. Todo terminará pronto.

Traté de contener los sollozos mientras esperaba mi muerte. ¿Por qué el simplemente no se apuraba y lo hacía? Steven se quedó allí con las manos en los bolsillos, balanceándose hacia adelante y hacia atrás sobre sus pies. Me quedé allí, en el suelo, mirando alrededor, esperando y rezando para que Jordán o alguien vinieran, pero que no iba a suceder. Él no sabía que yo estaba aquí.

Aparté la vista del bosque y mire fijamente hacia el gran árbol, recordando los tiempos en que Alex y yo pasamos allí. Nos reuniríamos pronto de todos modos. En cualquier otro momento, pensando en ver a Alex una vez más me emocionaba, pero últimamente, mi vida se había comenzado a alentarse recordándome el pasado, era como... era como si yo no quería ver a Alex si eso significaba que tenía que morir.