Angelo me comenta acerca de la situaciones que vivió mientras estuvimos separados hace diez años. Él también sufrió mucho y también explica cómo fue capturado por el rey.
— ¿Qué hiciste durante estos años?— digo.
— Después de separarnos decidí volver con mi familia al antiguo templo de los guardianes de oro, todo esta bien, pero me emboscaron a mi y mi familia. Ellos fueron capturados por el rey y ellos me amenazaron con matarlos si no hacía lo que me pedía; aterrorizar pueblos, ayudar a hurtar la comida de la gente honrada, matar a diestra y siniestra como si valiera basura para ellos. Terminé el trabajo y no soltaron a mi familia, las torturaron y asesinaron enfrente de mí y luego fue que metieron a ese demonio a mi cabeza— dice llorando.
Trato de calmarlo como puedo, pero esto es parte de lo que sufrimos al formar parte de este equipo, los dones nos escogieron por una razón y ahora debemos cumplirla. Hyridius me dice que ya estamos llegando a la isla central. Bajamos con Angelo para aterrizar en la terraza y distraer a los guardias que protegen la torre.
—Ahora que hacemos — dice Angelo.
— Ingresar y obtener algún dato que nos sirva— digo.
Bajamos lentamente por las gradas, en la noche la seguridad es cada vez más fuerte y no podemos darnos el lujo de dejar que nos descubran. Poco a poco noqueamos a los guardias hasta llegar a la sala principal del rey. Entramos y podemos ver una habitación lujosa con varias amueblados peludos y también un libro que parece ser de hechizos.
— Vamos a ver— susurro.
El libro parece pertenecer a Atlas, ya que su nombre lo dice en la portada, algunos textos están escritos en una antigua lengua y el resto si podemos leerlo. Lo que me parece curioso es lo que está tachado con colorante, puede ser los conjuros para poder convocar algo, pero necesita algunos elementos.
— Intrusos— grita alguien.
Al voltearme a ver puedo ver que es uno de los ángeles demoníacos.
— Quieres pelear— digo mientras saco mi espada.
— Espero traigan sus amuletos— dice.
— Recuerdame tu nombre— dice Angelo.
— Esteban—
En ese momento se abre un portal que Esteban nos empuja, al cruzarlo puedo ver que nos tira a una isla más arriba de la isla central.
— Disculpen, pero debemos pelear en un ambiente que podamos dominar— digo.
— Tranquilo, no perderemos— digo.
En ese momento Esteban logró invocar árboles que nos empiezan atacar, comienzo a podarlos con mi espada e invoco al dragón de hielo para que los congele, Angelo remata con el poder de gaia.
— Prueba fácil— dice Esteban.
En ese momento saca su espada, pero es una espada de rafága de luz y eso puede ser un problema porque nos puede asesinar fácilmente.
Lanzó el ataque de tierra para que Angelo use su ataque de Gaia y así intensificar nuestro poder, pero Esteban con un simple movimiento de arriba y abajo logra paralizarlos.
— Patético —dice.
La isla ahora se convierte en tres simples pedazos de terreno en el cual tenemos que combatir. Utilizó al dragón aire y trueno para atacar, pero este usa un escudo de luz.
— ¿Cómo es posible ?— dice Angelo.
— Soy un ángel y demonio, puedo usar ambos poderes para mi beneficio—
— Usa tu amuleto— digo.
En ese momento usó la combinación dragón tierra multiplicado para atacar, pero este lo desvía a Angelo, justo como lo planee.
— Poder de arena— dice.
— ¿Cómo?— dice Esteban.
— Mi amuleto me permite convertir la tierra en elementos más suaves. No cuestiones al rey de la tierra— dice pretencioso.
— Esteban, ya dinos que planea el rey— digo.
— Solo quiere lo mejor para el reino— dice.
En ese momento los pedazos de tierra son destruidos y nosotros caemos, invoco a Hyridius para que podamos irnos con facilidad.
— Rayos— digo.
— No tenemos el libro como prueba— dice Angelo.
— No, pero si tenemos la recolección de Syrus— digo.
— ¿A qué te refieres?— dice Angelo.
— Atlas podrá detectar la magia que captó Hyridius mientras es una carta—
— Buen plan— dice Angelo.
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Editado: 28.03.2023