Clan Dracul: amor prohibido - Libro 1

Capitulo 8

Katherine

- ¿Qué haces por aquí? – por fin algo que me alegra, lo hice pasar de inmediato.

- Katherine – Henry me llamó - más tarde tengo que salir para que no te demores con tu visita – que seriedad – ¿Me entendiste?

- Si entendí – lo dije con los dientes apretados.

- Iré a mi cuarto – se fue furioso, *qué raro su comportamiento*.

- Logan – Eleanor se acercó a nosotros.

- Hola Ele, que gusto verte – hicieron el saludo vampiral.

- Lo mismo digo – se sonrieron.

Oh Luis está aquí, creí que se había ido con Henry.

- Luis, te presento a mi novio – lo miro.

- Un gusto – leí sus pensamientos, la visita de Logan no le agrada para nada – iré donde Henry - se fue sin más.

- Qué raro son esos chicos – me dice Logan con una ceja levantada.

- Sí, pero no les prestes atención – me alcé de hombros – vamos a donde no nos interrumpan – lo tomo de la mano.

* * * * *

Drácula

Controlar a cinco vampiras no es tarea fácil, cada una tiene personalidades y genios diferentes, con la que más tengo que batallar es con mi hija menor, ella es incontrolable, no sé a quién salió porque a mí no. A parte de ser una de las vampiras más rebeldes de la historia está condenada por nuestro clan enemigo, para que pueda terminar con esa condena tenemos que acabar con el clan Brasov … La puerta de mi despacho se abre bruscamente para dejar ver a mi hermano Paul ¿El que hace aquí? ¿No debería de estar con mis hijas?

- Lucían, tenemos que hablar – su cara me preocupa.

- Primero – me levanto de donde me encuentro sentado - ¿Por qué no estas con mis hijas?

- En estos momentos están laborando perfectamente; así que no tengo necesidad de estar con ellas, además me he tomado unas vacaciones bastante largas – asiento lentamente.

- Bien. ¿Qué tienes para decir?

- Belinda volvió – creo que quedé más pálido de lo que ya soy, la impresión fue tan grande que hizo que me sentara.

- Eso es imposible – el negaba.

- Quisiera decirte que es mentira, pero no lo es – torció los labios.

- ¿Dónde la viste? ¿Por qué regresó después de 242 años?

- La vi en el c’ber – se sentó frente a mí – y vino a recuperar a Katherine.

- Eso no lo voy a permitir – mis ojos se tornaron negros – no se va acercar a mi hija – mis colmillos salieron de la furia.

- Hermano cálmate.

- Como me voy a calmar sabiendo que esa mujer abandonó a su hija recién nacida y separándola de su hermano gemelo – me levanto y empiezo a caminar de un lado a otro – Katherine cree que su madre está muerta ¿Ahora qué le diré? Paul la conoces, me va a odiar por ocultarle la verdad.

- Sabías que esto iba a pasar tarde o temprano.

- Pero no ahora – grito leve – Katherine no va a saber de esto.

- Tienes que aceptar lo que está pasando – torció los labios.

- Primero muerto – lo miré fijamente – cierto soy inmortal, eso no puede pasar – digo firme.

- Aunque no lo quieras aceptar, sabes que Katherine tarde o temprano se va a enterar.

- La mantendré alejada de Rumania hasta que Belinda se largue de aquí.

- Eso será imposible – se acomodó en su silla.

- ¿Por qué? – me confundí.

- Ella está aquí para quedarse y llegará al castillo en media hora – mira su reloj.

 

- ¿Que?.

* * * * * *

Henry

Cuando realmente voy hacer alguna cosa de corazón siempre hay algo que me lo arruina, esta vez fue el novio de Katherine ¿Cómo no lo supuse antes? soy tan idiota.

Un largo rato he estado sumergido en mis pensamientos cuando alguien me saca de ellos entrando a mi cuarto sin tocar.

- Henry – no lo miro.

- ¿Qué quieres Luis? – siento que se acerca, se sienta en mi cama y se acomoda bien.

- Vengo a ver cómo estas – si el supiera como me siento en estos momento, que no entiendo porque me siento así.

- Estoy bien – sigo sin mirarlo

- Mírame y dime que estas bien – lo miré sin expresión alguna.

- Estoy bien – vuelvo a repetir.

- Eso ni tú te lo crees – me dice – bro, te conozco muy bien y sé cuándo estas mintiendo. No te sientas mal, no sabías que ella tiene novio.

- Nos besamos – suelto de repente esta vez mirándolo.

- Uffff, eso sí no me lo esperaba, ahora sí puedo comprender tu actitud – veo que sonríe - creo que lo que estas sintiendo va más allá de un gusto.

- No es cierto – realmente no lo quiero aceptar.

- No te voy obligar a que lo digas. Solo te voy a decir que no te dejes sacar del camino tan fácil.

- Yo también estoy en una relación – le recuerdo.

- Déjame recordarte que a Taylor no la amas.

- No me importa, de igual forma es mi novia – como quisiera que no lo fuera.

- Lo único que te voy a decir es que si no te apresuras no veras ni rastros de Katherine – se levanta de la cama sin decir otra palabra, caminó hasta la puerta para abrirla y finalmente salir de mi cuarto. Esto que está pasando es tan confuso.

* * * * * *

Belinda

Es imperdonable que una madre abandone a su hijo/a y después regrese como si nada hubiese pasado. Eso no me importa, vengo a recuperar a mi hija y no me importa nada, si es necesario enfrentarme a Drácula, lo haré … Lucían me va a escuchar, he llegado para quedarme.

*

La gran puerta principal del castillo de los Dracul se abre lentamente para dejar ver a una señora ya de edad, pero bastante conservada *como no, si es vampira*, la reconozco aquí y en cualquier parte.

- ¿Belinda? – se sorprende al verme.

- Hola Tatiana – le muestro una sonrisa sin dientes.

- ¿Qué haces aquí?

- Vengo hablar con el conde Drácula, déjame pasar – iba a entrar, pero no me dejó – necesito entrar.



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En el texto hay: vampiros

Editado: 06.12.2023

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