Clan Dracul: amor prohibido - Libro 1

Capitulo 11

Katherine

Hace dos días desde que llegamos a Londres la energía en esta mansión va de mal en peor. Ha sido una tortura trabajar con Henry, trato que todo salga bien, pero se me hace imposible, nos tratamos como si nos odiáramos … Los chicos se encontraban ensayando hasta tarde en el estudio de grabación con uno de sus productores. Entramos a la casa en completo silencio hasta que me detuve en las escaleras y miro a Henry en algún momento tenemos que dirigirnos la palabra.

  • Iré a mi alcoba a descansar, si necesitas algo no dudes en decirme.

Sea lo que sea tenía que decirle eso y necesito ir ya a mi alcoba para poder salir por la ventana e irme a cazar al primer mortal que encuentre.

  • De ti no necesito nada, ni lo necesitaré – veo como aprieta la mandíbula – lárgate de aquí que no te quiero ver.

Empiezo a sentir algo tan raro dentro de mi ¡No puede ser estoy sintiendo dolor! Soy fuerte y no le voy a demostrar que me hirió en lo más profundo, aunque mi cara en estos momentos descifra lo que estoy sintiendo realmente. Suspiro lentamente dando media vuelta y subo las escaleras sin prestar atención a los llamados de los demás.

 

 

* * * * * *

Henry

El desespero de no tenerla me pone así, vamos a cumplir tres meses de conocernos y estoy sintiendo cosas muy profundas por ella, puedo admitir que se ha metido tanto en mi corazón que por ella soy capaz de dejarlo todo.

Después de los premios todo cambió entre nosotros, ahora no sé cómo acércame a ella sin discutir por todo.

  • ¿Qué te pasa idiota? – Bárbara me hizo mirarla – podemos estar trabajando para ustedes, pero eso no te da el derecho de tratar mal a ninguna de nosotras, en este caso a mi hermana Katherine – se acerca a mí, siento un poco de escalofrió con su mirada – te voy advertir una cosa.

¿Soy yo o sus ojos cambiaron de color?

  • Es mi hermana menor, odio verla mal; así que te digo, que si vuelvo a ver que la tratas como se te da la gana, no dudaré en arrancarte con mis propias manos lo que tienes entre las piernas – se da vuelta para irse su habitación junto a sus hermanas.

Miré a los chicos sin decir una sola palabra, estos solo me miraban negando con la cabeza ¿Fue tan malo lo que dije? Ellos se fueron de la sala donde nos encontrábamos para finalmente dejarme completamente solo con mis pensamientos.

 

* * * * * *

Katherine

No creo que pueda continuar aquí con todo lo que está pasando. La actitud de Henry no sé si la pueda soportar más tiempo.

  • Hermana vamos a cazar – me comunica Perrie entrando a mi alcoba con mis otras hermanas.
  • Ya no iré con ustedes – me incorporo en esta cama tan incómoda.
  • Tienes que alimentarte – en esta ocasión habla Danielle.
  • ¿Qué acabo de decir? – alzo una ceja con seriedad – en estos momentos no quiero hacer nada – por mucho que necesite cazar no lo haré.
  • Pe…- interrumpí a Bárbara antes que terminara su frase.
  • Por Drácula, que no – me alteré.
  • Está bien, no te vamos a insistir, pero lo que si diré es que no te dejaremos sin alimento – Bárbara se acerca a mí – te traeremos sangre.
  • Si es de humano mejor – digo, las cuatro me miraron serias – bien, de animal – ruedo los ojos.

Estas salen de la alcoba por mi ventana, me tiro a la cama pensando un poco en lo sucedido hace unos minutos. Dejo de pensar para levantarme rápidamente de la cama para salir de la alcoba, miro a todos lados para ver si no hay nadie y efectivamente, no me tropezaré con nadie en el camino.

*

*

*

Entro a la sala donde ensayan los chicos, allí se encuentra un piano *mi instrumento favorito*. Recuerdo cuando mi padre me regaló mi primer piano en el siglo XVIII en el año 1.779 al yo tener 8 años de edad. Me sentaba en ese gran piano y recitaba hermosas melodías de Mozart para mi padre. Me senté con el piano frente a mí y recordé esas majestuosas piezas que tocaba en mi niñez … Termino de tocar mirando a un punto fijo.

  • Henry, no puedo enamorarme de ti – hablo en voz alta – no quiero que salgas lastimado, no dejaré que nada malo te suceda – suspiro bajando la tapa del piano - ¿Podré vivir sin ti?

* * * * * *

Henry

Necesitaba ir a la cocina por un vaso de agua, pero mis pasos son interrumpidos al escuchar una hermosa melodía. Wow ¿Quién toca tan hermoso? Me acerco a la sala de ensayo y abro un poco la puerta para ver quien toca así. ¡Es Katherine! Toca hermosísimo … La escucho decir algo tan extraño ¿En que no quiere que salga lastimado? Hasta en eso es extraña, pero hay algo en la cual si coincidimos, tampoco sé si podré vivir sin ella.

 

* * * * * *

 

Katherine


8 de la mañana y aun no estoy haciendo mis labores, esto tiene un porque y es que iré de rapidez a Rumania en busca de mi padre. Tomé mi capa la cual tenía muy bien guardada en mi maleta *la uso solo cuando necesito volar de un país a otro, eso nos da más equilibrio* … Salgo de mi alcoba para poder salir lo más rápido de esta casa. Bajo las escaleras obteniendo las miradas de todos, los chicos me miran raro *para lo que me importa*, mis hermanas me miran serias.

  • Hey hey – empezó a decir Bárbara una vez que se acercaron a mí - ¿Por qué traes la capa? ¿Acaso quieres que se enteren que somos vampiras? – pregunta en tono bajo.
  • Voy a salir – esquivo su pregunta caminando a la puerta y ellas van tras de mí.
  • Te repito la pregunta ¿Por qué traes la capa? – me encanta hacer enojar a Bárbara.
  • ¿Cómo quieren que vuele hacia el castillo?
  • Sebes perfectamente lo que quiso decir Bárbara – decía Perrie - ¿Por qué no te pusiste la capa fuera de la casa? Los chicos te vieron y pueden sospechar lo que somos.
  • De sospechar no lo creo – abrí la puerta – y si es así no me interesa.
  • Nadie puede saber que somos vampiras – ahora habló Eleanor bastante preocupada.
  • Para eso hay soluciones. Danielle hipnotízalos y listo – la miro.
  • Esa no es la solución – me dijo esta.
  • Si no lo quieres hacer es tu problema, no el mío, pero como ustedes no quieren que nuestro secreto se sepa lo vas hacer – me di media vuelta para irme inmediatamente.
  • Espera – Eleanor me detiene.
  • ¿Qué? – dije en tono alto.
  • Nos imaginamos que la venida a Londres te haría cambiar.
  • Nada me cambiará; así que si me permiten tengo cosas por hacer.



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En el texto hay: vampiros

Editado: 06.12.2023

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