Clandestino luz y sombra

CAPITULO 15 HUMANA

“(…) Si hubiese otra forma

por supuesto la habrías tomado,

Pero la vida no es fácil

y el precipicio te lo ha mostrado (…)”

(En el borde del vacío)

 

Después de decir aquellas palabras reabrí los ojos, y ya no me encontraba en el mismo lugar donde estaba antes, tampoco Cordura estaba mi lado, y la persona que tengo en frente antes no estaba tan cerca.

Me encuentro en la posición exacta del complemento que elegí, pero ahora no es un complemento, sino un cuerpo material del cual a su alrededor brota un aura de color azul. Me había convertido en un complemento pero con apariencia distinta. Era la mía, pero con ondas azules fluyendo alrededor de mi cuerpo.

Mi objetivo es vencer al rival, mi parte humana que amenaza con despertar.

Nuestro combate cuerpo a cuerpo comenzó cuando las dos corrimos para atacarnos desesperadamente, sin pausa y con un fin en común. Arrasamos sin preocupación en lo que nos rodeaba, ya que únicamente había oscuridad, y la única luz que iluminaba era su cuerpo, además del mío gracias a las auras azules.

Seguíamos luchando por bastante tiempo, y aunque este combate esté durando más comparado con Peter, no estoy siquiera cansada, ya que lucho con un propósito.

Nos golpeábamos sin remedio alguno, corrimos, hicimos maniobras que nunca creí posibles para esquivar a la otra. Hasta que por fin nos alcanzamos. La derribé con una patada en el estómago. Ella escupió sangre y viendo la oportunidad que mi otro pie seguía firme en el suelo, me tiró a su lado.

Me di cuenta que, como ambas somos la misma, nunca podríamos terminar de luchar. En cambio sí podría hacerlo si tuviera algo que ella no.

Pensé en usar los poderes, pero el complemento humano ya estuvo peleando con ella de aquella forma y la batalla continuó igual. Me quedé sin opciones, debía hacer algo que la oscura no pudo realizar ¿Pero qué?

Soy la única que puede controlar al inconsciente.

A pesar de poder hacerlo, ¿Qué debería hacer? Algo que sólo a mí me enseñaron, algo que sólo yo, la elegida puede hacer... un sello. De eso se trataba la prueba anterior: hacer un sello en el aire ¿Pero funcionaría? No hay otra salida de esta. Sin embargo, después de todo, los sellos se utilizan para detener durante unos instantes a un espíritu y ella es un complemento.

De igual manera decidí intentarlo. Primero debía de preparar un señuelo y luego el arma.

Mientras ella seguía en el suelo, actué llamando a la figura oscura para que saliera y me ayudase, despegándose de mi cuerpo.

Mientras que la parte humana se levantaba, salí corriendo sigilosamente, dejándolas en la pelea, ella sería mi señuelo. Corrí hasta una distancia razonable para que la personalidad humana no me pueda ver pero yo sí a ella, a través de los ojos de elegida.

Apareció otro problema cuando me percaté que en este sitio no hay ninguna tiza exorcizadora, aunque ya no podía dar marcha atrás. Concentré el poder en mi dedo índice, simulando que era la tiza, y dibujé el sello.

Lo extraño fue que al terminar el ritual no me cansé, es más, me sentía mejor que nunca. Dibujé muchos más sellos como si de sólo respirar se tratase, manipulando el vigor a mi voluntad.

El arma ya estaba lista, lo único que faltaba era atraer a mi parte humana.

La elegida continuaba luchando con la humana, tal como le ordené. Luego le dije que viniera hacia aquí, así la blanca la perseguiría.

 Estaban a unos escasos minutos de llegar al punto de encuentro. Mi corazón latía muy rápido, no por el miedo (no lo sentía) sino por la ansiedad de poder salir y ver a mi plan triunfar.

La oscura se acercó con cuidado, cuando desapareció, fundiéndose otra vez conmigo.

Mientras tanto, la blanca cayó en la trampa, avanzando un paso, obteniendo el momento oportuno para activar el sello en el aire. Al fin atrapándola.

Con el cuerpo y el complemento de la elegida unidas, podíamos vencer de una vez por todas al humano, donde la enviaría hacia un rincón de mi cerebro. Inactiva, por siempre.

Después de todo entré en coma porque dentro del cuerpo no cabían las dos partes juntas. Esta incompatibilidad fue la causa de mis errores, el no poder controlar mis poderes como quisiera. En la elegida no pueden coexistir ambas partes, es por eso que debo esconderla.

Fue así cuando el sello logró inmovilizarla.

Me acerqué hasta ella, ambas sabíamos lo que pasaría. No había otra opción. Toqué aquella inestable personalidad y dando lugar a la despedida. Ella sonrió y con su último aliento dijo:

No llores.

Al finalizar se desvaneció como la nada misma.

No lo tenía esperado. Aquello me quebrantó el corazón y largué el llanto, arrodillándome. Es cruel, es verdaderamente cruel que un complemento sepa que su existencia es un error. Pero es aún más doloroso saber que fui yo quien terminó con su vida y ella aceptó su destino sin rencor, tomando mi lugar en el estado de coma.

 

 

Antes oscuridad, ahora luz. Cuando mi complemento humano desapareció, desperté. Vi de nuevo una sala blanca, repleta de iluminación.

—No, por favor no me digas que volví al sueño —Supliqué para mis adentros.

Me levanté y mi cuerpo dolía, giré para observar la cama en donde estaba recostada. Me sorprendió ver flotando arriba mío a un sello, era aquel que hice dentro del inconsciente. Aunque no quise hacerlo desaparecer, quería que si alguien entraba a aquella sala en donde me encontraba viera el sello y así llamarían a los profesores, y ellos sabrían que yo estaba despierta y había superado la prueba.

Sabía que nadie excepto los profesores y enfermeros entrarían por esta puerta, se asegurarían de ello. Nadie más debía saber mi identidad, es peligroso.



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En el texto hay: secretos, amor, exorcistas

Editado: 24.09.2020

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