Clandestino luz y sombra

CAPITULO 31 FUEGO, MANA

“(…) Allí está ella,

cayendo en su mente

por el río oscuro

que le traerá la muerte (…)”

(Baila, bailarina)

 

La oscuridad me cegaba, era arropada por ella. Me mantuve sumisa a la espera de que sucediera algo, aunque no tengo muy en claro lo que había sucedido.

Sé que pasó mucho tiempo, horas quizá. Y sigo sin poder abrir los ojos.

Aproveché a reflexionar una y otra vez lo que en este instante estaba pasando. Sin encontrar respuestas ¿En dónde estoy? ¿Qué ocurre?

Luego de unos minutos sentí ser arrastrada por algo. Hasta que me encontré en un nuevo lugar y paisaje.

Este era de color negro, igual al que veía antes, pero también se podían ver unas extrañas auras violetas y blancas por doquier.

Pensé en el inconsciente ¿Estoy allí? ¿Por qué no viene nadie a por mí? ¿Qué es lo que ocurre? ¿Están todos bien?

Sin respuestas. Sin rastros. Sin nada.

Ni la nada misma podría compararse con la confusión y pánico que me invade.

Cerré los ojos. Creí que si lo hacía todo volvería a la normalidad. Luego aparecería de nuevo junto a Peter; quizá me desmayé y me encuentro en una especie de sueño.

Quizá...

Escuché una voz... una voz muy serena y pacífica que me provocó despertar de mi letargo sueño. Pero aún seguía en este lugar extraño. Quiero volver a la realidad. Lloré.

— ¿Qué sucede?

Levanté el rostro para mirar al ser proveniente de aquella voz. Sentí al temor yéndose de a poco.

Era... parecía una luz, un ser de luz. Pero con una figura humana. Me sorprendió mucho. Era absolutamente blanca y contenía brillos destellantes a su alrededor.

 Creo que mi rostro de asombro le intrigó de sobremanera, o tal vez creyó que mi expresión se refería por espanto hacia su apariencia. Al menos supuse aquello por su nuevo comentario:

—Tranquila, no debes temer.

Sentí el frio de la oscuridad ser reemplazada por una amable oleada de calor.

—Tú eres Grace ¿Verdad? Grace Shawin.

Es la primera vez que alguien me buscaba por mi nombre y no por el de la elegida.

—Sí... —Respondí, embriagándome en la calidez, me sentía velada.

—Qué alivio —Se acercó.

Al acercase su apariencia cambió a... ¿Fuego? Parecía realmente una llama andante. Viva. Es fascinante y preciosa a la vez. Su cabello y cuerpo por completo se sumía cubierto por las llamas.

—Hermosa...

Se me escapó aquella palabra de los labios. No me molestó haberlo dicho, y al parecer tampoco a ella. Sonrió.

—Ya que sé quién eres, déjame presentarme. Soy una especie muy poco conocida y especial de maná. Y como ya lo habrás notado, tengo la apariencia del fuego mismo pero con figura humana.

Realmente su voz es celestial.

—Te he elegido para ser mi dueña. Yo te protegeré y cuidaré, pero por supuesto tú también deberás protegerme.

— ¿Cómo se supone que haré eso?

—Escucha y sabrás —Guiñó el ojo —Pero antes, Grace... ¿No quieres dejar de ser débil?

— ¿Eh?

— ¿No quieres dejar de depender de otros que te protejan con sus vidas? ¿No quieres poder correr libremente, sin temer a lo que te espera del otro lado?

Asentí casi con la boca abierta, en absoluto asombro.

—Si aceptas deberemos cuidarnos mutuamente. Te otorgaré los poderes necesarios para cuando de verdad los necesites. Y a cambio, tú no malgastes la capacidad que te doy. Debes apreciarlo y valorarlo, no hacer uso injusto del poder.

<<Te advierto esto antes de que me aceptes por completo, porque esta decisión tiene un gran riesgo y puede volver loco a cualquiera que lo sobrevalore o utilice para su propio beneficio. Así que si esto llega a suceder y se va del límite, tendré que irme de ti y de este modo se arrebatará todo lo que se te otorgó conmigo ¿Entiendes? ¿De verdad comprendes?

Asentí, atónita —Sí, acepto ¿Tú dónde estarás? ¿En mi mente?

—Sí —Sonríe.

—Entonces ¿Estarás en mi inconsciente?

—No, el inconsciente está en una parte de tu mente. Pero yo la gobernaré por completo. Por lo tanto observaré y sentiré lo que tú sientes.

Volvió a sonreir. Me sonrojé ante la idea de ver a Peter y que ella lo sienta, rayos, aun estando atrapada sigo pensando en él.

—La mente es muy compleja, aunque también puede ser la potencia intelectual del alma.

— ¿Hay algo más que deba saber antes de aceptar?

—Sí, como soy una especie de maná, me denomina el maná del cambio. Por lo tanto te brindaré el poder de sanar tus heridas; pero también, como dije anteriormente, te daré otros poderes diferentes. Y recuerda, a pesar de poder curarte cuando sea, a los demás úsalos cuando realmente los necesites.

<<A medida que desarrolles poderes, irán apareciendo en forma de símbolos en tu cuerpo.  Primero debajo de tu nuca, yendo luego por la columna, ambas piernas, después los pies y debajo de estos. Hasta puedes llegar a estar totalmente cubierta por ellos.

Entonces... son como tatuajes. No son malos.

—Bien, Grace Shawin ¿Aceptas el trato, permitiéndome habitar en tu mente?

—Acepto.

Ella me abrazó para sellarlo. Sentí cómo todo mi cuerpo hervía a una temperatura anormal. Quería gritar, jadeaba de dolor. Me quemaba viva.

—Regresarás a tu mundo.

—Espera, no sé tu nombre.

—Los nombres son algo desconocido para mí. El único que sé es el tuyo.

Antes de ser capaz de decir otra palabra pude sentir que había vuelto a mi mundo. Mi amado y extraño mundo.

Abrí los ojos, por fin podía hacerlo. Estaba nuevamente en la enfermería. Ya era familiar la sala.

Oí voces provenientes de afuera. Me obligué a silenciarme para concentrarme en la conversación.



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En el texto hay: secretos, amor, exorcistas

Editado: 24.09.2020

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