Colisión de destinos.

Capítulo 1: Un inicio casi accidentado.

Martin Anders.

- Listo Señor Anders ahora esta residencia es oficialmente suya.

- Se lo agradezco enormemente - Listo!!!. Finalmente encontré una casa en venta en unos suburbios a solo 15 minutos de donde trabajo, o al menos trabajaré, que mi primer día ni siquiera empieza. Esta asesora de bienes raíces me ha dado muchas opciones interesantes y creo que esta casa en Sunset District es perfecta, tal vez demasiado si consideramos que viviré solo.

- Si necesita alguna cosa no dude en llamar Martin, le puedo ayudar a no sentirse solo en su nueva casa.

Eso lo dice guiñando el ojo con una sonrisa coqueta mientras se aleja aquella señora a la que sin duda alguna no llamaré; es decir, soy joven obviamente suelo ir a algunos lugares para divertirme de vez en cuando para escaparme de los días de estrés, al menos eso hacía en la universidad. Pero otra cosa es que una señora, repito SEÑORA se me insinúe sin miedo a lo que pueda decir; no niego que se ha conservado bien sin embargo es muy mayor para mí, calculo que tiene unos 40 años, casi doblando mi edad.

Me adentro en mi nueva casa y viendo cómo acomodaré todo, me distraigo unos minutos hasta que voy a la cajuela de mi auto y saco todas las cajas que se encuentran allí para dejarlas en la entrada, hoy será un día algo ocupado. Al menos el camión de la mudanza no llega hasta mañana así que podré descansar.

~ 2 horas después ~

Comer, sin duda debo comer. Llevo moviendo cajas desde hace mucho rato y arreglando negocios con algunas tiendas de electrodomésticos para comprar una nevera y un microondas, sobre todo la nevera porque solo tengo una pequeña que me conseguí cuando tenía mi habitación en la universidad hace más de 1 año.

Salgo tomando las llaves decidido ir a comer algo cerca de aquí, además de que quiero conocer los alrededores.
Subo a mi auto y abro Google Maps en la pantalla de este para ver si hay algún restaurante o lugar de comida rápida cerca; no importa si es un MacDonalds y tengo que comprar una cajita feliz, solo quiero llenar la panza.

- Muéstrame el camino- susurro directo al aire, como si mi auto escuchara lo que digo.

- Vaya recto y doble en la calle a dos kilómetros usted.

Tras estar conduciendo por un largo rato y ver las calles a mi alrededor recibo una llamada de mi hermana a mi celular .

> Llamada de celular <

- ¡Hola! ¿Cómo estás Garrix?

- Seli te he dicho que no escucho a ese tipo que casualmente se llama igual que yo - no lo odio, es solo que su música no es mi estilo.

- Lo sé hermanito, por eso te llamo así... ¿Ya estás en tu nueva casa?

- Estaba, salí a desayunar.

- ¿Salir a desayunar a las 10 de la mañana? Solo a tí te gusta hacer eso. Deberías saber que se pierde el gusto mañanero a estas horas.

- ¡Estaba ocupado! Y emocionado también, así que solo fuí a conocer el que será mi nuevo hogar antes de ir a comprar algunas cosas y seguir arreglando la casa.

- Allá tú Garrix, solo llamaba para decirte que me envíes un recuerdo de San Francisco en cuanto puedas, ¿un sexy rubio tal vez?

- Si de acuerdo te enviaré algo en cuanto pueda, pero con lo del rubio no cuentes - esta Seli... Sus bromas siempre me alegran, puede pasar de doble sentido a humor negro casi de inmediato. 

- ¡Espera! Me estaba olvidando; en honor a que te mudaste a la ciudad que querías, te mandaré un pequeño regalito sorpresa. No puedes negarte, ya lo compré y todo, por eso necesito tu dirección para enviártelo lo más pronto posible.

- Gracias Seli, aceptaré tu regalito sorpresa, pero si se trata de tí misma queriendo venir de visita solo avísame.

- ¡Que no soy yo Garrix! Se trata de algo que te vendrá bien en tu nueva casa. Por cierto, me cuentas y envías fotos de ella cuando puedas ¿ok? 

- Ok ok... - río un poco por la situación, enserio pensé que sería ella quien vendría, lleva meses diciendo que cuando me visite iremos a conocer San Francisco al modo en que a ella le gusta, con una fiesta. Pensarían que es mi hermana menor pero de hecho es mayor que yo por 2 años - Por cierto, ¿Cómo están todos por allá? - Sin querer, mi tono se vuelve algo triste, no he hablado con el resto de mi familia en algo de tiempo.

- Están bien; Paul se fue a un viaje de negocios desde el sábado y vuelve mañana viernes; en cuanto a mamá y papá, bueno, ellos siempre están metidos en el mundo del trabajo, se han visto poco en casa últimamente.

- ¿Cuándo no?

- Oye controla ese tonito de sarcasmo, sabes bien que eso los llevó a la cima, se dedican a su trabajo al 100%, más desde que Paul y yo nos dedicamos a nuestros propios trabajos.

-  ¿Propios trabajos? Paul se dedica a ayudarlos en la empresa desde siempre, y tú, bueno, tú eres la gran excepción con la boutique pero aún así.

- Ya, deja de mencionarlo lo sé. Pero la última vez que se hablaron fue en mi fiesta de cumpleaños, han pasado meses de aquello, y lo único que se dijeron fue "hola" y luego un "que les vaya bien". Mamá y papá se fueron temprano pero Paul y tú estaban rarísimos, no querían ni verse.  No puedo decir que me sorprende pero tampoco esperé que se pusieran así.

- Es solo... Sabes bien que las cosas están tensas desde hace años, no es tan simple.

- Ok ok amargadito, no te arruines el día con eso, ve y disfruta de la ciudad, que para algo te aseguraste de llegar días antes de entrar a trabajar. Explora, conoce y asegúrate de comprarme algo.

- Como diga señorita, ¿gusta que le envíe a un rubio atlético a su residencia? - digo a modo de broma.

- Con una botella de vino tinto por favor.

- JAJAJA - Sin duda leer ficción adolescente le hizo meterse ideas locas en la cabeza.

- Bueno, llegó mi hora de irme. ¡Adiós Garrix!

- Que no me llames Ga...




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