NARRA JACKSON
Me levanto con un dolor de cabeza de los mil demonios me siento de golpe y siento como una descarga viene desde mi estómago hasta mi garganta me dirijo corriendo hacia el baño corriendo y dejo todo el alcohol que tenía en mi sistema salir. ¿Qué mierda paso anoche? Después de estar un buen tiempo meditando con el inodoro. Me ducho con agua fría para que se me pase todo este malestar, después de estar veinte minutos en la ducha me visto con ropa informal ya que no tengo que ir a trabajar. Bajo hacia la cocina y está mi nana haciendo el desayuno.
—Buenos días— saludo llegando al living.
—Buenos días mi niño—me dice la nana dándome un vaso de agua y una pastilla para el dolor de cabeza. Le agradezco con una media sonrisa que más bien parece una mueca.
Después de un tiempo me doy cuenta que Emma no ha venido a desayunar.
— ¿Nana Emma ya bajo a desayunar?—le pregunto a la nana un poco extrañado ya que ella es muy puntual.
—Mi niño ella salió hace rato diciendo que no la esperara para el desayuno. —
NARRA EMMA
Hoy Salí a caminar muy temprano para despejar un poco mi mente, no la pase pensando en todo lo sucedido ayer. Estaba sentada en una banca mirando hacia el cielo mientras descansaba, sentía que alguien que me miraba voltee a ver para los lados, pero no vi a nadie, sentí un escalofrío por mi columna y pare un poco aturdida para dirigirme hacia la gran casa, no quería ir no me lo quería encontrar y mirarlo a los ojos abrí la puerta lentamente iba a subir el primer piso cuando.
— ¿Se puede saber dónde estabas Emma? —me pregunto con el ceño fruncido y los brazos cruzados
— Caminado—respondí seca.
Me dirijo hacia mi habitación para darme una rica ducha relajante y para pensar en aquella situación que paso ayer, creo que Jackson no se acuerda. Suspiro y decido que es hora de irme a vestir, me coloco un pantalón de tiro alto blanco con una blusa de tiras cortas amarilla y unas zapatillas del mismo, busco un libro y me coloco a leer
Estaba leyendo muy entretenida en mi libro hasta que escucho unos golpes en mi puerta.
—Mi niña Emma ya está la cena—me dice la nana cuando le sedo el permiso.
— ¿Ya tan rápido? -le digo extraña—¿Qué horas son? -me pregunto a mí misma, reviso la hora en mi teléfono y son las ocho. Me levanto de la cama y bajo las escaleras, al entrar lo veo a él allí sentado mirando un punto fijo, Jackson me siente llegar y voltea a mirar incomodo, apenas nuestras miradas se encuentran la desvía. Comemos en un silencio incomodo que me mata y me apuro a terminar rápido mi comida, pero justo cuanto me paro una pregunta me hace tersar.
— ¿Emma me puedes decir que paso ayer? —
Abro mis ojos como platos y maldigo por dentro mientras que mis nervios me carcomen, me volteo nerviosa y lo veo a los ojos.
— ¿a. a.a.yer? —tartamudeo. El asciende con la cabeza y yo trago saliva-na…da-el me mira fijamente y se levanta de la silla del comedor.
—si Emma ¿Qué paso ayer? —me dice esta vez acercándose cada vez a mi peligrosa mente. Cuando llegó al frente mío toma mi barbilla y me hace mirarlo a los ojos ya que él es mucho más alto que yo lo miro a los ojos.
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Editado: 20.09.2020