NARRA EMMA
El señor Smith me dio susto de muerte porque la última vez que lo había visto lo estaba atendiendo Eva mi compañera, ahora resulta que
Está detrás mío ¿Qué rayos hice ahora? Volteé a verlo y me di cuenta que tenía el ceño fruncido y la mandíbula un poco apretada.
— ¿Buenas tardes joven Smith? —le dije educadamente.
—Señorita Frost ahora puede arrimar a mi mesa por favor—me dijo y se dio la vuelta sin inmutarse que había un cliente enfrente, yo asentí le dije al cliente que me retiraba por el pedido y volver con él.
—Listo señor Smith ya estoy aquí—le dije u poco nerviosa.
—Señorita Emma por favor para la próxima que valla atender menos charla y risitas y más trabajo—le iba a responder, pero decidí quedarme callada y darme la vienta y hacer lo más maduro que encontré en el momento.
Pir fivir piri li proximi minis chirli y risitis y mis tribiji
Si en ese momento era lo único que podía hacer ya que si respondo hay una pequeña posibilidad de perder mi trabajo. La tarde se pasó muy rápido y me dirige un momento al centro comercial a comprar un vestido para la reunión de beneficencia que había, todavía no sabía si asistir, pero de todos modos me comprare un vestido en caso de que cambie de opinión.
Elegí un vestido color salmón con unas tiras super delgadas y un escote en la parte de atrás con tiras en el mismo escote. Llegué a la gran casa me dirigí Asia mi habitación y me acosté un rato lo cual se convirtió en una gran siesta porque ya estaba llamándome la nana de la casa.
—Nana yo no sé si ir—le dije en un suspiro
—Anda chiquilla arréglate y te diviertes un rato— Me pare de la cama y me fui para el baño. Tengo un leve presentimiento no si sea bueno o malo.
Me termine de arreglar me coloque el vestido con unos zapatos del mismo color del vestido, me maquile sencillo y elegante y baje las escaleras. Cuando llegue al piso de abajo ya estaba Jackson abajo esperándome, el me quedo viendo y no sabía si darme la vienta tocarme la cara arreglarle el cabello o que rayos porque me estaba viendo mucho.
—Estas…este muy bonita Emma—me dijo rascándose la nuca.
—Gracias—le respondí con una sonrisa sincera.
Nos dirigimos hacia el carro que nos esperaba para llevarnos al gran evento, al llegar al lugar no faltaron las miradas no me gustaba para nada porque era de las miradas de asco, superioridad, hice mi mayor esfuerzo porque no me afectaran, pero me hacía casi imposible cuando yo era el punto de atención en todo el lugar.
El evento después de determinado tiempo y que ya todos cenaran fueron a la pista de baila, yo me dirigí hacia los baños. Estaba saliendo me encontré con tres hombres-
—Vean a quien tenemos aquí—dijo uno
— Tú no eres de aquí que ¿hace una cosa insignificante en un evento como estos?—dijo el segundo con cara de pervertido, el tercer hombre me cogió del codo y me llevo hasta donde hay una zona verde. Y allí me rodearon hasta arrinconarme a una pared me empezaron a levantar el vestido.
—No por favor—decía con lágrimas derramando, ellos hicieron oídos sordos y siguieron torturándome mientras que yo gritaba y lloraba. Ya me iban bajar las bragas cuando una voz los espanto.
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Editado: 20.09.2020