Estaba cegada por el brillo de una estrella.
Esa que reluce como la más bella.
Que sale en el cielo oscuro de la noche
Destacándose sin reproche.
Pero no me daba cuenta que era de día
Y que la estrella que admiraba no era mía.
Que se encontraba en otra galaxia
Haciendo grande mi desgracia.
Y empecé a buscarla todas las noche
Desvelándome hasta la mañana.
Creyendo que la encontraría
Si me esforzaba más en encontrarla.
Pero siempre llegaba la mañana
Y todo despejado estaba.
Solo veía el azul del cielo
Que no me animaba.
Y entonces comprendí que era ficción
Todo lo que armé en mi corazón.
Solo el cielo tranquilo y sereno
Fue lo que quedó en pleno.
Editado: 06.09.2021