El chico de cabello azabache desvió confundido su mirada a su cuaderno mientras escuchaba de fondo al profesor hablar sobre literatura.
Materia que verdaderamente no serviría mucho en la vida.
Digo, no iremos ahí por la vida hablando de Poetas del siglo pasado a sobre en que nos sirve saber castellano.
Pero en ese momento importaba muy poco lo que dijera el profesor, ya que su atención estaba centrada absolutamente en la extraña pero hermosa adolescente. No importaba si es que su mirada no estaba fija en ella.Aun así podía sentir como su presencia hacia que todo lo que estuviese cerca brillara de una forma única.
Una flor exótica y Única entre un montón de flores de invernadero, malezas y enredaderas.
De golpe sacudió repetidas veces su cabeza intentando disipar de su mente las imágenes de la chica...
Por los mil diablos, no llevaba ni un día en esa clase y ya o estaba volviendo loco.
Al finalizar la hora Nathe se puso rápidamente de pie y salió de ahí siendo seguido por la chica.
¿Qué diablos le ocurría?
Literalmente tenía como cien personas que la querían cerca...Pero no.
Ella quería acercarse a la persona que menos la quería ver.
¿Cómo podría describirla?
!!Ah¡¡, ya sé, incómoda....
Toda la clase la chica no pasaba de escribir signos raros en su cuaderno en vez de copiar la materia, sin mencionar el hecho de que estuvo una gran parte de la hora molestándolo.
Ya sea tirándole hojas de papel.
Haciendo origamis muy raros con ellas.
O solo tomándole sus útiles de las manos.
Al acabar la clase se puso rápidamente de pie con sus cosas con la intención de salir rápidamente de la sala mientras la chica lo seguía.
A mitad de pasillo quedo solo al aparecer un grupo de alumnos quienes rodearon a la adolescente, punto a favor de que sea tan extraña, llamaría la atención de a gente y el estaría tranquilo, aunque sea en los descansos.