Capítulo doce

                                                                                                                                                                    ¡Tengo que irme!

Las horas transcurrieron tan velozmente que acabo de percatarme que el sol ya está ocultándose, mostrando así el hermoso atardecer. Los magníficos colores naranjas y rojizos se hacen presente en el majestuoso cielo opacando con su divinidad a las nubes. Me quedo embobada por unos cuantos minutos admirando aquella hermosa vista que el cielo nos está regalando. Soy una chica a la que le encanta observar los atardeceres, desde pequeña siempre salía al patio trasero de mi casa a contemplar como el sol mostraba su esplendor a todo el mundo. De hecho, mi madre siempre decía que me parecía a un atardecer, brillante, genuino y colorido. Una sonrisa inunda mi rostro al recordar las palabras dichas por mi madre, pero rápidamente esa sonrisa se borra de mis labios. 

Esperen… ¿Atardecer? ¿Madre?

¡¡COÑO YA ME TENGO QUE IR!!

Veloz como un rayo y sin perder más tiempo me levanto de la silla de ruedas, mientras comienzo a buscar con la mirada mi mochila. Al encontrarla la tomo y comienzo a guardar mis cosas tan rápido como me permitan mis manitos, trato de guardar absolutamente todo sin querer olvidar nada. Cuando creo haber guardado casi todo, veo con el rabillo del ojo como Dylan se encuentra observándome con una cara de "¿Y ahora qué mierda le pasa a esta loca?". En si tiene razón estoy loca porque cuando no esté en mi casa para antes que oscurezca, él podrá ver con sus propios ojos como mis padres me llevaran a un loquero si no estoy en casa cuanto antes.

ꟷ ¿Qué ocurre, Martínez? ꟷDylan hace una mueca, mientras cruza sus brazosꟷ ¿Acaso te olvidaste tomar tus pastillas?

ꟷ ¡Tengo que irme! ꟷguardo mi celular en la mochilaꟷ ¡Ahora!

ꟷ ¿Pero qué mierda? ꟷse levanta rápidamente de su asientoꟷ No puedes irte ahora, aún no hemos terminado con esta vaina.

ꟷ Lo sé, pero debo irme ahora ꟷdigo mientras coloco mi mochila en mi hombroꟷ Lo siento.

ꟷ Mira el cielo, ni siquiera ha oscurecido aún es temprano ꟷapunta con su dedo índice hacia la ventanaꟷ Además como mi madre ya te vio, tendrás que quedarte a cenar, porque luego me matara si dejo irte así.

Muerdo mi labio inferior al oír aquella propuesta, joder si quiero, quiero quedarme a cenar e incluso vivir aquí. Pero lastimosamente no puedo, mis padres me mataran si me quedo y sobrepaso el límite del horario habitual de estar fuera de la casa. Y lo que menos deseo en este momento es tener problemas con mis padres.

ꟷ Agradezco tu amabilidad y la de tu madre, pero en verdad no puedo quedarme por más tiempo ꟷsuelto un suspiro y continuoꟷ Tengo unos padres muy exigentes y sobreprotectores, me meteré en problemas si no cumplo sus reglas.

Dylan me queda observado por unos instantes, mirándome el rostro y posiblemente analizando la situación. Se queda así por unos segundos hasta que suelta un suspiro de resignación y comienza a tocarse el cabello.

ꟷ Está bien, comprendo ꟷcuando pensé que ese era el fin de su comentario continuoꟷ Pero tendrás que decírselo tu misma a mi madre.

ꟷ ¿Yo?

ꟷ Si tú, posiblemente ella no me creerá y pensará que no te he invitado o incluso dirá que te he echado si no te ve salir ella misma por esa puerta.

Suelto una pequeña risa en respuesta.

ꟷ Sí, lo sé, ella es bastante intensa a veces ꟷsonríe y comienza a caminar lentamente hacia la puertaꟷ Pero bueno, vámonos abajo antes de que te metas en problemas con tus papis.

ꟷ ¡Espera! ꟷAl oírme se detiene abruptamente y se da la vueltaꟷ Casi lo olvidaba.

Rápidamente bajo la tira del vestido que Dylan me ha prestado, mientras que me saco la mochila del hombro para poder sacar la del otro lado. Luego de unos segundos puedo ver como Dylan se quedó neutro y perplejo en su lugar observándome horrorizado. Cuando estoy a punto de bajar el vestido completamente, él grita abruptamente casi dejándome sorda. 

ꟷ ¡¿QUÉ COÑO HACES, MARTINEZ?! ꟷsu voz se volvió muy áspera por el gritoꟷ ¡¡NI SE TE OCURRA BAJARLO!!

No soy tímida, ni a palo

Al no querer desobedecerlo y seguir escuchando su grito de niña, prosigo a hacerle caso. Coloco nuevamente las tiras en mi hombro y me pongo la mochila en la espalda, mientras comienzo a caminar hacia el frente. Cuando llego al lado de Sr D, este me mira asqueado y abre la puerta, dejándome pasar primero. Luego comenzamos a bajar rápidamente las escaleras y nos dirigimos hacia el living, buscando a mi hermosa suegrita para despedirme. 

ꟷ ¡Mamá, ven! ꟷDylan comienza a gritar nuevamente, pero esta vez más despacioꟷ ¡Martínez ya se va!

ꟷ ¿Tan temprano, cielo? ꟷveo salir a mi suegrita de la cocina, mientras tiene un delantal puestoꟷ Pero recién estoy haciendo la cena, cariño.

ꟷ Si, mamá, pero ella debe irse porque sus padres le dieron un horario límite.

ꟷ Entiendo, cariño ꟷla mamá de Dylan me observa tristementeꟷ Sera la próxima vez entonces.

Ella me saluda amablemente con besos en la mejilla, para luego irnos directamente hacia la puerta principal. Al llegar allí, Dylan abre la puerta dejándome salir, mientras él se queda al lado sosteniendo la puerta. Nos quedamos en esa posición y en profundo silencio por unos cuantos segundos, observándonos atentamente.

ꟷ Bueno, chau ꟷDylan corta el silencio y me mira serioꟷ ¿Te vas o no?

Sí, pero antes quiero mi beso de despedida.

ꟷ Si, ya me voy, de hecho, ahora estoy a punto de salir. 

ꟷ Vale, hasta luego.

ꟷ Bye, nos vemos

ꟷ Geh weg (Vete)

ꟷ Si, si igualmente para ti

Dylan me observa totalmente irritado y comienza a rodar los ojos, mientras hace señas de correrme con la mano. Por mi parte yo sigo haciéndome la loca, esperando a que me salude. Llevamos así por unos cuantos minutos, hasta que me doy por vencida.