Capitulo 4

Una semana había pasado desde que los chicos se habían cruzado. Entre sus prácticas, el partido del equipo y las clases apenas si se veían las caras.

Jungkook no había ido a la cafetería en toda la semana. El equipo completo estaba entrenando muchísimo más debido a que el coach asistente decía que los veías sin estado físico adecuado para los alfa.

Jimin se encontraba preparando su solo, y se quedaba ensayando todas las tardes que no tenía taller. Almorzaba pequeñas cantidades de comida para cuidar su peso, aunque no lo necesitaba. Hoy era el primer día que volvía a pisar la cafetería después del incidente de la malteada.

Caminaba directo a su mesa, mientras revisaba sus redes sociales. Era muy seguido y likeado por sus bailes.

Llegó a su mesa, almorzó con sus amigos y buscó disimuladamente al único alfa al que le interesaba ver.

No estaba allí. Ni él ni nadie del equipo.

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Jungkook quería morir. Su espalda le dolía horrores. Al Alfa no le molestaba entrenar, de hecho su espalda y sus brazos marcados eran de lo que más se ocupaba. Quería verse fuerte para su Omega, pero su semana había sido un infierno.

El coach los quería a todos en forma mientras él asistía a un viaje para ver la nueva temporada y la organización, y dejó a cargo a su segundo Quien no tuvo piedad del equipo.

- ¡Por la luna, al fin se termina por hoy! Me duelen partes del cuerpo que no sabía que tenía. - Jungkook respiraba arduo, mientras cubría su rostro con su brazo.

- Same Kook. - Dijeron el trío de sus amigos jadeando.

- ¡Jeon!. Dile a tu Omega que no se atreviese en el campo mientras entrenamos. - Dijo el asistente.

- ¿Qué? ¿Mi Omega? ¿Cuál Omega?. - Dijo el alfa.

El equipo entero giró su vista en dirección a dicho omega. Allí veían a JiHyun venir directo a su capitán con un outfit completamente rosa, y una fuente en sus manos 

- ¿Pero qué carajos? Parece un chicle gigante. - Dijo Yoongi ladeando su cabeza.

- ¡Kook, deberías huir ya!. - Le dijo Namjoon.

El asistente había detenido al Omega a medio camino, y allí los chicos aprovecharon para correr hasta los vestuarios.

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El almuerzo estaba terminando y Jimin quería volver a su casillero a buscar unos cuadernos. Les dijo a sus amigos que lo esperara y se dirigió a su destino.

Mientras iba caminando todos los alumnos le sonreían y le decían cosas. Él ni siquiera volteaba, y no entendía nada.

Hasta que lo vio. Un enorme ramo de rosas estaba desplegado en su casillero, rodeado de peluches de todos los tamaños, con cientos decoraciones de papel.

Se quedó congelado ante semejante regalo y llegó sus manos a su boca mientras le daban arcada.

De repente, un Alfa sale detrás del grupo de alumnos, lo abraza y le entrega una pequeña caja roja.

Y Jimin explotó. Tiró la caja que voló por encima de la cabeza de todos. Comenzó a patear los peluches y agarró el ramo, mientras lo rompía contra todo.

Al sentirse satisfecho, tomo aire, pasó su mano por su cabello, giró hacia el Alfa y le dijo.

- Odio las cursilerías, odio los corazones, y no quiero verte cerca de mí.

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Las risas en los vestuarios eran estruendosas.

- Kook De verdad espero que tu Omega aparezca pronto, porque si no, seguirás teniendo a la mosca el resto del año. - Dijo Hoseok.

-Es verdad. Ya sabes que cuando empiecen los partidos de la temporada irá a animarte con todos ellos, y seguirá con lo de ser tu Omega. - Dijo Yoongi.

- Todavía no sabemos cómo es que no apareció el sábado. La luna te ayudó esta vez Kook. ¿Te imaginas la cara de tu madre al verlo? Si casi se infarta en el museo... Acotó Namjoon.

- ¡Aish! Hyung esto es de terror. Espero que mi Omega no sea como él, porque primero muerto. Y sé que irá a cada partida, no quiero prohibírselo, pero el sábado era amistoso y no fue publicado por la universidad.