—Estoy cuidando a Sarada-chan como si fuera mi propia hija, puedes estar tranquila. Es una niña tan inteligente y bonita, Sakura, quisiera que pudieras verla, te sentirías tan orgullosa de ella como yo. Tal vez cuando sea más grande la traeremos para que puedas conocerla, pero Sasuke tiene muchos enemigos y tememos que nos ataquen con ella siendo tan pequeña todavía. Por ahora está con Orochimaru-sama y sé que la idea no te gustará, pero Sasuke ha dejado a Aoda con ella y ya sabes como es, probablemente esté más protegida con la serpiente de todas formas. —Reflexiona, porque ella también se arrepiente, y también le pesa su muerte. —Por favor, perdóname por no poder salvar tu vida, como cuando tu salvaste la mia. —La mujer suspira, intentando recuperar la fortaleza antes de continuar, pero su voluntad falla y decide simplemente sonreír con tristeza.
—Sasuke te trajo flores, ¿eh? Suertuda.—