¡Qué diablos!
Habían pasado tres días desde que Rhiania dormía en ese cuarto, con un dolor horrible en el estómago, que recientemente se había calmado gradualmente gracias a la bebida dada por una joven.
Aunque no pudo distinguir su rostro con exactitud Rhiania sintió la atención que recibía. Y en su estado de semiinconsciencia escucho el murmuro de su benefactora. Su voz fue un poco tosca, como si tuviera prisa por irse.
—Con esto he cumplido mi palabra
Eso fue todo y pronto Rhiania entro en un profundo sueño. Cuando abrió los ojos ya era de noche, era muy confuso, no tenía la menor idea de que es lo que ocurría, en su lugar solo había muchas preguntas cuestionando la situación en la que se encontraba, trato de examinar a su alrededor, sin embargo nada se veía. Además tenía dolores en todo el cuerpo, no podía moverse.
Resignada solo espero a que amaneciera, obligándose a dormir.
Unos rayos solares se infiltraron por la pequeña ventana de la habitación, iluminándolo, Rhiania observo su entorno desconcertada, definitivamente este no era su cuarto, trato de levantarse pero cayó con su mínimo esfuerzo.
Después de muchos intentos, logro levantarse y camino tambaleándose hacia el espejo, cuando finalmente observó su reflejo se asombró, una figura pequeña y tierna, era una niña muy hermosa. Su aspecto tenía unos ojos grisáceos hermosos junto a un cabello pelirrojo flamante y una piel suave y blanca. Realmente maravilloso.
Rhiania con dificultad extendió la mano y lentamente estrujo su mejilla, la niña en el reflejo lo hizo de igual manera, sus ojos entraron en pánico.
Cerró sus ojos abruptamente y los abrió después de unos segundos, la escena frente a ella seguía sin cambios.
No estaba soñando, ese era su propio reflejo pero ¿Cómo? Ella era una mujer de 26 años, ¿Cómo era posible que ahora tuviese el aspecto de una pequeña niña?
Rhiania respiro hondo, tratando de mantener la calma en cambio un repentino dolor punzante ataco su cabeza y tras esto una serie de recuerdos se proyectaron en su mente, que al parecer estos pertenecían al dueño original de este cuerpo.
Una pequeña niña llamada Rhiania, hija ilegítima del Conde Clarire, una madre que había muerto poco después de cumplir cinco años y luego siendo ignorada por las personas de la mansión, siempre escuchando murmullos desagradables. Una vida realmente miserable y lamentable.
Rhiania suspiro, y recordó que antes de tener este aspecto, fue víctima de un accidente.
Entonces ¿ahora había sobrepasado a un mundo paralelo?
No sabe cómo es que logro reencarnar pero ahora tenía una nueva vida, decidió vivir en esta, aceptando dejar todo atrás, familia, amigos y trabajo.
Luego de organizar sus pensamientos, Rhiania tuvo la sensación de que olvidaba algo importante, pero le restó importancia.
Camino hacia la puerta, según los recuerdos de la dueña original a esta hora podía escabullirse de su cuarto y llegar a un lugar muy apartado, allí es donde alguien dejaba un poco de comida.
Aunque el estado de la comida no era muy salubre y era una pequeña cantidad, Rhiania no se quejó y comió, no había comido desde hace unos días por lo que no podía ser quisquilloso con la comida.
Mientras terminaba de comer observo el cielo, era un hermoso color celeste. Ahora tenía que planear como seguiría su vida, pero no tuvo tiempo y escucho murmullos que se acercaban.
—Escuche que Melany coloco veneno en un jugo y se lo entregó a la niña bastarda del Conde—, murmuro una sirvienta contándole a otra. —Me da pena la niña, su madre parecía ser muy ingenua y creyó que el Conde la amaba pero al final solo fue aventura de una noche. Hubiese sido mejor que la niña no naciera, en este mundo ¿quién acepta a los hijos ilegítimos? solo son una mancha— agregó, la otra sirvienta solo la escuchaba, cuando estaba dispuesta a responder fueron llamadas.
Rhiania quien estaba escondida entre los arbustos, oyó esta conversación, si antes creía que la vida de la anfitriona original era lamentable ahora creía que esta palabra se queda corta con la situación en la que se encontraba.
Corrió de regreso a su pequeño y deteriorado cuarto.
No, este no era un lugar para quedarse, corría riesgo si se quedaba, debía huir, pero ahora era pequeña e indefensa y en un mundo en donde el dinero es el sustento para sobrevivir, ella no poseía nada.
Rhiania se dejó caer apoyándose en la pared, solo entonces a su mente llego un pensamiento alarmante.
¿Acaso no era Rhiania Clarire la villana principal de una novela que leyó antes?
¡¿Cómo esto pudo ser posible?!
Rhiania se froto las sienes y suspiro impotente.
Ahora estaba dentro de una novela y sobre todo era un personaje importante para el desarrollo de la trama.
Apretó con fuerza sus manos formando unos pequeños puños, realmente fue una terrible experiencia leyendo aquella historia incomprensiva llena de huecos argumentales y un romance con muchos escenarios cliché mal hechos.
Al comienzo muchos lectores se entusiasmaron con la portada prometedora del libro sin embargo poco a poco dejaron de leerlo, Rhiania no tenía idea de cómo logro terminar toda la novela.
Rhiania Clarire era la villana principal, una maga elemental poderosa y su destino final era una muerte miserable y desgarradora.
¡¿Por qué demonios tomo este cuerpo?! No solo era una villana con un trágico final sino que también tuvo una infancia pobre y lamentable. A diferencia de otras novelas en donde la villana poseía estatus, poder y dinero, su personaje no poseía nada y tan solo era discriminada e ignorada. No fue hasta la edad de trece años que escapa de esta casa, y con una buena suerte ayuda al príncipe siendo recompensada aprendiendo más acerca de magia, yendo al campo de batalla junto al príncipe convirtiéndose en una amiga cercana.
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Editado: 28.10.2021