Ni ese frio en sus ojos al mirar

19/05/20
Un día del mes junio de 1982.
 

Cuando me caí aparatosamente tú estabas ahí riéndote de mí. Yo toda roja de la vergüenza no te quise ver a la cara por qué fue a ti a quien veía todo el tiempo en aquel bar.

Supongo que era el bar favorito de ambos, o supongo que el lugar favorito para reunirse ustedes, porque yo era una simple camarera. Que por todos lados buscaba trabajo para poder mantener a mi familia, a mis propios hermanos pequeños. Hasta que al fin encontré algo que es adaptado a mí, me gusta porque tenía todo lo que yo buscaba en un bar, mi sueño era tener mi propio bar, creo que una vez te lo conté.

Tus amigos siempre me coqueteaban lo guapa que era. Cada vez que venían a visitar el bar, era mi imaginación o que sé yo la mayoría de las veces recibía piropos dirigidos mí o a mi compañera, tú te molestabas con ellos, simplemente por eso.

Te veía escribir en un papel blanco con un lápiz cosas que no alcanzaba a ver, a veces cuando no traías una hoja, tomabas una servilleta y empezabas a escribir con una mirada pensativa me gustaba cuando te ponías así.

Nunca te fijaste en mi como yo de ti sí. Solo fue una vez que fui a tu mesa para recoger tu pedido y de tus labios salió "un café, por favor". Nunca escuché el sonido de tu voz cuando lo hice me encantó, tu voz melodiosa a la vez varonil. Esa vez traje tu café y otra vez me recibiste con un "gracias" y por primera vez tus ojos azules se posaron en mi y me sonreíste, yo igual lo hice por ti.