Cómplices Del Destino (trillizas Hiltmoose Libro 1 y 2)

51. Nina

Publicado Originalmente: 29 de marzo de 2022

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«Todo a su tiempo»

Nina junto sus manos cuando se acercó a su hermana. Mina ya le había dicho que lo que quería era una locura. Pero, ¿no era una locura para esas alturas? Estaba segura de que la única solución era ir al castillo real de los Hiltmoose de la corona. Y para eso necesitaba a Mina. Porque sabía que era la que mantenía lazos más cercanos con sus primos. Familia que ni siquiera conocía.

—Escucha, Mina, debes verlo desde el punto de vista investigador. Si estos diarios llegaron a mí, es porque están seguros en mis manos. Dudo mucho que nuestro tío abuelo loco haya tenido que ver. Te necesito en esto. Eres quien puede presentarme a la familia y de esta forma investigar en el castillo la procedencia de estos diarios.

»Yo prometo compensarte de alguna forma. Por favor, ayúdame —completó mientras volvía a juntar sus manos.

Mina la observaba desde la puerta con los brazos cruzados y pensando que ella estaba loca. Demasiado loca. Nina le sonrió mientras volvía a acercarse.

—Desde mi punto es como si te estuvieras echando la soga al cuello de forma voluntaria. Es peligroso, Nina. Hasta tú lo sabes. ¿Y si George se encuentra ahí?

Nina negó de inmediato.

—George no estaría en un lugar en donde no lo apoyan. El rey Arthur está de nuestro lado. Es el hermano favorito de nuestro abuelo. Así que no hay forma de que George pueda estar en el castillo o por los alrededores. Además, el detective Dixon tiene seguridad de que en realidad George está cerca de Roseville o por los alrededores.

—Tú de verdad has estado muy metida en la investigación. Porque no puedo entender cómo es que sabes tanto.

—Admito que mucho de lo que sé, es algo que ni siquiera me han dicho nuestros padres. Ellos quieren mantenernos lejos de la investigación. Pero yo no puedo estar lejos. Mis padres murieron por mi culpa. Así que necesito saberlo todo. Los diarios llegaron a la misma hora a mi casa en Roseville y al hotel en donde se hospedaba Walden. Son los diarios dos y tres. Nos falta el primero y estoy segura que en el castillo real de los Hiltmoose podemos encontrarlos o al menos obtener información.

—Me parece una locura —murmuró Mina volviéndose a sentar en su silla frente al escritorio—. Me parece una locura, pero no puedo ignorar más tiempo este tema. Soy la única a la que no han lastimado todavía y siempre he pensado que se debe a algo más. Porque tanto Lina como tú fueron acosadas mucho tiempo antes de que actuaran. ¿Por qué no? Si bien siempre he sido distraída, nunca he sido estúpida. Si alguien me hubiera acosado, yo lo hubiera sabido con rapidez. Y te aseguro que no ha sido así.

—Ese día, en la cabaña, insinuaron que iban a atacarte. Pero me sonó como si hubiese sido una mentira y no fueran a hacerlo de verdad —respondió de pronto. Hasta ahora Mina tenía razón. A ella no la habían atacado y tampoco sus guardaespaldas habían mencionado nada sospechoso y era extraño.

—Es algo que no logro entender y por eso quisiera involucrarme, aunque sea un poco.

—Eso significa, ¿que si iremos al castillo, hermana #2?

La vio suspirar y asentir derrotada.

—Que conste que no es algo que suela hacer con frecuencia. Yo prefiero estar oculta en las sombras. Aunque, eso no importa ahora. Quiero que esto acabe y que todos podamos respirar en paz. Sin miedo a que alguien venga a atacarnos.

—Tú me dices cuando iremos. Estaré lista para ese entonces.

—De acuerdo, te avisaré. Ahora debo terminar unos cuadros. La exhibición viene pronto y quiero tener todo listo antes de la fiesta de tu presentación.

Nina sintió escalofríos. Con todo el tema de George y los diarios, había olvidado que su fiesta estaba muy cerca. Sonrió porque no quería preocupar a su hermana. Su madre estaba feliz con la actividad y no quería mostrar que la idea aun no le gustaba.

Estaba contenta de que Mina haya aceptado su propuesta. No quería que nada empañara eso. Se despidió de su hermana y trató de centrarse en el trabajo. Pero su día solo comenzaba.

Fabrizio: Te espero en el parque del puedo. En la banca del lado derecho de la fuente. Tengo información de George Hiltmoose que necesitas saber.

****

Nina luego de recibir ese mensaje no había logrado concentrarse casi nada en el trabajo. Agradecía estar trabajando a distancia. Porque su jefe de seguro la hubiera regañado. ¿Pero cómo lograría centrarse? Fabrizio había sido tan claro en el mensaje. Le había conseguido información importante. Sabía que pedirle ayuda no era una locura. Que él sí usaría sus medios para obtener lo que quería.

Llegó al parque incluso diez minutos antes de lo acordado. No podía quedarse esperando en el auto o alargar su tiempo en la oficina. El pitido de su celular no tardó en sonar. Era Walden. Nina sonrió al ver el mensaje.

Walden: ¿Porque fuiste sola? Te hubiera acompañado.

Nina: No era necesario. Además estaba cerca y no estoy del todo sola.

Walden: Lo sé, pero no me agrada la idea.

Nina: No, te agrada la idea porque se trata de Fabrizio y sé que nunca te caerá medianamente bien. No te preocupes tanto, estoy bien. Aunque algo nerviosa. ¿Y si hay algo malo en lo que encontró? Eso me asusta.

Walden: Tranquila, no pienses en lo malo. Mejor piensa en que puede que Russo haya encontrado algo que funcione. Algo que permita que Dixon tome ventaja de esto.

Nina suspiró cansada. Viéndolo de esa forma, esperaba que así fuera.

Nina: Te dejo saber lo que me diga. Y de nuevo, todo está bien.

No recibió respuesta, porque sabía que Walden estaba con unos nuevos clientes a quienes planeaba hacerle una casa.



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En el texto hay: secretos, trillizas, destinos

Editado: 21.10.2022

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