Agosto 3, 2018.
Querido Tao:
Recuerdo que nos distanciamos un poco, especialmente después de la discusión que tuvimos sobre los comentarios ignorantes y reclamos sin fundamentos que hiciste debido a una foto que subí de unas de mis ilustradoras favoritas, se trataba de la icónica imagen de Lola vendetta, “Sexo débil los cojones”.
¡Dios! me moleste tanto por la basura estúpida que me tiraste sobre que yo odiaba a los hombres y que el feminismo éramos un montón de locas que repugnaban a los hombres y un sinfín de babosadas. En verdad te odie ese día porque no sabías de lo que hablabas y no quisiste investigar al respecto. Por eso te eliminé de mi Facebook y te bloqueé en Messenger por una hora para que no me escribieras por un rato. Menos mal me pediste disculpas después e investigaste sobre el tema porque de lo contrario, no hubiese querido saber nada de ti nunca más.
En fin, el caso es que a pesar de todo eso, cada vez que nos distanciamos de una manera u otra siempre volvemos el uno al otro y hemos pasado años en esta dinámica. Sin embargo, en estos últimos meses la chispa es mayor, un día te pedí tu opinión para que me sirviera de ayuda en la construcción de un personaje de una historia que estaba escribiendo y llevados por algún tema relacionado a eso terminamos recordando momentos que pasamos juntos y luego, durante algunas semanas lo seguimos haciendo. Tocamos el tema de nosotros una y otra vez, y ambos nos hemos dado cuenta que eso ha removido el terreno entre los dos. Tanto así que nos llevó a admitirlo, lo que contrario a lo que pensé antes ha sido un completo error.
Estaba tratando de distraer mi mente escribiendo esa historia para evadir el estrés que me envolvía por esos días a causa de la universidad y tú te mostraste tan interesado en mis cosas y abierto a compartir tus asuntos conmigo que rápidamente caímos envueltos en el tiempo, a la etapa en la que nos conocíamos y coqueteábamos. Recordar todo contigo fue totalmente diferente a cuando recordé el pasado sola, esta vez tenía a mi disposición detalles que no conocía y tu perspectiva de las cosas, lo que tu experimentaste y sentiste complementado con lo mío, de modo que fue más significativo.
A pesar de ello, yo me había estado haciendo la tonta al respecto, hasta que tú me dijiste todas esas palabras.
Un día de julio, me dijiste que hablaríamos después porque ibas a trabajar así que te respondí:
“Bueno, espero que te vaya bien, conduce con cuidado”
Era algo que te dije muchas veces cuando estuvimos juntos y para los dos fue como una especie de déjà vu, así me lo hiciste saber. Por eso te explique que aunque no somos nada siempre te deseo lo mejor. Y eso es totalmente cierto, lo que no creí que sucedería fue lo que me confesaste después.
“Estoy soltero y aunque parece mentira tengo varias mujeres detrás de mí, solo que ninguna me interesa, y quiero estar con alguien que sí. Hay todavía produces cosas en mi cuando te veo, no sé qué tipo exactamente, pero me pongo nervioso cuando te veo. Cuando paso por tu casa trato de encontrar suerte y verte, y es cierto que he intentado con otras chicas después de lo que sucedió entres nosotros, pero no deje de pensar en ti y nada funcionó. Quisiera que pudiéramos intentarlo nuevamente, por favor, quizá esta vez funcioné”
“Quiero saber si tú lo deseas, no me estoy muriendo por ti, pero quiero abrirte las puertas de nuevo a mi vida porque creo que si ambos lo hubiésemos hecho antes, las cosas habrían funcionado. Esta vez no habrá desespero o afán de mi parte”
Siendo sincera tus mensajes fueron bastante claros, el problema estuvo en que quería tanto que todavía sintieras cosas por mí que me salte toda la parte en la que me echaste en cara que tenías a otra persona que te estaba dando atención o que me buscabas porque no querías estar solo. De alguna estúpida forma yo solo vi lo que quería ver. Aunque eso no evito que me volviera un desastre emocional.
Mi respuesta fue confesarte que después de todo este tiempo y a pesar de lo que sucedió aun siento cosas por ti, que no sé descifrar con exactitud mis sentimientos, pero están ahí palpitando y por más que intento ignorarlos no logro hacerlo. Que todas esas sensaciones son difíciles de asimilar para mí porque es la primera vez que las experimento y necesito familiarizarme con ellas.
“No me gusta salirme de mi zona de control y lo hago con mis sentimientos. No fuiste mi primer beso, pero si el primero que me hizo sentir cosas que no puedo controlar…”
“…Así que me siento un poco perdida al respecto porque no sé cómo funcionan las relaciones y me da un poco de miedo…”
“Necesito pensarlo y decidir si debo enfrentar el temor y darme esta oportunidad o saber si no estoy lista para esto y dejarte avanzar”
Sentí tantas cosas a la vez, alegría, decepción, ilusión, miedo. Te escribí todo un periódico de mensaje después de dar vueltas en círculos, odiaba que nuevamente estuviéramos hablando de nuestros sentimientos a través de mensajes y no cara a cara. Una vez más, el escudo de las redes entre los dos. Lo odie. A pesar de ello, trate de explicarme, desahogarme, y dejar claro lo que estaba en mi mente y mi corazón.
¿Sabes? es chistoso porque quería que me dijeras que lo intentáramos, pero la forma en la que lo hiciste quizá fue la que me detuve de salir corriendo a decirte que quería volver estar conmigo y pensarlo un poco antes de decidirlo.