¿Creen en el karma?
bueno, yo no puedo profesar una creencia solida hacia el , mas sin embargo cada cuanto él me hace alguna broma—de mal gusto por cierto—, o acción el karma termina por devolvérsela; pero, no dejándome fuera en el proceso por cierto. Y hoy es uno de eso días.
El corazón me va a mil por hora golpeando mi pecho. De verdad, había sido sin querer. Solo a mí se me ocurre soltar así el libro sin pensar que no pasaría nada.
—¿Estás bien?—pregunto
—Creo que sí—respondió el chico que me observaba con gesto adolorido, después de analizar su entorno y masajearse la parte trasera de la cabeza que es donde recibió el golpe.
—Enserio lo siento, pero no debiste forcejear así conmigo por el libro, No acostumbro a rendirme fácilmente.—dije como si ese fuera un dato curioso de mi.
—¿Entonces porque lo soltaste?
—Ejem bueno... este...—desvió la vista. Debería decir: "me equivoque de libro", es la verdad ¿no?. Si pero una verdad muy patética, contrataca otro pensamiento.
Vuelvo la vista a él
—¿Acaso importa?.—prefiero decir rápidamente a lo que Colton se echo a reír. Me siento estúpida pero también algo molesta.
—Dame tu mano—dice tendiéndome la suya desde el suelo, dudé mientras lo miraba confusa, «para que diablos quiere mi mano», pero entonces aclara—Deja que lo reformule, ¿Podrías ayudar a levantarme?.
Sin responderle y con un asentimiento indeciso, le tiendo la mano sin prisa y miedo a que sea una de sus estrategias como cualquier maldad digna de él— como por ejemplo arrojarme al suelo también— como si no tuviese claro si es seguro o no al fin la estrecho, pero sorprendentemente solo la toma como apoyo y recarga su peso en la otra mano para impulsarse hasta que se pone completamente de pie, como cualquier persona normal.
Un susurro parecido a un "gracias" sale de sus labios mientras sacude sus pantalones y acomodaba su arremolinado castaño cabello corto; no se el motivo del porque mi mirada le sigue cada acto que hace.
¿Como es eso posible?
Alza la vista hacia mi encontrándome en una posición estática observándolo y noto de inmediato que en la comisura de sus labios juega una pequeña sonrisa.
Bajo la mirada hacia el suelo sintiendo como me suben los colores y me enfoco en el desastre que aun continua tirado, le paso de largo antes de que habrá la boca y mencione alguno de sus comentarios ególatras; me arrodillo y apilo una buena cantidad de libros según numero para que se mas fácil acomodarlos de lugar.
Cuando son suficientes de un montón armo otra fila siguiendo con el orden correlativo, tomo el siguiente que esta enfrente a mi junto a unos zapatos negros de un imponente marca; Y no necesito levantar la vista ni ser adivina para saber de quienes son.
—Creo que me debes una disculpa ¿no te parece?—inquirió el dueño de esos brillantes zapatos, vuelvo el rostro hacia arriba con el ceño fruncido y veo a Colton que esta cruzado de brazos.
—Creo haber dicho lo suficientemente alto LO SIENTO ¿no?—digo obvia, además de cuando acá el se a disculpado conmigo.
Vuelvo a apilar mas libros pero aun así mi boca sigue en funcionamiento—y si esperas que me ponga de rodillas, halla mira, hay muchas sillas. Así que espera sentado.
Apunto el lugar sin verlo.
Rayos si que fueron muchos libros, me detengo a pensar hasta que escucho su risa que me hace verle de nuevo y parar mi proceso.
—Audrey, Por si no lo has notado, literal estas de rodillas ante mi.— dice riendo burlonamente y arquea las cejas petulantemente.
Como si de un resorte fuera, me levanto rápidamente del suelo con una fila de libros en manos.
—No por mucho— digo con aires de superioridad. Antes de voltearme bruscamente en dirección al estante esperando que el cabello de mi coleta le halla abofeteado la cara.
Coloco uno. Coloco dos. Coloco tres y es el tiempo justo para que por el rabillo del ojo vea como se posiciona a mi lado con muchos mas de los libros que yo podría levantar ciertamente. ¿Acaso esta alardeando?.
—Hey cambia esa mala cara, Rubiecita, solo fue una broma.—dice al tiempo que me pasa mas libros.
—Como sea—me limito a decir sin querer seguir haciendo mas charla con el; al parecer mi tono cortante lo logra pues al menos hasta que no hay mas libros en sus manos y nos acercamos a los demás montones de ejemplares que ordene vuelve a hablar.
—Oí que eras parte de la nueva adquisición del equipo de animadoras. ¿Es cierto?
Lo miro con desdén y molestia, aunque se que no será el único comentario que recibiré al respecto de mi participación con las Little Wolves, no quiero escucharlos y mucho menos responderlos; genial otra de las cosas que de igual manera me perturbara; mientras intento levantar mas libros de los debidos en un momento de ofuscación, como era de suponerse tambalean en mis manos al tiempo que Colton los sostienen para que no los bote, encuentro su mirada y por un segundo, solo por un segundo me vuelvo a sentir tan incomoda como nerviosa—justo la misma sensación del viernes cuando me atraco en el pasillo—por la cercanía que experimento.