Con P mayúscula

Capitulo 39:

Hailee

 

—Tal vez no fue una buena idea —digo mientras nos sentamos en la camioneta de Cameron en el estacionamiento de la escuela. Él ha insistido en recogerme.

Girando su cuerpo hacia mí, deja escapar un largo suspiro. Los chicos ya habían empezado a notarnos y sé que no pasará mucho tiempo antes de que toda la escuela se entere, si aún no lo han hecho después de nuestra cita en El Callejón anoche.

—Hailee, mírame. —Mis ojos se deslizan lentamente hacia los suyos—. Te amo. Nada de lo que alguien haga o diga cambiará eso.

Las mariposas revolotean salvajemente en mi estómago. No pensé que alguna vez me acostumbraría a escucharlo decir esas palabras. Incluso si aún no las he repetido.

Un fuerte golpe nos sobresalta, y Asher presiona su cara contra la ventana de Cameron.

—¿Van a sentarse allí toda la mañana? Cameron gime.

—Lo siento. —Él me habla, y yo me rio entre dientes.

—Fee y yo estamos esperando.

Eso me hace girar la cabeza alrededor de Cameron para encontrar a Flick de pie al lado de Asher, como un ciervo encandilado con luz. Abro la puerta, salgo de la camioneta y doy la vuelta para encontrarme con mi mejor amiga.

—Hola —dice, regalándome una pequeña sonrisa—. Esto es… ¿qué es esto exactamente? Voy a responder, pero Cameron sale y me abraza, tirando de mí contra su pecho.

—Hailee y yo estamos juntos.

Flick sonríe mientras los ojos de Asher casi se salen de su cabeza.

—¿Juntos, juntos o como folla amigos juntos, porque pensé que…? —Sus labios se aplanan ante lo que Cameron le está diciendo en silencio.

Miro a Cameron y él baja la cabeza, capturando mis labios en un suave beso.

—Pido disculpas ahora por cualquier cosa que pueda salir de su boca.

—Escuché eso —se queja Asher.

—Se supone que debías hacerlo.

—No es que no esté feliz por ti —continúa—. Lo estoy, pero ¿Jase sabe sobre esto? El brazo de Cameron se aprieta a mi alrededor cuando dice—: No importa.

Asher mira más allá de mí a su mejor amigo.

—Hay tanto que quiero decir, pero, oh ... hablando del diablo.

Todos giramos en la dirección que él está buscando para encontrar a Jason caminando hacia la escuela con algunos de los muchachos del equipo. Como si nos sintiera observando, sus ojos nos encuentran a través del césped, fijándose en Cameron y yo. Todo se ralentiza: la corriente de chicos que entra al edificio, la incesante charla y la risa, el oxígeno que se filtra por mi cuerpo. Sé que las cosas serán incómodas, pero no había esperado que se sintiera como una nueva línea entre nosotros. Prácticamente puedo sentir el cambio en el aire, la pared invisible se eleva entre nosotros. Cameron, Asher, Flick y yo a un lado; y Jason por el otro.

Me estremezco al darme cuenta.

—Oye —la voz de Cameron me ancla de nuevo a él—. Todo irá bien; él vendrá a nosotros.

Besa mi mejilla.

Flick me mira nerviosamente y le ofrezco una débil sonrisa. Pero es Asher quien rompe la sofocante tensión.

—Bueno —dice—. Supongo que somos tú y yo, Fee, nena.

Echa el brazo alrededor de mi mejor amiga, quien me lanza una mirada con la expresión de “ayuda”. Una sonrisa tira de mi boca. Es una lástima que ella lo hubiera puesto a él en la zona de amigos por su chico misterioso porque, a pesar de las tendencias de mujeriego de Asher, ellos hacen una pareja muy linda. Pero tengo suficiente de qué preocuparme sin involucrarme en la vida amorosa de mi mejor amiga.

—¿Estás listo? —Le pregunto a Cameron en voz baja, pero por supuesto Asher lo escucha.

—¿Listo, listo para qué?

La expresión de Cameron cae cuando dice—: Tengo que hablar con el entrenador.

 

~~~

 

Sobrevivimos el día en la escuela. Después de que el rumor casi explotó con noticias de Cameron y yo, las cosas se calmaron. Pero voy a tener que acostumbrarme a mi nueva popularidad ahora que estoy con un Raider.

Con un Raider. Eso es algo que nunca pensé que diría.

—¿Por qué sonríes? —Cameron me pregunta cuándo se encuentra conmigo fuera de clase.

—Oh nada. —Sonrío, dejando que me quite la pila de libros—. Pero tener un novio tiene sus usos.

Nos detenemos en mi casillero y cambio los libros que necesito para la tarea con los que tengo en los brazos de Cameron. Cuando termino, me encuentro abarrotada contra el banco de casilleros, con los tormentosos ojos azul grisáceos fijos en mí. El pasillo se está vaciando, pero algunos chicos nos observan con leve curiosidad y diversión.

—Tenemos una audiencia. —Mis manos se deslizan por su pecho mientras muevo mi cabeza hacia el grupo de chicas jóvenes que miran abiertamente en nuestra dirección.

—Probablemente deberíamos darles algo de qué hablar entonces. —Cameron cierra la distancia entre nosotros, fijando su boca sobre la mía, su lengua deslizándose entre mis labios—. Dios, te amo.



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En el texto hay: problemas, amor, futbol

Editado: 13.12.2020

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