Tharir.
Los gritos me estaban desesperando, no podía ver nada solo gente corriendo, alguien me había empujado y con estos malditos tacones me caí de culo. Todo había pasado tan rápido, ver el cuerpo de Donovan caer enfrente de mi fue como una pesadilla, me escondí detrás de una moto para no recibir un disparo. Unos locos seguían disparando al aire.
Ante mis ojos vi como una rubia recibía un balazo por la espalda y caía. Mis ojos se llenaron de lágrimas, los gritos seguían y no sabía a donde irme, no tengo moto, no tengo nada. Me quité los tacones y me empecé a deslizarme por el piso para cubrirme con una moto que estaba tirada.
¿Dónde carajo esta Zacarias? Él estaba a punto de ganar antes de que se escuchara el primer balazo que dio en el cuerpo de Donovan. Esto no puede estar pasando, menos en este momento. Y Raven, ese idiota espero que se haya largado y este bien. Me cae mal pero no quiero que le pase nada.
Varias motos empezaban a salir, los gritos de ayuda y desesperación seguían escuchándose y enfrente de mi estaba esa chica rubia muerta. Me gire no podía verla, no tengo ni idea de cuantas personas quedaron heridas o porque dispararon. Los disparos ya han terminado, solo escuchaba llantos y gritos. ¿Qué diablos voy a hacer?
—¡Perla! —Al escuchar mi nombre falso giré y vi la moto azul junto con un rubio. Jeff— ¡Vamos sube! Tenemos que irnos la policía no tarda en llegar—no lo pensé y subí detrás de él y arranco.
Salimos de Sindy, varias motos iban detrás de nosotros, las sirenas de la policía empezaban a escucharse y Jeff acelero mas que no me quedo de otra que sujetarme de él. Note que tiene una herida en el brazo.
—¿¡Estas bien!? Tu brazo está sangrando.
—Si, solo me rozaron—lo dijo tranquilo. Mientras que yo me moría del miedo al no haber visto a Zacarias y Raven.
No dije nada más, tampoco sabía a donde me llevaba, solo tenía a dos personas en mi cabeza. Logramos desviarnos de los policías y nos metimos en una gasolinera. Jeff tiene que curarse la herida y yo tengo que llamar a Zacarias. Compre unas gasas y alcohol, se las entregue a Jeff y entro al baño. Yo hice lo mismo y saqué mi celular del pequeño bolso que tenía el vestido y empecé a marcarle a Zacarias.
Directo a buzón. Estúpido Zacarias.
Con la frustración y los nervios me arranque las extensiones y las lentillas, me lave la cara tratando de quitarme el maquillaje. Me di cuenta de que no traía zapatos, había aventado las malditas zapatillas, mi celular está muriendo, solo tengo diez dólares.
Genial, más desgracias a mí no me pueden pasar.
Sali del baño, el rubio seguía adentro y vi a una señora vendiendo dulces, me moría de hambre así que me compré un dulce pequeño, no podía gastarme mis únicos diez dólares. Me senté en la banca que estaba afuera de los baños con la cabeza agachada pensando en ¿Qué carajo iba a ser?, No sé en donde vive Jeff y tampoco puedo pedirle que me lleve a mi casa, lo acabo de conocer —ya lo conocía, pero él no lo sabe— ¿en qué problemas te metes Tharir?
—Oye chica, los baños están ocupados—subí la mirada al escuchar que alguien me había llamado—¿T-tu?
Mierda.
—¿Qué haces acá? Espera tu ... vienes de las carreras ... ¡Mierda! ¿Estás bien? Espera ... no ... no entiendo tu ... tu eres Perla ¡Tharir dime algo! ¿Estas herida? —Se lleva sus manos a su cabello—. Carajo dime algo. No entiendo nada ¿Q-que haces aquí?
Mierda.
No mentiré al saber que me da un alivio ver que está bien, sin embargo, no quería encontrármelo. ¿Qué mierda hare? Estoy segura de que el vio lo que hice cuando el idiota de Zacarias revelo su identidad y escucho todo lo que dije, y luego cuando bailé con él.
Si pueden pasarme más desgracias.
—¡Tharir! ¡Reacciona!
Uno, dos tres ... Reacciona.
—Estoy bien ... bien—me limite a decir.
—Ahora explícame ¿Qué diablos haces acá? y ¿Por qué demonios no traes zapatos?
—Relájate, aparte no tengo porque darte explicaciones y cállate, Raven, nos están viendo.
—No, no, tú me las vas a dar—se acercó a mí y susurro—: Alla mataron a una persona y no se a cuantos más ...
—Sucede algo aquí —hablo Jeff que ya había salido del baño, subí mi mirada hacia él y frunció el ceño—. Espera ... tu ... tu no tenías los ojos ... azules y cabello rubio ¿Qué ...? ¿Qué diablos pasa aquí y ... Raven que ... que haces acá? ¿Se conocen? Ya me confundí.
Oh no.
¿Qué desgracia más puede pasarme a mí?
—Tu eres Jeff ¿no? —Cuestiono Raven.
—Si, el mismo ¿ustedes se conocen?
—Si, es la insoportable amiga de mi prima y necesito hablar con ella ...
—Creo que ella no está en condiciones para hablar o aclarar las dudas de ustedes dos—genial. Ya no hablare de desgracias—. Vámonos Tharir—me tomo de la mano y me jalo a él.
Sálvame vida.
—¿Y tú que te crees que eres? Me abandonas y así de fácil crees que me iré contigo—me solté del agarre de Zacarias.
—Ella es la que decide—me jala Jeff.
—Ella hace lo que yo digo—me jala Zacarias.
—Ella puede irse con uno de ustedes, no me importa —no me jala Raven.
Yo solita me solté del agarre de Zacarias. Estoy molesta que se creen estos tres.
—A ver, a ver ella, o sea yo tengo palabra y ustedes dos—señale a los dos chicos de negro—, no me dirán que hacer y tu—señale al rubio —no te conozco, gracias por respetar mi palabra. Los tres acabamos de pasar por algo traumático, que jamás olvidaremos. Me estoy congelando, traigo un maldito vestido miniatura y ustedes traen una chaqueta—el rubio y el barbudo hicieron un ademan de quitarse la chaqueta—. No ya no lo hagan, mi celular no tiene batería, tengo nueve dólares, estoy descalza y ustedes solo creen que pueden tomar una decisión de mí y decidir con quien me iré. Están pendejos.
» Es obvio que necesito irme con uno de ustedes—no quiere perder mi orgullo, pero ni modo—. Jeff, no sé dónde vives y para mí sería una molestia desviarte, también estas herido y no quiero causarte problemas. Zacarias, tú sabes porque no me iré contigo y sé que tenemos una plática pendiente. Dile a Abdón que su plan se fue a la mierda.