Conduce mi dolor

24. Me quede como payaso.

Raven

No pues si la dejé sorprendida.

La exposición irse a toda prisa sin mirar atrás, bueno esa no era la reacción que esperaba, es más hasta creí que me iba abofetear o gritar, en cambio se fue solo diciendo un "Adiós Raven. Nos vemos en la escuela". Eso si fue una reacción inesperada, aún prefiero la cachetada o los gritos o que mínimo se riera, pero no pasó nada de eso. Ahora no se cómo sentirme ... Realmente siento esto como un fracaso, ¿por qué mi maldita boca no se quedó callada? Tenía que hablar y decir lo que no tenía que informar.

Wow Raven de verdad te batearon y duro.

Mierda sí.

No sé cómo tomarme esa reacción, si buena o mala, de seguro como la última. Joder, jodidamente se fue sin decirme nada, mucho menos darme una mirada. Que idiota me siento en estos momentos. Nota: No abrir la boca y soltar todo.

Me subo a mi moto debatiéndome en si seguirla o irme de aquí y dejarme de humillar.

Está claro que quiero seguir teniendo dignidad así que me voy sin seguirla. A veces las cosas no salen como uno esperan, pero bueno tampoco esperaba que me dijera "Raven, tú también me gustas y desde hace mucho", era obvio que esas palabras no iban a salir de su boca. Si tal vez ahora me siento como perdedor, por primera vez me lance a decirle lo que sentí y me quede como payaso.

No tardó en llegar a mi casa, me doy una ducha y me pongo una bermuda de algodón, me aviento a la cama suspirando. Veo por un rato la televisión y hablo con Ian sobre cómo le va en la escuela, honestamente nunca creí que lo extrañara tanto. Después de eso bajo a la cocina para servirme algo de comer, Tara también hace lo mismo, la veo por unos momentos no se ve ... bien, de seguro se volvió a pelear con David o algo así, tampoco me interesa.

Ya que es de noche y estoy aburrido, y no quiero seguir pensando en cómo perdí mi dignidad enfrente de una, odia todos, le marco a David.

—Y ese milagro que me marcas, dime ¿para que soy bueno? —Dice.

—¿En dónde estás?

—Exactamente en estos momentos vengo llegando a tu casa.

—¿Vienes a ver a Tara? Porque no está.

—Mejor ábreme y te cuento.

Le cuelgo, busco una camisa y me la pongo para ir abrirle, nos saludamos, David se adelanta al cuarto mientras yo busco unas cervezas y botana. No tardo en subir, David esta acotado en mi cama revisando en su celular, dejo las cosas e la cama, le aviento una cerveza y ahora bebemos.

—¿Qué paso? —Me siento en el sillón mientras espero una respuesta de David. Bebo mi cerveza de un trago, claramente hoy lo necesito más que nunca. Maldita perdición.

—No lo sé, no sé qué está pasando con tu prima, las cosas van bien, luego mal—se sienta sobre la cama mirándome—. Yo la amo y no quiero perderla, pero tampoco sé que está pasando.

En estos momentos yo no soy el indicado para darle un consejo, si yo no puedo con mis propios sentimientos que trate de borrar por años.

—Si hay amor, todo lo vence, ¿no? —escucho su risa seca.

—¡Por dios, Raven! …Tu porque nunca has estado enamorado, pero créeme, aunque haya amor, las cosas no siempre funcionan. Uno puede amar más que otro o los dos se pueden amar con la misma intensidad y aun así las cosas pueden salir mal entre las dos personas.

Amor, amor, amor, como estoy detestando esa palabra últimamente. Tharir me gusta y me ha gustado por años, pero enamorado…no eso todavía no. A parte tampoco es como que ella me dé motivos para enamorarme de ella, esa chica es tan complicada.

—Pues entonces si se aman, las cosas pueden solucionarse.

—No escuchaste lo que te dije o ¿Qué?

—Dijiste que la amas, entonces ya está.

—Aunque yo la ame con tanta intensidad cualquier cosa puede venir y desestabilizar todo, Raven.

—Bueno, a mí no me hables del amor, porque no lo entiendo y tampoco es lo mío.

—Nada es lo tuyo, Raven.

Me levanto de mi lugar aventando la cerveza que ya me acabé y tomo otra cerveza bebiéndomela de un trago. Maldita perdición. David no me dice nada, tampoco quiero que lo haga. El que sabe sobre qué es lo mío, aunque tiene razón, nada es lo mío, pero aun así me pica que me lo haya dicho. Salgo de mi habitación sin decir nada, necesito otra cerveza y ya no hay más. Debí haber subido el six completo.

Cuando bajo a la cocina escucho las voces de dos chicas. Lo que me faltaba. Bendita suerte la mía.

—¿Qué haces acá? —Le pregunto a Tharir bruscamente que no me dice nada, solo juega con sus dedos—. Dime. Tharir, ¿Qué haces aquí? ...oh espera, ¿me vienes a contestar o nos vamos a ver en la escuela?

Que se note lo molesto que estoy, y que el alcohol no ayuda mucho.

—Esta es mi casa, así que puedo tráela cuando yo quiera—asevera Tara—. ¿Tienes algún problema? O ¿ustedes que se traen?

Puta madre. Está claro que Tara no sabe nada, tampoco le voy a decir, no necesito más humillaciones el día de hoy, no le contesto y camino hacia al refrigerador sacando las demás cervezas.

—Yo me voy, gracias por darme eso, Tara—escucho la voz de Tharir.

—Te acompaño—le dice Tara. Cierro la puerta del refrigerador bruscamente que hace respingar a las dos—. Cuidado con mi refrigerador, tarado.

Voy a decir una estupidez, pero en el momento en que voy a hablar David entra a la cocina y noto como Tharir se tensa, eso me hace fruncir el ceño, no entiendo esa reacción. Tara solo le sonríe débilmente a su novio. David se acerca a ella saludándola y en el momento en el que David la va a besar Tara evita su tacto. Uy, al parecer las cosas no están bien. Miro de reojo a Tharir que vuelve a jugar con sus dedos.

—¿Qué pasa, amor? —David la toma del rostro y Tara le quita sus manos.

—Tenemos que hablar, David—uy esa no es buena señal. David se endereza y frunce el ceño sin saber que hacer—. Voy a ser directa, así que siéntate, David—espeta, mi amigo chasquea la lengua y hace lo que novia le pide. Puedo decir que eso es ser un hombre dominado—. ¿Por qué tenían una maldita bolsa de droga en tu habitación?




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