Una noche, Cronos* se me reveló en sueños y, tras preguntarle qué era lo que más le llamaba la atención de los seres humanos, me respondió algo que no he podido olvidar jamás:
''No tengo tiempo, ¿cuántas veces los he escuchado decir esa frase? ¡Como si necesitaran más de veinticuatro horas en el día!
He visto a padres que conocen más a un compañero que a sus propios hijos e hijos que se apegan más a una oficina que a sus padres, que por estar ocupados se pierden instantes únicos en sus vidas, pero no les importa, porque lo compensan con regalos, como si eso pudiera sustituir un ''te quiero'', no ven que el cariño es más importante, que la compañía vale más y después se lamentan porque viven solos, vacíos, llenos de cosas materiales, pero faltos de amor.
Entonces, cuando ya es tarde, sienten culpa y quisieran volver atrás, pero es imposible y me responsabilizan, evadiendo sus actos. Los miro con lástima y me pregunto qué sentido tiene vivir así.
He visto a muchos emprendedores triunfar porque valoraron cada segundo y lo aprovecharon a su favor, pero otros que, al principio parecían prometedores, no llegaron a ningún lugar, pues no tuvieron el coraje suficiente para cambiar la planificación de su horario, cumplir con determinada tarea o estudiar una materia, en vez de eso, malgastaban su día creándose vidas falsas y anunciando proyectos que jamás se harían realidad.
Lo que más me asombra es que se pasan buscando más tiempo, sin saber que el que tienen es suficiente; por eso les debo aconsejar que no sean cobardes y asuman su responsabilidad, pues solo ellos tienen el poder de cambiar, que no sean de esos que se levantan sin ningún objetivo, sino de los que, cada día, trabajan para cumplir su meta, que no piensen que por dedicarse por completo al trabajo serán más felices, al contrario, tarde o temprano necesitarán amor verdadero y ese se obtiene si se cosecha y se riega a diario, que no piensen que el dinero, una computadora, celular o ropas caras pueden sustituir a los amigos y a la familia, por eso, que le dediquen tiempo, ya que también he sido testigo de cómo la muerte se lleva a quienes aman y los deja con la culpa de no haberlos disfrutado suficiente. Sobre todo, les aconsejo buscar la felicidad, no desperdiciar ni un solo segundo, ser mejores''
*Cronos: Dios del tiempo.