Termine de arreglarme y baje las escaleras encontrándome con Emeric hablando con mi madre.
—Elise hija cuídate y disfruta —ella se acercó a mi para luego abrazarme— estas hermosa ¿No lo crees?
Ella miro a Emeric que estaba distraído el me miro y sonrío falsamente.
—Si esta hermosa —dijo el dándole la razón a mi madre.
—¡Cuídala hijo! —volvió a insistir mi madre— ¿Quieres que le pida a Stuart que te haga guardia?
—¡Mamá! ¡No! ¡Ya nos tenemos que ir! —dije mirando a Emeric que miro a mi madre con una sonrisa.
Subimos a su auto y otra vez el silencio. ¿Por qué no quería hablarme?
—Te diré una cosa no me sigas ¿Oíste? Y actúa como si no me conocieras —yo lo mire y el miraba hacia el frente— vete con tus amiguitas y no me molestes.
Asentí y bajé del auto, la música y la gran mansión de Ariane.
En otro auto venían los amigos de Emeric y fue donde vi a Lilian acompañada de Simon.
Me acerqué a ellos y les sonreí, Lilian se veía hermosa.
—¿Y cómo fue todo? —pregunto mi amiga tomando mi mano.
—Me advirtió que me mantuviese lejos de el —dije sin darle tanta importancia.
—Nadie entiende a Emeric no te hagas la cabeza Elise —dijo Simon sonriente entrando con nosotras a la casa.
La casa era enorme y también no podía calcular la cantidad de personas que había allí dentro. A un lado en una sala enorme había una barra con barman en otra esquina había un dj, luces y una gran bola gigante colgada en el techo.
Nos dirigimos hacia la barra donde estaban los Barman.
—¡Hay demasiadas personas! —dije casi gritando a Lilian que estaba a mi lado.
—¡Hola mis amiguitas! —exclamo una peli marrón con su pelo teñido con mechas de colores— hola Simon ¿solucionaste tu problema de lugar?
Lilian y yo miramos a Simon que estaba con nosotras y miraba a Marion con el ceño fruncido.
—¡Rompiste mi teléfono! —exclamo el algo molesto.
—¡Te dije que fue un accidente! —se justificó ella mostrando una sonrisa— ¿Y tú lograste enamorar al sin corazón?
Ella me miro a mí y yo mire a Simon que seguía allí y probablemente la había escuchado y él era compañero de Emeric.
Simon se dio cuenta de mi cara de vergüenza y solo sonrío.
—Tranquila no diré nada no soy tan amigo de Emeric —dijo el para luego mirar a Lilian que le sonrío.
—¡Vamos a bailar muchachas! —Marion tomo mi mano y le hizo una seña a Lilian incluyendo a Simon.
Nos dirigimos a la pista de baile y empezamos a bailar me sentía contenta hasta que recordé a Emeric.
Por algún motivo había aparecido en mi mente.
Estaba en una fiesta, y a él le gustaban las fiestas, era mi momento para compartir con él.
Hasta que lo divise en un rincón con otros tipos que no conocía, pero parecían más grandes. Mire a Lilian haciéndole señas y ella asintió.
Camine siendo empujada por los que bailaban me acerque y termine a su lado. Y lo mire con una sonrisa, los otros muchachos se percataron de mi presencia y sonrieron.
No parecían ser personas de fiar porque sus caras eran algo misteriosas.
Emeric se giró para luego encontrarse conmigo y fruncir el ceño.
—¿Qué crees que estás haciendo? —dijo el cerca de mi oído.
—Solo quería… —no me dejo terminar y miro a sus amigos y sonrío, me tomo del brazo alejándome de allí.
Las mujeres que pasaban lo miraban y le guiñaban el ojo, y el les sonreía de la misma manera.
—¡Te dije que no te me acercaras! ¿Eres imbécil? —el lucia enojado.
Hasta que apareció otra persona y me tomo del brazo, y me alejo de el yo lo mire y él se quedó allí mirando con enojo.
Mire a la persona que me tenía del brazo y era Marion.
—¿Eres tonta? —dijo ella abriendo una puerta para salir al patio de la casa.
Unas personas se estaban besando apasionadamente, nos alejamos y ella saco de su bolsillo un paquete, un papel y el encendedor.
—Creo que deberías actuar de otra manera —ella termino de armar el cigarrillo y lo prendió— eres linda y por si no te diste cuenta un montón de sujetos allí dentro te miraban y tu mirando a ese imbécil.
Baje mi cabeza y acomode mi falda, y comencé a morder mi uña.
—Vamos Elise saca a esa perra que tienes dentro —Marion me empujo lentamente y volvimos a entrar.
No podía necesitaba conocer a Emeric y mi estabilidad emocional del futuro dependía de eso.
Empecé a buscarlo entre la multitud pero no lo encontraba. Camine llegando al otro lado de la casa hasta que me tope con un grupo de chicos vestidos normalmente, pero llenos de tatuajes.
Y entre ellos encontré al nuevo chico de la clase de natación.
—¡Elise! ¡Que sorpresa! —saludo Bastien.
—Hola… —dije mirándolo con una sonrisa.
Seguía mirando hacia todos lados hasta que lo vi estaba afuera y tenía un vaso en su mano.
—Hablamos después —volví a mirar a Bastien y me alejé.
Sali de la casa y el frio de la noche choco mi rostro, seguí el caminito que rodeaba el jardín.
Me quede helada al ver lo que mis ojos estaban presenciando.
Emeric besaba a una chica de cabellos oscuros y tes morena. El la tenía contra la pared.
Tape mi boca y retrocedí mi pie se dobló provocando que saliera un quejido de mis labios.
<< No te detengas >>
Aprete mis labios y aguantando el dolor regrese adentro, caminando hacia la barra. Volví a mirar y la chica junto a él aparecieron, el miraba hacia todos lados.
Me gire y mire al chico que preparaba los tragos.
—Quiero beber lo más fuerte que tenga —dije mirando mi tobillo.
—¿Cuántos años tienes? —pregunto el levantando una ceja.
—¿Eso importa? ¡Vamos amigo solo necesito un trago! —dije con molestia.
El chico no dijo nada y empezó a preparar la bebida. Empecé a tomar un vaso tras otro.
Quizás la abuela tenía razón debía hacerle caso y obedecerlo, pero como llegaría a el.
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Editado: 22.07.2024