Capítulo 12. Un ataque a traición

Clara sintió una horrible sensación en el pecho. Era como si se estuviera destruyendo desde adentro. Poco a poco tuvo dificultades para respirar, tanto que se le nubló la vista y cayó al suelo.

Los energéticos negativos la miraron con preocupación. La verdad no sabían qué hacer con ella. Esmi, la líder de los negativos, se acercó a Clara y la alzó en brazos. Del piso de la nave salió una cama, donde acostó a la joven. Luego, le colocó una mascarilla que cubrió su boca y nariz y, poco a poco, Clara comenzó a recuperar el aliento.

• Disculpa, Shael. Olvidé tu condición de material – le dijo Esmi – Has pasado por mucho últimamente. Será mejor que descanses.
• ¿Sabes el estado de los energéticos puros? – le preguntó Clara, sin levantarse – No quiero que nadie sufra. No quiero que Israfil perezca por mi culpa.
• Tranquila. Estoy segura de que estará bien. Ahora duerme un poco. Tengo que organizar algunas cosas con mis amigos. Será un viaje muy largo y debemos estar preparados.

Clara cerró los ojos y se quedó dormida. Esmi la dejó reposar, rodeándola con un escudo protector que la protegería de cualquier ataque o expulsión al universo. Debían estar preparados para cualquier inconveniente que surgiese en el camino.

Mientras dormía, Clara tuvo unos sueños muy extraños, los cuales se confundían con recuerdos de su vida pasada y de su vida actual. Primero vio a sus padres, quienes estaban preparándole una torta de cumpleaños con tres velitas encendidas. Era un recuerdo de cuando cumplió los tres años. Después, sus padres desaparecieron y ella comenzó a mirar a su alrededor, llamándolos con desesperación y llorando sin parar.

El pastel se incendió y, de ahí, apareció una sombra que la tragó por completo. Clara comenzó a correr y sintió que era trasladada hacia un túnel muy oscuro. A lo lejos divisó una luz y, de ahí, vio a su mejor amiga Luz, quien la estaba buscándola.

• ¡Clara!
• ¿Luz?
• ¿Dónde estás, Clara? ¡Regresa, por favor!
• ¡Aquí estoy! ¡Mírame!

Por más que Clara gritaba a viva voz, su amiga no la escuchaba. Era como si estuviese en otra dimensión. Y la imagen de Luz fue reemplazada por la de Adusias, quien sostenía la cabeza de Israfil bañado en sangre.

Clara gritó de horror. ¡Adusias asesinó a Israfil! ¡No lo podía creer! Y cuando estuvo a punto de ir hacia ellos, sintió que unos brazos la sujetaban y la arrastraban hacia atrás, como queriendo regresarla directo a la oscuridad.

El sueño terminó. Abrió los ojos y, lo primero que vio, fue a un energético negativo que tenía un puñal apuntándole directo al pecho.

Antes de que la apuñalase, Clara vio que Esmi la protegió de ese sujeto dándole un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente.

• ¡Lo siento, Clara! ¡Pero debemos escapar de aquí!
• ¿Qué pasó? – preguntó Clara, alterada
• ¡Te lo explicaré luego! ¡Ven! ¡Deprisa!

Clara, sin sacarse la mascarilla de oxígeno, acompañó a Esmi hasta una pequeña nave en forma de cápsula. Solo había dos asientos, suficiente lugar para ambas.

• ¿Y tus compañeros? – le preguntó Clara

Esmi no respondió. Activó la nave y salió volando directo al espacio exterior.

• ¡Esmi! ¡Dime, por favor! ¿Qué está pasando? – insistió Clara.

Esmi siguió sin responder. Luego, unas lágrimas comenzaron a recorrerle sus mejillas. Clara creyó entender la situación: su propia gente le dio la espalda, por lo que en esos momentos eran ellas dos contra el universo entero.

Y es que, mientras Clara estaba durmiendo, unos cuantos energéticos negativos comenzaron a cuestionar a Esmi del porqué debían proteger a la chica, siendo que solo les trajo penurias y desgracias.

• El choque de diferencias entre los incorpóreos y energéticos negativos dista de hace eras, mucho antes del nacimiento de Shael – dijo Esmi – Además, ella abandonó su mundo actual para defendernos, siguió pensando en nosotros incluso luego de haber encarnado como un material corpóreo. Lo menos que podemos hacer es protegerla y regresarla a su mundo.
• Es peligroso – dijo uno de los energéticos negativos – Ella sabe cosas que pueden perjudicarnos. Lo mejor es aniquilarla cuanto antes.
• ¡No dejaré que nadie la toque un solo pelo! – advirtió Esmi, colocándose delante de la puerta.

Pero uno de los negativos la empujó y fue directo hacia Clara, sacando un puñal oculto entre sus ropas y dispuesto a asesinar a la joven.

Volviendo a la realidad, Esmi respiró hondo y le dijo a Clara:

• Te regresaré a tu mundo. Nunca debimos interferir con tu nueva vida.
• No quiero regresar. Todavía no – dijo Clara – siento que todavía tengo cosas por hacer. Busquemos aliados, alguien que nos oriente y apoye.
• Será difícil – lamentó Esmi – No sabes porque te quedaste dormida, pero mi gente estaba bastante disconforme con lo sucedido. Perdimos nuestro hogar y ahora tendremos que vagar por el universo hasta encontrar un planeta que nos acepte. Muchos pensaron que solo serías un estorbo dado que tu metabolismo solo es compatible con ciertos tipos de planetas, por lo que quisieron deshacerse de ti aprovechando la ausencia de Israfil. Lo siento tanto, Shael.

Clara no dijo nada más. Entendió la situación, así es que no les guardaba rencor a los negativos. Pero le inquietaba Israfil. Él se había quedado a luchar contra Adusias y, lo que vio en sus sueños, le oprimía el corazón. ¿Y si era una premonición? ¿Acaso Israfil ha…?

Intentó serenarse. Israfil no podía morir. Solo fue un sueño. Algún día se volverían a encontrar y serían felices para siempre. Estaba segura de eso.

• Veo un planeta “apto” para ti – dijo Esmi, interrumpiendo los pensamientos de Clara – podemos descansar ahí. Calculo que tendrá una atmósfera similar a tu mundo, así es que podrás salir de la nave sin peligros.