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Estaban ambos sentados uno al lado del otro, Leslie y Enrique, hubo un silencio muy incómodo, y para romper el silencio ella empezó a hablarle del tema de la celebración, de hecho, a eso venía, fue a tratar de convencer a Enrique para que fuera con ella y no con “esa tal Cindy” así es tal y como la llamó Leslie...

Pero de todas formas Enrique la rechazó, no dejaría a Cindy tirada, ya había quedado con ella, ya le había comprado el vestido, “no, de ninguna manera” dijo Enrique.

Ella se molestó mucho, pero su actitud a Enrique le era indiferente, no le afectaba en absoluto. El trató de ser lo más serio posible para no darle ni la más mínima esperanza...

En eso sonó el móvil de Enrique era Cindy quien lo llamaba para preguntarle si ya se sentía mejor, Enrique frunció los ceños extrañado, ¿cómo se enteró que me puse mal?, ¿Será que fue Carlos?, sólo el sabía así que tuvo que ser él, pensó. Luego le respondió a Cindy lo más cariñoso posible como para que Leslie entendiera de una vez que no dejaría ni pensaba dejar a Cindy.

-Estoy bien cariño, acabo de despertar y ya estoy mejor, y ahora que te escucho me siento mucho más mejor – le dijo con una voz muy dulce, algo que era extraño escuchar en Enrique.

Cindy desde el otro lado de la línea quedó boquiabierta por cómo él le había hablado, se quedó pensando en lo bonita que sonaba su voz grave con algo de ternura. Luego de volver de su trance respondió a modo de “seguirle el juego”...

-Que bueno que ya estás mejor mi vida, y disculpame por no haber ido, estuve muy ocupada hoy, pero no volverá a pasar querido, “besos” – le dijo ella luego se despidió y colgó.

Ella le siguió el juego porque en su cabeza pensó que tal vez alguien los estaba oyendo y por eso él le estaba hablando así.

Pero por parte de Enrique, él también se quedó conmocionado por las palabras y la voz tan adictiva que tenía Cindy. Por un momento se olvidó que allí estaba Leslie escuchándolo todo, ya hasta estaba molesta, muy molesta.

Y en ese momento se levantó y sin decir ni una palabra, sin despedirse se fue, y escuchó el portazo que tiró Leslie.

Leslie era una mujer muy bella, tenía todo lo que cualquier hombre al que le importara lo físico le gustaría, era alta, rubia, ojos azules y además una modelo muy reconocida. Pero Enrique sabía que ella sólo lo quería por su dinero, que no era una buena mujer, por eso la trataba de esa manera como para poder alejarla.

En cambio Cindy, Cindy es hermosa por dentro y por fuera, aunque haya mostrado su lado cruel al principio, sé que fue culpa mía, pero en el fondo sólo estaba cumpliendo con lo que le habían asignado, y yo solo le complique la vida, pensó.

Enrique no entendía porqué pero al hablar de Cindy sólo sentía mariposas en el estómago, pensar en ella lo hacía felíz, pero su mente le recordaba aquellas veces cuando la trató con indiferencia...

(Esos fueron tiempos difíciles para Enrique, para Cindy hasta incluso para mí, tal vez debí empezar la historia con amor, pero no, dicen que lo bueno siempre viene luego...)

Ambos desde sus hogares ya esperaban que fuera viernes por la noche, para verse nuevamente.