El Chico

odo comenzó con un comentario en Instagram, una publicación de un video que hizo mi mejor amigo, en la cual yo estoy haciendo playback de la canción Stand By Me que tocaba un cantante callejero dentro del tren San Martín, rumbo a Caseros desde Palermo; el había comentado el vídeo del hermano con un simple "¿Quien es ese chico?" Y su hermano, le había contestado "Es mi amigo" en ese momento me enteré de que mi amigo tenía un hermano mayor, pero para sacarme más dudas le escribí preguntándole porque preguntaba por mí, me respondió a los 30 minutos con un "Hola, como estas? Nada preguntaba porque me pareces alguien muy bueno y mi hermano nunca sube fotos con amigos" desde ese momento lo empecé a conocer a él y más sobre su historia de vida.

Me acuerdo la primera vez que nos vimos personalmente, nos vimos en Caseros en la esquina de la parada del 53 que va a La Boca a las 20hs.

Yo me fui con mi remera verde con signos de interrogación, mi Jean blanco chupin y no me acuerdo con que zapatillas, pero fui muy cómodo y con una mochila negra, cuando llegue al lugar él había ido a la farmacia, entonces lo espere en la parada del colectivo, cuando lo vi él estaba vestido con una remera a rayas rojas y blancas, un pantalón ajustado y unos zapatos borcegos.

Estuvimos esperando el colectivo media hora, y por la avenida principal empezaron a cortar la calle unos manifestantes en contra del gobierno, así que decidimos ir a la otra parada del colectivo, llegamos y esperamos otra media hora; no venía el autobús que nos llevaría hasta La Boca, así que tomamos el tren San Martín desde Caseros hasta Retiro; luego tomamos un colectivo (que si no me equivoco era el) linea 152, tomamos asiento al fondo del colectivo y el me agarraba la mano, mientras seguíamos hablando de varias cosas, como conocí a su hermano Nicolás, porque elegí estudiar en la universidad de la localidad y no en la Universidad de Buenos Aires; mientras tanto hablamos habíamos pasado la Casa Rosada de Bs.As y 10 cuadra más adelante debíamos bajar.

Me dijo que estábamos en La Boca y que íbamos a ir a su casa, que no le tenga miedo a su perra cuando entre.

Su casa era un CASERÓN antiguo traído a la actualidad y transformado en departamento, lleno de arte, libros, calma, olor a café y madera con un toque de tabaco. 

Su perra al verme se quedo quieta y empezó a olfatearme a lo que él me habla diciéndome -Ella es Frida, es una mezcla de Golden, FRIDA dejalo en paz, cargosa - a lo que yo dije - Déjala, ella está probando si soy de confianza o no, ¿Qué pasa hermosa?¿que te hizo papá? Vez ahora ya estamos en confianza Frida y yo - la cara de él fue tan absorta, que sin decir nada fue hacia la cocina y puso la pava eléctrica para tomar mate, mientras tanto empezó a armarse un cigarrillo de tabaco y yo me prendía mis cigarrillos mentolados.

Empezamos a hablar sobre la vida de él, cuando acercó el mate a la mesa y un termo lleno de agua hirviendo; me contó sobre su esposo que había muerto por el cáncer meses atrás y una foto del hombre que lo hizo tan feliz los últimos años, entre más charla había más mate tomábamos y más cigarrillos se terminaban apagando en el cenicero, decidimos terminar el mate y llevar a pasear a la perra a un campo abierto cerca de la Cancha del Club de Boca Juniors, esa noche jugaba Boca contra San Lorenzo, el soltó a Frida y la dejó ir para todos lados mientras que nosotros nos sentamos en un tronco y seguíamos hablando.

Habíamos tocado el tema del cáncer y sobre Alejandro, su esposo, entonces yo le conté sobre mi tía abuela que había fallecido de cáncer en diferentes partes del cuerpo hace 10 años atrás, nunca lloré al frente de nadie, pero esa noche lloré en los brazos de él. 

Frida volvió sola hacia donde estábamos, le puse su collar y correa, volvíamos a la Casa de La Boca y nos cruzábamos con los hinchas de Boca, dicho club ganó el partido 3 a 1, estaban todos exaltados, llegamos a la puerta de la casa, entramos y nos quedamos mirándonos sobre que hacer, lo primero que dije fue ¿Qué vamos a hacer de comer? Habían latas de cerveza Isenbeck y un pollo congelado dentro del congelador, pero antes de irse me besó, su gusto a cigarrillo y su olor a perfume amaderado con un toque de vainilla me hacían suspirar cada vez que sus labios besaban los míos, agarro sus llaves, billetera, una gorra y salió en búsqueda de la cena, dejándome sólo con la perra.

Habían pasado 39 minutos y el no llegaba, hasta que escuche la puerta abrirse, él traía una bolsa bastante grande, la dejó sobre la mesa, sacó dos platos, una copa y un Chop, una botella de vino tinto malbec y 3 latas de cerveza heladas; sacó de la bolsa dos milanesas a la napolitana y una bandeja de papas fritas, empezamos a cenar, él se sirvió vino, a mi me sirvió las cervezas, brindamos por la felicidad de cada uno.

Seguíamos hablando mientras comíamos, me contó más sobre su esposo, Él Gran Amor de Su vida, historias tan hermosas que ellos vivieron juntos pero con un final tan trágico, que uno creería que sólo pasan en películas pero era realidad, me mostró una foto de su gran amor, un hombre apuesto de casi 35 años con una hermosa sonrisa, pero para que él no se sienta mal cambié de tema.

Habíamos terminado de cenar y decidimos ver una película, me preguntó cuál era mi favorita, las tenía a todas mis favoritas, Creo que vimos la primer parte de la película Los Juegos del Hambre,  acostados en su cama, el me abrazaba y de repente empezamos a hacer el amor, me bajo mis boxer mientras besaba mi estómago, se sacó su slip y su remera blanca, dejando mostrar por completo su torso de piel morena, siguió besándome la piel, nos bañamos en el sudor y calor que se producían debajo de la sabana de la cama, me hizo tocar el cielo con las manos, ambos a la vez terminamos y nos limpiamos, el se prendió un cigarrillo mientras que yo, me dormí en sus brazos...