Bako toma mi mano, para terminar el momento de ensueño, me un beso en el dorso de ella.
Lo miro y dudo si preguntar o no, pero mi ansiedad puede más.
-Que significa ese castigo Bako-
-Algo que disfrute mucho y espero seguir disfrutando-
-¡Eres tú el que hace una propuesta ahora!- le digo afirmando sus palabras anteriores.
-Amalia no me gustan las etiquetas ni los afanes, pero quiero que nos conozcamos, ya te lo había dicho hermosa, ¡vale ¡
Dudo totalmente ante las palabras de Bako, dudo hasta de lo que sentí hace un momento en ese beso, pues nunca he sido el plato tibio en la estufa esperando si deciden tomarlo. Soy muy consciente de lo que valgo y no soy segunda opción de nadie.
Bako nota mi indecisión en el silencio que se ha generado, sostiene mi mano fuerte
-Prometo que despejare los miedos que hay en ti, así sea que termine confirmándolos, pero has mi juicio por favor después de conocernos.
-tus palabras solo me llevan a dudar más, creo que en este momento te serviría más conservar el derecho a guardar silencio.
-Lo podríamos guardar entre tus labios- me mira con picardía y parece casi una invitación a pecar su suave voz
¿Que ganaría con eso? -
-Amalia no digas que no, mi fuego se encendía, ante la pólvora en tu boca. - el muy sínico lo suelta sin más.
Como me hace retorcer sus palabras por dentro, pues me siento desnuda ante cada una de ellas, es un engreído que entiende a la perfección la situación en la que me tiene.
-Eres un vanidoso y jactancioso, que en realidad no sabe que es lo que quiere, y por eso no puedes hacer una propuesta en este momento-
¡No sé cómo salió eso de mi boca!, parece que soy yo la que está rogando por ser una opción en este momento.
Me mira con malicia y seguridad se acerca hacia mi reduciendo nuevamente mi espacio y casi pegado a mi boca y con la mirada clavada en mis ojos me habla
-De ti lo quiero todo Amalia, pero ¿tú no sabes en este momento porque vas a apostar? - Lo dice con tal seguridad que mi cuerpo tiembla por el deseo que me produce su cercanía.
Bako hace una pausa y se despega un poco de mi cara.
-Aunque lo dudes no me muevo a mi conveniencia, soy muy claro, por eso prefiero que nos conozcamos y seas tú la que decidas a qué le quieres apostar.
Ahora no dudo, ¡estoy totalmente segura!
-si dijera en este momento que no quiero tratar de conocerte ¿qué dirías? -
-Que eres una egoísta con tigo misma hermosa, o ¡eres capaz de negar que disfrutaste lo de hace un momento!
Niego con mi cabeza, no se cansa de alardear lo que genera en las mujeres. ¡Parezco una simple mortal frente a un engreído adonis griego!.
-Amalia tienes que empezar a creer en lo que hago y no en lo que crees que interpretas de mis palabras. -
-De que me serviría eso en este momento? -
-En este momento de nada, pero si más adelante. - Me responde, sin perder su tranquilidad y seguridad.
Él tiene razón, su beso ha despertado cada parte de mi ser, así que esta vez pienso que con Bako are una excepción, voy a darle o a darme como dice el, la oportunidad de conocernos sin presiones.
-Vale Bako, vamos a conocernos en tus términos, sin etiquetas y sin presiones.
Lo veo sonreír con satisfacción, pues se le nota en su rostro que se siente ganador, pero a mí me gustan los retos, y tu mi querido Barak ¡te acabas de convertir en uno de ellos! Afirmo en mi psiquis.
-Siempre castigas de esta manera a tus conquistas- él sonríe con malicia, y guarda silencio un segundo pensando que contestar.
-has sido la primera, pues por lo visto a mí me pones la situación difícil. –
- ¿De dónde crees que suelo hacer la situación a alguien más fácil?
-eso fue lo que me dijiste cuando le contesté el celular a Daniel, y te confundí con su novia-
Suelto una risa con nervios al recordar esa llamada, jamás pensé que fuera Bako quien había contestado esa llamada, y aparte fui muy grosera cuando le colgué el teléfono al desconocido, pues parecía demasiado insinuante.
-Disculpa la grosería de ese día, no imaginaba que eras tú-
Bako no dice nada solo me mira con un brillo especial en sus ojos
-Vamos hermosa, o van a alcanzar a cambiar la llanta-
-Cual llanta Bako?
-La del carro de Alessandro, una estaba baja de aire, pensé que te habías dado cuenta y por eso no te habías ido con él.
Solo sonrió, - Que malo eres Bako, no ofreciste tu ayuda dándote cuenta que la necesitaba.
-Hermosa no estamos hablando de una damisela en peligro, son tres hombres en contra de una rueda, no es nada que no puedan solucionar.
-pues tienes razón-
-Siempre suelo tenerla, acostúmbrate a eso Amalia-
-No me acostumbrare a tu arrogancia nunca-
-Hermosa, no te acostumbres, tratare de no serlo, pero mientras creas que soy arrogante, siempre me veras de esa manera Amalia, pues vemos en los demás lo que creemos que son
-Pensé que el psicólogo era Alessandro, - le digo riendo por sus profundas palabras.
Bako solo ríe y guarda silencio. Hasta que veo como hemos llegado a la orilla de un frondoso rio y respiro tan fuerte que Bako tomo mi mano.
-No te preocupes hermosa, te encantara hacer el descenso por el rio.
- ¿Si muero Bako? -
-Eso sería imposible Amalia, ahora te pones el chaleco, igual creo que vas conmigo o Alessandro en el Kayak.
Lo dice sereno, pensé por un momento que tendría celos o por lo menos malestar, pero no dice más. En ese momento vemos llegar el carro de Daniel y Alessandro.
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Editado: 19.04.2023