Por aqui tratando de hacer lunes felices. se les quiere.
El recuerdo es solo el proceso lento de olvidar el pasado
Deje a Sebastián en casa y una paula muy bella salió, como la recuerdo, de costumbre con sus janes sueltos y su buzo holgado que deja igual ver su armoniosa figura, ahora se ve más voluptuosa y tiene unas bellas y anchas caderas, supongo que producto de haber tenido a nuestro hijo. No se puede negar que su aire de artista le queda bien.
-me invitas un café para hablar- me quedo perplejo ante su insinuación, pues pensé, que en realidad no hablaríamos nunca más, no después de todo lo que me dijo- Paula lo siento, en otra ocasión será- la veo tomar aire. – te pido por favor solo un café- la escucho casi en tono suplicante y no sirvo para ver una mujer en ese estado. - vamos- respondo sin ganas, pero tratando de evitar un drama, Paula después de pedir un por favor y que se le sea negado pasa a ser un ser lleno de rabia y gritos, ¡no quiero liderar con eso ahora ¡
Sube en el auto junto conmigo, llegamos a un café Bar que hay cerca.
-Este es el lugar en el que solías tocar cuando nos conocimos- en su voz hay alegría- No te equivoques Paula, este es el único lugar que conozco cerca a tu casa para tomarnos ese café- respondo con malestar, creo que pensó que quería recordar el ayer, como si hubiera querido hacerlo apropósito.
Pedimos y le digo, -¿bien Paula?- ni siquiera me tomo la molestia de verla a la cara mientras me habla - la verdad creo que lo nuestro puede volver hacer- levanto mi ceja mostrándole mi fastidio ante sus ridículas palabras- claro con migo a quien le gritaste que te arrepentías de todo lo vivido, que te fastidiaba mi cercanía – la miro con una sonrisa fingida en mi rostro, pero ella se mantiene fría como si mis palabras sarcásticas no le afectara, así que continuo - o claro, crees en lo nuestro después que te marchaste a vivir a otro país sin ni siquiera importarte que nuestro hijo tenía unos meses de nacido - me levanto de mi silla, lo mejor es irme ahora, pero ella se levanta y se acerca a mí para que no me marche, siento que mi cuerpo se estremece ante su cercanía, pero continuo aclarando lo que pienso -te fuiste a otro país apenas tuviste él bebe y tus padres me culpan de haberle desorientado y dañado la vida a su delicada princesa.
Me quedo en silencio sola viéndola, pues me ve a los ojos con ese fuego que tantas veces vi cuando era mía en mi cama. Me sonríe lentamente se acerca un poco más, siento que veo al ser fuerte que conocí, ella es como una tormenta que ama apasionadamente, recuerdo que ella es un espíritu libre que no paraba de hacer lo que quería con tal de no sentirse enjaulada, de eso me enamore de aquella chica que volaba como el viento, todo un tornado de libertad y belleza, que parecía no tener apego por nadie, me enamore de un espíritu libre que más que amado deseaba ser admirado.
Toma mi rostro con sus dos manos y siento como si el tiempo nunca hubiera pasado. Su toque me quema por dentro, ella es fuego.
Me habla con voz tenue y dulce, como nunca la había escuchado - Regrese por ti y por nuestro hijo- siento que todo se me viene al piso, sus palabras rompen el encanto en el que logro tenerme momentáneamente.
- ¿te vas a volver a ir? - le pregunto con afán de saber la respuesta.
La veo sonreír levente – Volví para quedarme con Uds.- la miro y no puedo creer que ella sea la chica que me dejo hace tanto tiempo, pues paula era egoísta, solo pensaba en su bienestar y sus movimientos solo se daban de acuerdo a lo que le convenía. Veo a alguien frágil en este momento, alguien sensible, entre ese fuego propio tan suyo que arde.
Me abraza tan fuerte que, siento un leve alivio de tenerla junto a mí, pero me despego sutilmente. – Paula ya es hora de irme- ella me toma nuevamente se entrelaza con sus manos apretándome fuerte la espalda, descansa su cabeza sobre mi hombro
– Barak solo déjame sentirte un momento más- toco sutilmente sus brazos- Paula me debo de ir, tengo que estar en Bogotá en unas horas. -
- ¿tienes miedo Barak, que te quieres ir? - tomo mi celular en mis manos y veo la hora, son casi las 10 de la noche y veo como se me está haciendo tarde para todo.
- ¿sí que te tienes confianza al hablar y creer que esa es la verdad Paula?
-No Barak, hablo por lo que existe entre nosotros, pero sé que el dolor que te cause te mantiene en alerta hacia mí, pero me arrepiento de haberte dejado y haberte lastimado- tengo los ojos en mi celular, no la quiero mirar, mi ser se estremece. El deseo que sentía por ella me grita que la vea, que la tome una vez más, pero la razón llena mi conciencia así que tomo mi billetera y saco más que suficiente efectivo para que regrese a su casa-
-Lo siento Paula- en realidad siento tener que dejarla, no quiero estar aquí más, hablando de temas que no llevan a nada, así que dejo el dinero sobre la mesa.
Me toma rápidamente la mano para detener mi andar, -Barak, solo entiende que era muy joven, y me llene de temor- tomo su mano, ella significo y significa mucho para mí. – ya lo entendí paula, no hay nada más que decir, disculpa que no te lleve a casa, pero ya es tarde y tengo que viajar-
-¿quién es Barak?- la miro con extrañeza no comprendo su pregunta, frunzo el ceño mostrándole confusión ante sus palabra, así que ella pregunta nuevamente- ¿Quién es la chica con la que estás? - ¿no entiendo a qué viene esa pregunta Paula? - ella se acerca un poco más, sin darme cuenta me da un suave beso en la boca, quisiera decir que no siento nada, pero sería mentirme ya que mi ser se estremeció de ira hacia Paula – no intentes hacer conmigo lo que quieras Paula- le respondo con rabia en mi voz. - No Barak, veras como hare contigo lo que tú quieras, esa persona que está contigo en este momento es solo eso, un momento, algo pasajero. - hace una pausa y afirma con su voz- ¡yo te lo voy a demostrar!
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Editado: 19.04.2023