¡Nadie duele para siempre!...
Me detengo porque su presencia me impide caminar, no por miedo, si no por su actitud tranquila que perturba la mía y quedo sin aliento por el hermoso par de ojos que me miran. Recostado de espalda contra la pared, tiene como todos en la gala, un bello traje elegante. Siempre que esta de negro se ve más atractivo de lo normal, como en este momento, su aroma me invade y su porte varonil agitada todo mi ser.
Sonríe como suele hacerlo, como solo lo hace cada vez que estamos a solas, sus ojos se iluminan, se ve feliz- ¡Bako!, -es todo lo que puedo decir sin atreverme a dar un paso hacia delante o huir del momento.
Con su sonrisa perfecta habla-
-sube al auto hermosa yo te llevo- siento que el corazón se desacelera, me falta el aire ante su porte tan impecable como siempre, da un paso hacia el frente y le grito- ¡No Bako!, ¡quédate hay! - lo escucho pujar, mientras eleva suavemente los hombros en desaprobación a mi petición. Doy un paso hacia tras cuando lo veo casi encima mío, pero piso un lado del vestido y trastabillo.
Bako es ágil tomándome de mi mano y no dejándome caer, e impidiendo que pueda huir de él.
Me mira con una sonrisa de lado y altiva, tomándome entre sus brazos y rápidamente me recuesta hacia tras, el me impide caer, me sostengo en el aire, así que me aferro de sus hombros. No se puede negar que se ve tan seductor como siempre desde esta posición.
- Amalia, no te sale nada bien, ¿verdad mi hermosa? - baja una mano por el escote de mi vestido lentamente, su mano cálida me enciende, deteniéndose en mi cadera. Me empuja aprisionándome aún más hacia él, siendo como mi cuerpo tiembla en sus brazos.
Tomo aire haciéndome consiente de que había dejado de respirar, me siento asfixiada, pero con fuerza en mis palabras le contesto.
-pues no verte, me estaba saliendo muy bien- me mira con picardía elevando a medias su boca para luego hablar entre risas sarcásticas-
- hermosa ¡ni eso te sale bien! -
-no lo creas, llevaba un mes sin verte exitosamente- siento como casi sonríe sobre mi boca, sus labios rosan con los míos al hablar, y sus ojos están por lo visto, perdidos en el escote frontal de mi vestido-
-bellezza me alaga saber que, como yo, estabas contando los días sin vernos-
-no te sientas tan importante Bako, como para ser parte de la recta numérica y el calendario- le hablo con desdén en mis palabras, dejándolas caer pesadamente, creo que en este momento tengo su lado arrogante ante mí-
siento como dirige su mano suavemente hacia mi pierna descubierta por el corte que tiene el vestido en este lado. El toque es tan sutil que apenas percibo su suave roce marcar el camino, erizando cada bello de mi piel mientras me recorre. Lleno mis pulmones de aire fuertemente y sin darme cuenta mis pechos se elevan.
Lo miro expectante mientras siento como sube ahora su mano por mi brazo, llegando a mi nuca y acunando mi mejilla. Mueve mi cabeza sutilmente para que lo mire a sus bellos ojos negros.
-Mi hermosa, la única razón por la que no me habías visto es porque estaba ocupado trabajando, pero he sacado de mi valioso tiempo para ver a mi hermosa novia hoy- siento su altivez en cada una de sus palabras, ya ni me ofendo, ¡esa actitud es parte de él!
¡Gracias!, no te hubieras preocupado tanto, ¡nadie te ha extrañado!
Mis palabras remueven algo que vive dentro de Bako, pues sus ojos brillan más de lo normal y sus pupilas están totalmente dilatadas, veo como su rostro se pone sombrío y clara mente tengo su actitud depredadora ante mí.
-mi hermosa vas a pagar el suplicio que me has hecho pasar todo este tiempo al mantenerme apartado de ti-
Sus palabras me recuerdan el motivo de que estemos distanciados y me remuevo entre sus brazos con fuerza. Bako me sostiene aún más fuerte mientras me habla- gata muévete todo lo que quieras, no te voy a soltar- entonces gritare, así que ya suéltame-
-Hermosa mía, por si no lo has notado, es casi lógico que todos saben que tú y yo estamos aquí abajo, o por qué crees ¡que nadie se ofreció a llevar en su auto a una hermosa chica a su casa!-
-porque todos los hombres son unos descorteses- me mira con detenimiento y de un fuerte giro me levanta y me aprisiona contra la pared. Pone su mano en mi rostro para no dejarme mover- no hermosa, es porque en esa gala todos saben que yo te estaba esperando- sus palabras hacen mella en mi interior.
-¿Bako por qué haces todo esto?- suelto con cansancio ya de luchar por lo que siento por él y por lo que debo de hacer.
-porque eres una gata grosera que no me da siquiera 1 minuto para tratar de aclarar las cosas. –
Lo miro con rabia. - ¿qué me vas a decir?, ¿que la foto no es real?, tus palabras pueden decir lo que a ti te convenga-
Me mira con una leve sonrisa de lado -Mi hermosa, la culpa de todo este lio la tienes tú, por creer que puedes ser remplazable. –
Sus palabras me recuerdan las tantas veces que ha mencionado que juzgo a la ligera-
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Editado: 19.04.2023