Conspiración

Iván

Iván

El agente Iván Hernández sentía sus ojos arder, no había despegado la vista de la computadora, la búsqueda que realizaba se estaba volviendo tediosa, aún no había encontrado su objetivo, llevaba en eso toda la noche, comenzaba a amanecer y aún no había podido dormir ni un minuto, necesitaba cafeína con urgencia, pero su orgullo lo detenía de tomar uno de los vasos que la oficial Méndez había comprado para compartir con ellos, ella no tenía su confianza, no después de lo que había sucedido entre ellos, miró hacia donde se encontraba solo para sorprenderla durmiendo con la cabeza sobre su escritorio

—¿creí que hoy nadie dormiría?, ¿Por qué eso está durmiendo? — cuestionó en voz alta captando la atención de Oswaldo quien miro a la mujer del escritorio de junto

—bueno, nunca dijimos nada acerca de eso, seguramente es porque está demasiado agotada— intentó justificarlo encogiéndose de hombros, Iván lo miró con desagrado, el agente Altamirano tampoco era de su completa confianza, siempre tratando de protegerla, desde que llegó a ese puesto, él era el único que hablaba cosas positivas de ella, aun con los antecedentes que cargaba tras ella

—todos estamos agotados, pero no estamos durmiendo a pierna suelta como ella, te aseguro que Alberto está despierto trabajando arduamente en lograr averiguar algo, debe dejar de justificar y comienza a tratarla, no como amiga, sino como tu subordinada— declaró cruzándose de brazos, el líder del equipo suspiro cansado antes de ponerse de pie, tomó un par de libretas que se encontraban a su lado, se posiciono a lado de su amiga y con fuerza, las dejó caer en su escritorio logrando despertar a la mujer

—¿Qué te sucede?, ¿Por qué la violencia?, si es por lo de la otra noche yo…— cuestiono Adriana un poco adormilada mirándolo con enojo

—es no tiene nada que ver, estamos trabajando en un caso, no es momento de dormir, ¿entiendes? — la interrumpió antes de que pudiera decir algo fuera de lugar

—si claro, es solo que, a diferencia de ti, yo tuve un caso hace apenas un día, no he dormido mucho en los últimos días—el agente la miró dándole la razón internamente, aun así, sabía que no debía dejarle tantas libertades, sobre todo por la actitud hacia ella de parte de los dos oficiales a los que no agradaba

—deja de intentar justificarte, nadie aquí ha dormido un solo minuto, deja de intentar hacerte la víctima, no solo porque tu padre sea nuestro superior debes creerte con beneficios— dijo en voz alta Iván para que la mujer pudiera escucharlo, esta solo le lanzo una mirada molesta antes de dirigirse hacia su monitor y continuar revisando los videos de vigilancia

—dejen de molestarse, Iván, ¿has progresado con lo de la prótesis? — cortó Oswaldo antes de que estallara una discusión en la oficina

—no hay mucho de eso, encontré los hospitales que se manejan en esa área, pero la información de los pacientes es privada, si queremos averiguar algo tendremos que visitarlos personalmente— 

—ya veo, lo haremos, buen trabajo Iván, quiero que revises con más detenimiento los testimonios de los testigos, puede que haya algo que coincida en todos— le dio los archivos que habían llegado en medio de la madrugada, este los miró rápidamente antes de asentir y volver al trabajo —Adriana, ¿has encontrado algo en las grabaciones? —

—eso me gustaría, por desgracia hay tantos automóviles circulando todos los días por esas calles que es complicado de encontrar algo útil— en ese momento entró a la oficina el oficial Alberto, quien soltó un gran bostezo antes de dirigirse al líder

—encontré algo, pero no tengo nada con que compararlo, un par de cámaras no fueron apagadas, por lo que hay un par de cosas interesantes en esas— dijo acercándose a una de las computadoras para proyectar ahí los videos

—podremos compararlos con las grabaciones del exterior que consiguió Adriana, bien hecho Alberto— el hombre le sonrió, pero no le parecía muy buena la idea de trabajar junto a la mujer que continuaba revisando los videos sin levantar la vista de la computadora, aun así, caminó hasta ella y tendiendole la memoria USB donde había guardado la grabación comenzaron a trabajar juntos.

—pobre de Alberto, seguramente le ha tocado el peor trabajo de este caso, trabajar con Méndez— dijo Iván mientras él junto a Mónica se encontraban en el comedor del lugar, después de algunas horas, Oswaldo les había concedido un descanso por lo que aprovecharon para ir a comer, ellos eran muy unidos debido a que, desde el traslado de la mujer, habían trabajado juntos

—la verdad no creo que trabajar con ella sea tan horrible como todos lo pintan, se ve que es buena en lo que hace, me está agradando si te soy honesta— respondió tomando asiento en una de las mesas del lugar, dejando sobre ella su bandeja con comida 

—eso es porque llevas poco tiempo en este lugar, nadie trabaja con ella, excepto Oswaldo, de hecho, hay un rumor sobre ellos dos, pero me lo reservare al ver cómo te gusta ese hombre— 

—¿rumor?, ¿Qué clase de rumor?, dime, quiero saber, ademas no es justo que solo digas eso y me dejes con la duda— pregunto tratando de sonar desinteresada, pero se moría de ganas de saber sobre ello, quería saber si tenía una oportunidad con él o debía darse por vencida

—no lo escuchaste de mí, pero se dice que ellos dos están juntos, no como pareja oficial, pero si hay algo entre ellos, es por eso que siempre trabajan juntos— reveló Iván sorprendiendo a su compañera, quien no había escuchado eso en el tiempo que llevaba ahí, sabía que eran unidos, pero nunca que llevaran ese tipo de relación



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En el texto hay: policias, romance, accion

Editado: 23.07.2020

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