Adriana
Llevaba horas comparando las grabaciones que había obtenido de los negocios cerca del lugar donde se había llevado a cabo el ataque, tenían un auto gracias al oficial Alberto, pero aún no lo encontraba para seguir sus huellas, además la imagen era bastante difusa, lo que dificultaba la tarea, además tenía el problema de que sus compañeros de equipo no le hablaban, no le importaba mucho, pero era importante trabajar como uno solo
—creo que me volveré loca, ¿porque las cámaras de seguridad de todos estos lugares tienen que ser de tan mala calidad?, pareciera que lo hacen a propósito para cubrir los incidentes desagradables— se quejó en voz alta llamando la atención de su amigo Oswaldo y sobresaltando a los demás
—deja de quejarte, y haz tu trabajo Adriana, no podemos distraernos en estos momentos— regaño el agente frunciendo el ceño, la mujer lo miró con desdén antes de regresar sus ojos a la pantalla
—de acuerdo, he visto algo, pero no te gustara mucho— hizo un ademán para que su compañero se acercara, lo cual hizo, junto a los demás agentes —mira, justo en este momento— señaló hacia la pantalla para que viera como una camioneta salía a prisa del lugar, en las grabaciones siguientes se veía como se alejaba del lugar
—una camioneta huyendo del lugar, ¿podrían ser los atacantes? — cuestionó el jefe del caso
—no solo eso, ese modelo de camioneta solo está en un solo lugar de aquí, y no te gustara saber dónde— dijo haciendo un acercamiento al vehículo, antes de que Oswaldo pudiera reconocer donde, el oficial Alberto lo reconoció
—son los vehículos que usa el personal de seguridad del gobernador—
—exacto, se ve que sabes de esto, esta camioneta, estaba en este lugar, cabe señalar que el gobernador no asistió a esa reunión, solo estaban los presidentes municipales de la zona metropolitana— señaló tratando de que vieran el punto inconsistente en ese caso
—¿hay posibilidad de que hayan sido prestadas por el gobernador para la seguridad del evento? — sugirió Mónica tratando de presentar una solución a ese enigma
—podría, pero hay otra inconsistencia, ¿Por qué huyeron cuando ocurrió el incidente?, si fuera personal de seguridad no deberían hacerlo— respondió Iván, el rumbo que el caso estaba tomando no le gustaba nada, no quería verse implicado en un caso de conspiración
—¿tienes las placas de la camioneta?, podría ser un vehículo robado—cuestionó Oswaldo
—la imagen es borrosa, no sé si consiga descubrir la placa, pero lo intentaré, por lo pronto continuaré revisando los videos, puede ser que la misma camioneta se vea en otras tomas— dijo Adriana tecleando en su computadora
—de acuerdo, tu continúa revisando, Alberto, tu trata de ver si esa imagen se puede mejorar, necesitamos el número de esa placa, necesitamos revisar si el vehículo, es robado— el aludido asintió con su cabeza, sentándose en el escritorio al lado de Méndez, comenzó a editar esa imagen
—si resulta no ser robada este caso será más grande de lo que ya era— declaró la agente Méndez con emoción, siempre había querido trabajar en un caso de esa índole, le daba gracias de eso a las tantas series policiacas que había visto en televisión
—esto no es como la televisión Adriana, esto podría ser peligroso para nosotros, así que esperemos que la camioneta sea robada— al igual que Iván, Oswaldo no se veía muy cómodo con lo que ocurría, la mujer lo miró con desaprobación, pero no le dijo nada, Mónica se veía igual de preocupada que los demás, había escuchado lo que les pasaba a las personas que investigaban al gobierno
—¿qué harás si no es robada?, a mí no me importaría entrar en un caso que involucre conspiración— cuestionó Alberto, el solía ser uno de los agentes más arriesgados del lugar, solo superado por Adriana, quien había puesto su carrera en riesgo en más de una ocasión al arrestar a funcionarios del gobierno
—seguramente, tratarán de parar este caso lo antes posibles, créeme Oswaldo, si este caso involucra al gobierno lo sabremos pronto— mencionó Méndez, casi inmediatamente un oficial entró a la oficina después de tocar la puerta levemente
—agente Altamirano, el fiscal general quiere hablar con usted— dijo quedamente, el aludido se irguió en su lugar y asintiendo salió del lugar
—se los dije— Adriana se puso de pie, casi de inmediato comenzó a teclear en las demás computadoras con una velocidad que no dio tiempo de preguntarle a los demás agentes que hacía —listo, estoy preparada— finalizó desconcertando a sus compañeros, la agente Mónica quiso preguntarle qué era lo que había hecho, pero antes de poder formular la pregunta, la puerta se abrió de nuevo entrando por ella Oswaldo con una mirada de decepción
—¿cómo lo haces Adriana?, sabías lo que pasaría antes de que pasara— preguntó dejándose caer pesadamente en su silla
—¿han cancelado el caso? — cuestionó Iván, el solo asintió
—según el fiscal, no es necesario investigar el caso, es por órdenes del gobernador, junto con algunos funcionarios del gobierno—
—pero, ¿qué pasará con las víctimas?, los familiares no estarán complacidos si no se arresta a los culpables— mencionó Mónica algo inconforme con la situación