Conspiración

Iván II

El agente continuaba con su mirada pegada a la imagen que Alberto les había revelado, aquella imagen de uno de los hombres que habían participado en el tiroteo en el centro de convenciones, sus pensamientos se arremolinaban en su cabeza tratando de encontrarle sentido a lo recién descubierto

—¿estás seguro que este sujeto trabaja para el gobernador? — la pregunta de Mónica hacia Alberto lo hizo salir de sus cavilaciones y poniendo toda su atención en ellos

—claro, para estar seguro comencé a revisar grabaciones de conferencias de prensa e informes del gobernador, no hay ninguna duda, este sujeto sale en todo— explicó el agente más joven mostrando algunas capturas de los videos, en ellas se veía claramente a ese hombre junto al gobernador

—bueno, esto no se ve muy bien— fue lo único que salió de la boca de Iván antes de que la puerta del estudio se abriera, entrando por ella Oswaldo y Adriana, quienes parecían más distraídos que ellos

—qué bueno que regresan, he encontrado algo que no les gustara— anunció Alberto consiguiendo su atención, los dos agentes se acercaron a la pantalla mientras el más joven les explicaba lo que había descubierto —¿Qué opinan de esto? — cuestionó una vez terminó su explicación

—yo creo que ahora sí tiene sentido lo que recién pasó— respondió Adriana haciendo que los oficiales que se habían quedado en el departamento la miraran confundidos

—¿de qué hablas Méndez? — preguntó Iván con el entrecejo fruncido

—hace apenas unos minutos un auto intentó arrollarnos, obviamente vio a Adriana cruzar la calle, pero no le impidió continuar acelerando, pudimos esquivarlo y el conductor continuó su camino como si no hubiera estado a punto de matarnos— contó Oswaldo haciendo que los demás agentes lo miraran sorprendidos, la mirada de Iván fue a dar a Adriana quien parecía haberse desconectado de la conversación mientras miraba el contenido de las cajas que había dejado en su escritorio

—¿están seguros de que fue deliberado? — cuestionó Mónica con un tono de voz que revelaba miedo, seguramente se encontraba temiendo por sí Oswaldo estaba herido 

—si quieren ver lo que sucedió vean las grabaciones de las cámaras, todo el sistema de seguridad del edificio está en mi computadora— señaló la agente Méndez apuntando a la pantalla de la computadora sin dejar de revisar lo que había en las cajas, los cuatro agentes restantes se agolparon junto a ella, Alberto presiono un botón del aparato mostrando el cuadro donde se debía poner una contraseña

—hey esto está bloqueado, ¿Cuál es la contraseña? — preguntó el más joven mirándola, Méndez rápidamente se acercó y después de teclear una contraseña bastante larga pudieron acceder a las grabaciones de seguridad del edificio, en el que se mostraba lo que había sucedido hace un par de minutos —necesito revisar este video a fondo, tal vez consiga una pista de quien intentó matarlos— exclamó Alberto monopolizando la computadora, Adriana lo miró con recelo para después negar con la cabeza y continuar con lo que hacía

—¿puedo saber qué es lo que te tiene tan ocupada? — cuestionó Iván acercándose a ella y mirando lo que sacaba de las cajas 

—no conseguimos el nombre del dueño del vehículo que se encontraba en el centro de convenciones, pero sabemos dónde encontrarlo y para eso necesito todo esto— respondió Adriana sin mirarlo

—claro, porque piezas de automóvil son la mejor manera de encontrar a este sujeto— dijo sin poder evitar el tono de sarcasmo en su voz, la mujer soltó las piezas para mirarlo a la cara, parecía que quería responderle de la peor manera posible, sin embargo, Oswaldo llegó justo a tiempo para evitar una pelea

—la persona del taller mecánico al que fuimos dijo que ha visto este auto en las carreras anteriormente, iremos ahí y lo encontraremos— explicó el líder de la investigación con voz conciliadora

—necesito estas mejoras para mi auto, créeme que esos sujetos no soltaran ninguna pista que tengan si no les demuestras que eres mejor que ellos— dijo Adriana

—espera, no puedes correr, recuerda las condiciones de tu libertad— recordó Oswaldo de pronto

—“cualquier intento de volver a correr terminara en arresto y volverás a presentarse en juicio donde serás declarada culpable y enviada a prisión” recuerdo muy bien los estatutos de ese estúpido papel, pero también sé que eso se cumple en caso de ser atrapada y sé que tu no me arrestarán si es por el bien de este caso— explotó finalmente la mujer antes de cubrir son sus manos su rostro —lo lamento, es que lo que nos acaba de pasar me tiene algo alterada—

—la gran Méndez se altera por que la quisieron arrollar con un auto, creí que te gustaban los autos veloces— intervino Iván con tono de burla 

—claro que me gustan, cuando no intentan matarme, no es esa la forma en la que quisiera morir— 

—dejen el tema por un rato, ¿Cuándo se supone que iremos a esas carreras? — cuestionó Mónica interrumpiendo el preludio a una discusión segura

—¿iremos? — preguntó Adriana mirándola extrañada

—no habrías creído que irías a ese lugar tu sola, somos un equipo por lo que iremos en equipo, admítelo, podrías necesitar refuerzos— entró Oswaldo a la conversación posicionándose al lado de la agente Mónica, la mirada de Iván se alternaba entre sus compañeros, desde que entró a la fuerza policiaca las carreras callejeras fueron su talón de Aquiles, nunca pudo atrapar a ninguno de los participantes una vez se subían a sus autos, incluyendo a Adriana Méndez, sin embargo, si la pista que los dos agentes decían era cierta debían ir ahí y corroborarla



#23250 en Otros
#3616 en Acción
#3189 en Detective
#957 en Novela policíaca

En el texto hay: policias, romance, accion

Editado: 23.07.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.