Conspiración

Epílogo

Epílogo

5 años después 

El agente Altamirano caminaba por los pasillos de la fiscalía con rumbo a la oficina del fiscal del estado, había hecho progresos con uno de los casos que tenía asignado y  era su deber informarle acerca de ello

—hey Oswaldo, ¿a donde vas?— lo detuvo uno de los nuevos agentes, el primer caso del joven lo lideró Oswaldo por lo que ahora eran muy buenos amigos

—hola Carlos, voy a ver al jefe, tengo que decirle mis avances del nuevo caso que me asignó—  

—genial, entonces no te detengo más— dijo el joven agente antes de detenerlo una vez más —por cierto, tu amigo está otra vez en las celdas—

—es un idiota, iré a verlo en cuanto termine con el jefe— Oswaldo continuó avanzando por los pasillos, mientras subía al elevador posó su mirada en la pequeña pantalla del lugar

—a cinco años del descubrimiento de una conspiración para que el partido político, ahora desaparecido, lograra el poder en la mayoría de municipios de la zona metropolitana, los arrestos continuan, esta vez fue turno del ex gobernador, quien se encontraba prófugo, las autoridades lograron su arresto después de un operativo de varias horas— narraba el conductor mientras pasaban imágenes relacionadas al arresto

—increible, quienes descubrieron todo esto deberian estar orgullosos de lo que hicieron— soltó una agente que también viajaba en el elevador a su compañero que estaba a su lado, esas palabras lograron que Oswaldo mostrara una sonrisa, aunque no sabían quien hizo todo eso, eran admirados por la mayoría de trabajadores en ese lugar, de igual manera, las familias de las víctimas también les agradecieron a quienes descubrieron todo sin saber su identidad  

—¿se sigue sin saber quienes lo hicieron?— cuestionó el otro hombre que acompañaba a la mujer

—no, según supe, toda la evidencia que filtraron en internet no llevó a ningún lado, los analistas trataron de rastrearlo pero nunca dio resultado— 

—pues quien sea que lo hizo, le dio una lección a todos los corruptos— los agentes continuaban hablando de eso cuando Oswaldo salió del elevador, al llegar a las afueras de la oficina se encontró con la puerta cerrada por lo que toco antes de abrir

—jefe, tengo avances sobre el caso— dijo Oswaldo acercándose al escritorio y tomando asiento frente al fiscal general

—por fin, estabas tomándote tu tiempo— señaló el hombre frente a él con una sonrisa —por cierto, deja de llamarme jefe—

—de acuerdo Iván,  yo solo trato de mantener la jerarquía en este lugar— respondió el agente Altamirano encogiéndose de hombros, su compañero llevaba pocos meses con su nuevo empleo y aún estaba acostumbrándose, cuando entendiera el peso de su puesto dejaría de quejarse cada que Oswaldo lo llamara jefe

—olvidemos eso, ¿qué hay de nuevo en el caso?— 

—Alberto descubrió una grabación de una cámara de seguridad en la cual se muestra el momento justo en el que el cuerpo de la víctima fue dejado en el terreno baldío— lo dijo de forma tan automática que no sopeso lo salido por su boca hasta que el hombre frente a este lo detuvo

—espera, ¿Alberto te está ayudando?, pero si ya no trabaja aquí— intervino el fiscal general mirandolo extrañado

—de alguna manera se enteró del caso y se ofreció para ayudarme, no veo ningún problema con eso— se excusó el agente Altamirano sin querer darle importancia al hecho que alguien ajeno a la fiscalía ayudaba con el caso, sobre todo porque eso no estaba permitido —dijiste que querías a los mejores en este caso y conseguí al mejor analista—

—procuremos que nadie se entere de esto, va contra las reglas y podrían forzarme a sacarte del caso si se llega a saber— dijo Iván resignado a la manera en la que Oswaldo resolvía sus casos —¿entonces gracias a esta grabación hay alguna pista de quien lo hizo?— 

—parcialmente aparece un rostro, solo tenemos que cotejarlo con la base de datos para ver si es suficiente para arrojar algún resultado, de todas formas seguimos buscando sospechosos—

—muy bien, continua con el buen trabajo hasta ahora, en otro tema ajeno al trabajo, ¿sigue en pie la invitación a cenar?, mi madre por fin aceptó cuidar a las gemelas por una noche, así que estamos libres— 

—claro, ¿te parece mañana a las ocho de la noche?, hoy tengo bastante reportes que hacer, pero mañana estaremos libres— respondió Oswaldo con una sonrisa en su rostro

—genial, solo espera a que se lo diga a mí esposa, está ansiosa por un poco de tiempo libre— 

—muy bien, entonces te veo mañana— dijo el agente antes de salir de la oficina sin borrar la sonrisa de su rostro, su amigo se veía feliz con sus dos hijas, a pesar de seguir confinado a una silla de ruedas, Iván hacía todo lo posible por pasar tiempo con su familia.

Oswaldo puso nuevo rumbo hacia el sótano del edificio, exactamente donde se encontraban las celdas, si lo que su compañero Carlos dijo era verdad, debia ir a liberar al idiota que estaba ahí, llegó a su destino rápidamente, las celdas se extendían por todo el sótano con un par de agentes haciendo guardia

—hola Oswaldo, ¿vienes por ese sujeto de nuevo?— saludo uno de los oficiales al verlo llegar



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En el texto hay: policias, romance, accion

Editado: 23.07.2020

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