Narra Albert
No sé a qué punto quiere llegar mi papá, de verdad que ya está obsesionado con esta familia. El accidente pudo ocurrir de cualquier manera, si la cosa del destino era que mi hermana debía morir, iba a pasar igual. Se que sueno muy cruel, pero es que ya van más de 16 años y sigue con lo mismo, me está volviendo loco a mí y por supuesto también a mi mamá.
─¡¡Albert!! ¡¡Por todos los Dioses baja ya!! ─ creo que todos podrían haber escuchado como mi padre gritaba.
Salgo de mi habitación y es obvio para todos que bajo la escalera completamente desganado, una cosa era mantenerlos vigilados por toda la vida, pero de verdad el vivir frente a ellos, cambiar nuestra identidad (La cual hemos cambiado unas 3 veces, para volver a la primera de todas) y ahora ir a cenar con ellos, como que esto se les está saliendo de las manos.
─Ya estoy papá ─ digo haciendo una mueca para molestarle.
─Vamos cariño, no comiencen ─ mamá toma a mi papá por el brazo y nos dirigimos a la mansión del frente.
Mi mamá debe de amar demasiado a mi papá como para no dejarlo, después de todas las cosas que ha hecho. Además, van tomados de la mano como si fueran una de las familias más normales de toda América, siento que algún día se van a terminar ahogando en mentiras y cuanta cosa más. Mi papá toca el timbre de la gigantesca casa, creo que es más grande que la mía e incluso me atrevería a decir que la ampliaron y si, es mi casa porque la compraron a mi nombre para pasar desapercibidos.
─Buenas noches ─ saluda una señora morena y de ojos verdes ─ soy Jannet, bienvenidos a mi hogar.
─Buenas noches Jannet, gracias por la invitación ─ mi madre se dirige a ella.
─No fue nada, hace mucho que no teníamos vecinos nuevos, acompáñenme a la sala, allí está mi familia ─ Jannet va al frente de nosotros.
─Cariño, ya llegaron ─ Jannet toma del brazo a su esposo que al parecer estaba leyendo ─ él es mi marido Dominic, mi hija mayor Mary y mi hijo Christian con su novia Samantha.
El Señor tiene los ojos azules al igual que sus hijos, además se nota que cuidan su rubio natural al igual que yo. La chica, Mary estaba sentada en el sofá y pendiente a su celular, pero cuando levanta la mirada no paso por alto su cuidadoso escrutinio. Por otro lado, Christian y Samantha estaban recostados en otro sofá, tomados de la mano y muy juntitos, casi como contándose secretos. Los chicos tienen una sonrisa muy parecida a la de su madre.
─Mamá, somos solo Chris y Sam, por el nombre completo suena muy formal ─ Christian hace una mueca.
─Como sea niño, eres muy inmaduro ─ le responde Mary.
─Niños no peleen por favor ─ su padre los mira divertido ─ tomen asiento por favor y sírvanse algo ─ señala la mesa con aperitivos.
─Me presento – habla mi papá por primera vez ─ soy Charles Irwin, mi esposa Juliette y mi hijo Albert.
─ ¿Y a que se dedican? ─ Chris es muy curioso y su novia lo mira casi como llamándole la atención por hacer eso.
─Yo soy modelo y estudio derecho, mi papá es cirujano y mi mamá abogada.
─Te me hacías cara conocida, tu fuiste uno de los que postularon para la nueva colección ¿No es así? ─ me sorprende que Jannet recuerde tantas cosas y mentiras.
Algun día estas familias se van a ahogar en mentiras.
─Si y espero quedar contratado – le sonrío a la Señora que me mira casi sorprendida.
─Eso ni lo dudes ahora ─ me dedica una sonrisa.
─ ¿Y qué hay de ustedes chicos? ─ les pregunto, aunque se todo de ellos, de algo hay que conversar porque mis padres y los suyos ya están en su mundo.
─Yo soy modelo – dice la rubia – de hecho, vamos a ser colegas ahora que estarás en la empresa también.
─Nosotros seguimos en el penúltimo año de preparatoria – añade Chris al notar que conversaré sólo con su hermana.
─ ¿Qué edad tienes Mary?
─19 ¿Y tú Albert? ─ pregunta alzando una ceja y dejando de lado su celular.
─20 ─ me inclino haciendo lo mismo que ella.
─Alguien que caerá en las garras del águila rapaz ─ Chris le susurra en el oído a Sam, lo que hace que esta estalle en carcajadas y todos la quedemos mirando.
─Señora, perdón por interrumpir, ya está servido.
─Aaa que bueno, vamos todos a la mesa ─ Dominic y Jannet se levantan y encaminan al comedor, mientras yo los sigo.
Dominic queda en el extremo de la mesa, en el lado derecho Jannet, seguida por Chris y Sam, al lado de estos Mary, mientras que mi padre queda en el lado izquierdo con mi madre y seguido yo.
─ ¿Eres hijo único Albert? ─ esa pregunta era la que más esperaba.
─No desde un comienzo, tenía una hermana melliza, pero falleció cuando tenía 4 años ─ mi madre agacha la cabeza, ella no quiere vengar la muerte de su hija, pero igual le duele su partida.
─Yo también tenía una hermana – dice Chris para hacer el momento fácil para mi mamá ─ pero falleció a los 5 años, le dio un paro cardiorrespiratorio, para mí fue muy doloroso, era muy cercano a ella, yo creo que porque hasta compartimos el útero ─ Chris esboza una sonrisa, si tan solo supiera que yo sé que eso es mentira y que su hermana si está viva, añadiendo que aún vive con él y que me encantaría conocerla. En la foto que me mostró mi papá se veía muy bien, lástima que la tengan que esconder por mi papá.
─Me pregunto si la querría más a ella o a ti ─ Mary lo mira por un rato analizando ─ creo que a ella, tú eres muy odioso, aunque igual te quiero enano.
─Y yo me pregunto cuál de las dos sería mejor cuñada ─ Sam, mira a Mary y esta revolotea las pestañas.
─Eso no lo sé, pero tienes al mejor novio del mundo ─ Chris le da un beso en el cuello.
Debe ser lindo amar a una persona, yo jamás me he enamorado. Pero ellos constantemente se hacen caricias y se dicen cosas en el oído que ponen nervioso el uno al otro. O también se abrazan y he notado que en cualquier momento que pueden, se toman de la mano o se abrazan.
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Editado: 17.07.2022