“Ya no hay razón para ocultar sentires.
El aire se respira de forma cansina.
Y aunque todo lo vale, ya nada es como antes.
Se perciben ánimos de culminación, aunque la última batalla apenas inicio.
Entre tanto se dan armas para combatir a un ser que ya merece sobresalir, para que la frustración no conlleve a una mala decisión.
Todo por una sola razón:
Proteger a la reina que de todos se ganó el corazón, al no tener motivos de sacrificio y de igual manera lo efectuó sin una pizca de egoísmo, soló pensando en el prójimo, que no merecía vivir una guerra que no concebían hasta el final de sus días”.
✧♚✧
(Cataluña – Barcelona)
Puerto de Barcelona.
Área de embarque.
Embarcación La sirena LB…
Si paz no hallaba en esos momentos en su cuerpo pisando aquel barco, que le había otorgado tantas vivencias, plasmándola en su mente como recuerdos, no significaba que pese a los años que estuvo alejado de España, y del ser que más ha marcado su vida se ubicase del todo incomodo, puesto que las experiencias en su existencia no habían sido del todo pletóricas para no poder sortear esa conversación antes de partir a un lugar donde lo necesitaban, pues ser el cacique de la tribu más grade de África acarreaba responsabilidades imposibles de ignorar por mucho más tiempo.
Habiéndolo hecho por unos cuantos meses, que seguramente formaron las cosas un poco más difíciles para los que consideraba su familia.
Suspiró con pesadez recordándose que separarse, de lo que ahora resultaba su territorio fue necesario para enmendar el daño hecho a su hermana.
Uno que seguía cobrando la tranquilidad de esta, sin poder ser del todo feliz en santa paz porque todos la habían condenado a un futuro incierto por su falta de valentía a la hora de afrontar lo hecho.
Su espalda se tensó visiblemente cuando se sintió abordado, con una imagen que inspiraba una sensación profunda que destacaba por encima del respeto posándose a su costado, con los brazos entrelazados en la espalda, pese a su edad sin demostrar signos de encorvamiento o cansancio.
Ataviado pulcramente, puesto que después de ese encuentro vendría uno más determinante.
Ya no le causaba miedo, más bien por ilógico que pareciese era respeto, del más genuino, sin poder albergar odio por un ser que se encargó de destruir lo poco bueno que tenía en su interior, para intentar hacerlo su infalible sucesor.
Al principio no se dijeron nada.
Soló observaron embelesados, sin parpadear como el mar se avistaba en esa madrugada calmo, reflejando la luna un poco brumosa pero llena en todo su resplandor.
Dando a denotar la señal de que el dicho, siempre tenía algo de razón:
«Las mejores batallas que dan a ganar una guerra, inician con la pantalla de humo que muestra un sosiego traicionero difícil de identificar»
Ese que los dos sabían demasiado bien, y por eso es que estaban a la espera de quien daría el primer paso para romper el silencio que traía consigo una conversación postergada por varios años, siendo oculta por planes que encubrían la cobardía de los dos entes, que más respeto inculcaban en España y sus alrededores.
—Cuando escasamente podía siquiera cavilar en lo que me estaba internando sin poder tener voz y voto, ya portaba la mierda hasta el cuello— sorpresivamente no iniciaron con el único tema que al legendario ajedrecista le interesaba en su malsana vida—. Esto es lo que soy desde que tengo uso de razón Javier, nadie intento salvar al primogénito del mismísimo lucifer— exhaló con fuerza para no verse embelesado en la manera en cómo narrada las escasas anécdotas que le contaba dándole veracidad a sus palabras, hasta llegar a un punto en concreto que sería el inicio de todo, esta vez proporcionando más luces de un final para nada alentador—. Pues se dieron cuenta que no lo necesitaba, ya que sin ayuda de nadie saldría del fango al que fui internado.
—Victimizarse no le queda padre— escupió con sorna mirándole de reojo, cuando los dos sabían perfectamente que él había escogido ese camino sin que nadie se lo impusiese—. Alejandro fue el elegido para recorrer esta senda, pero usted decidió ascender a un trono que desde un inicio no le correspondió, porque los dos somos conscientes que ser el primogénito no da lo que se requiere para este mundo que solo trae podredumbre y desolación— conocía esa verdad desde hace demasiado tiempo, sin embargo, hasta ese instante tuvo la valentía de enrostrárselo porque ya no le temía.
Francisco negó con diversión genuina.
Demostrando, que sus palabras en absoluto le harían un daño que pudiese dejarlo fuera de juego.
—Era mi hermano pequeño, lo único bueno que aun portaba la sangre Borja, no podía simplemente dejar que se perdiera sin hacer nada para salvarle, en esa situación no logre verme como un cobarde— directamente le había inculpado por todo lo que había pasado Luisa, sin siquiera hacer una referencia—. Nunca se trató de poder, porque ese pude haberlo forjado por mi cuenta, ya que mi carácter no da para vivir como un individuo que no tenga los privilegios de un hombre de mi nivel.
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Editado: 17.02.2023