kristen
Al fin llegamos a mi apartamento, no quise hablar de nada en todo el camino ni siquiera insistí en preguntar que contenía esa funda, él tampoco me hizo preguntas y se lo agradezco muchísimo, necesitaba controlar esta rabia que siento, la cena no fue como lo esperaba y que llegara esa tipa lo arruino todo, se que él no tiene nada de culpa pero no puedo evitar sentir coraje y tristeza a la vez porque sé que la familia de él, bueno sus padres, la prefieren a ella, no debería de importarme, tampoco tiene caso pensar en eso, Robert me demostró que, soy a la que quiere, solo me miraba y me sonreía a mí, a ella ni siquiera volteo a verla.
Así que estaba segura de que él no le haría caso de nuevo. Me gustó conocer a la hermana, el vestido púrpura y su pelo bien planchado, le sentaba de maravilla.
Entramos a mi apartamento y quería ducharme para que el agua caliente relajara mis músculos. Le informo a Robert de que me voy a duchar, él solo asiente y luego me recuerda que le escriba a mi madre y lo hago, una vez que traspaso la sala. El agua en efecto relaja los músculos tensos, intento ya no pensar en lo ocurrido, necesito estar bien cuando abandone el baño, dejo que el agua se lleve toda la rigidez que me ocasionaron las últimas horas.
Salgo, agarro mi móvil para ver la hora y son las diez "es tarde", voy a la sala y él está acostado en el sofá, me mira sin ninguna clase de emoción o sentimiento en su mirada, me siento a su lado y me recuesto en su brazo y él me abraza.
-¿Estás bien?- al fin habla y escuchar su voz me tranquiliza un poco más.
-No lo sé- musito.
-¿Quieres hablar?- niego con la cabeza.
-¿Puedo quedarme?
-¡Qué!- exclamo sorprendida.
-Es que no quiero estar en la casa, no después de lo que hicieron- agrega.
-Está bien- por un momento recuerdo el favor que le pidió a la hermana y ahora sé lo que había en la funda que él trajo consigo al apartamento- le pediste tu pijama.
-Sí- sonríe pero no es la misma sonrisa.
-Espero que no te confundas esta vez- le advierto.
-No lo haré- me asegura y esta vez sonríe con ganas- y tú no me pegaras - continúa.
-No prometo nada- intento cambiar el ambiente tenso que hay entre nosotros. Él me coloca en su regazo de un salto y me besa pero esta vez hace algo nuevo mete su lengua, empieza a jugar en mi boca y yo lo imito, es algo raro pero me encanta, coloco mis piernas alrededor de su cadera, él se pone de pie y me lleva a la habitación, me recuesta en la cama, tiro de su cabello, mientras besa el cuello, no se que me pasa cuando estoy con él, pierdo totalmente la razón y no logro controlar mis deseos y ahora lo deseo tanto. Presiona mi cadera con ambas manos, empieza a alzar mi blusa, su cuerpo cálido encima del mío me fascina, me saca la blusa, me besa con fuerza y empieza a descender poco a poco hasta llegar a mi ombligo, se me acelera la respiración. Pone su mano en el botón de mi short pero no lo detengo.
Solo quise besarlo y ahora estamos a punto de hacer el amor.

-¿Estás... segura?- pregunta.
-Sí... No... No lo se- gimo, él se ríe.
-¿Si o no? Porque no quiero luego te arrepientas.
-Tienes razón- digo
-¿Eso es un no? -controlo mis deseos en unos segundos, me incorporo y me apoyo en la cabecera.
-Es un no- le aseguro y sigo hiperventilando-¿te molesta?
-Claro que no, quiero que estés segura del todo.
-Gracias por detenerme.
-Tú no tenías fuerza de voluntad- se burla.
-No la las tenía- confieso con timidez.
-Entonces voy a ducharme para descansar- anuncia. Mi cuerpo pide a gritos tenerlos encima mio, sentirlo, que me siga presionando mis caderas; que me bese. Debería de tener más control.
Me deja sola en la habitación y vuelvo a recordar sus manos en mi cuerpo, el deseo que había y que aún hay "¿maldición, acaso no puedo pensar en otra cosa?" comienzo a mantener mi mente ocupada en canciones.
"Yo te prefiero a ti, a ti, a ti
Sobre todas las cosas,
Amo tenerte aqui, aqui, aqui
Aunque sea unas horas"
No estoy segura quien la canta y esa es la única parte de la canción que recuerdo. Me hace pensar en Robert esas letras (aunque sea unas horas) soy feliz de tenerlo conmigo esta noche, dormir con él, es la sensacion mas bonita y aparte me hace perder el control por completo, tal vez eso es de los que muchos hablan, que llega alguien especial, te hace perder la razón, confunde todo lo que sabías de la vida; te hace sentir cosas que ni imaginabas que existían o que fuera así de grande, rompes toda la barrera de la lógica; te cambia tu mundo por completo, te muestra el cielo, te hace tocar las estrellas, puedes ver a través de sus ojos y el interior ya no es igual desde que esa persona vive en tu alma.
Es diferente verlo en películas, novelas o series, puedes imaginar lo que creen sentir tus personajes favoritos pero cuando lo experimentas, cuando es tu turno de vivir una de tus películas, no se compara con nada. Amar a alguien con locura, te llena de felicidad y a la vez te duele, no te imaginas una vida sin él, en todo tu futuro lo ves junto a ti y viceversa.
Y así mismo la decepción o la ruptura, es más inmensa, te destruye y el mundo que te enseño se cae en pedazos. Solo pensar en aquello me da escalofríos por todo el cuerpo, espero que eso no nos pase a nosotros, se que habrá peleas porque ninguna relación es perfecta solo espero que siempre encontremos una solución para todo. Escucho que se abre la puerta del baño, me hago la dormida.
-¿Ya te dormiste?- pregunta pero no respondo.
-¡Hey!- exclama, sigo sin responder, siento que la cama se mueve "clip", apaga la lámpara. Me lleva hacia su cuerpo, acaricia mi rostro y me besa tiernamente.
-Estás hermosa- susurra aun cuando no puede verme.
-Como lo sabes si no me puedes ver - me burlo.